Economía

Hermann González: la recuperación “es parcial y más lenta de lo que pensábamos”

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El economista Hermann González. Crédito: PAUTA
POR Marcela Gómez |

El coordinador macro de Clapes UC pide reducir la incertidumbre para favorecer la reactivación y critica la reapertura del debate tributario.

Chile tiene indicios de estar iniciando una segunda ola de contagios y no sabemos hasta dónde puede llegar, tanto en su impacto sanitario como económico. Así resume el escenario actual el coordinador macro de ClapesUC, Hermann González, quien insiste que proyectar hoy lo que se viene es muy  difícil. “Estamos en medio de una pandemia donde muchas veces no sabemos cual será la siguiente sorpresa que nos dará el virus”, comenta.

Sin embargo, dice que el seguimiento de lo que ocurre en Europa y Estados Unidos permite extraer algunas lecciones; entre ellas, el riesgo de una recuperación con altibajos. También advierte sobre los factores internos que complejizan la recuperación y critica la reapertura del debate tributario con el anunciado proyecto de ley sobre exenciones.

– ¿Hay más pesimismo sobre la marcha de la economía respecto de lo que se preveía hace algunos meses? 

“Efectivamente se pensaba que la recuperación iba a ser algo más rápida. A nivel de sectores, el desempeño del comercio, impulsado por la liquidez de las familias debido al retiro de fondos y las ayudas del Gobierno, ha sido clave para impedir una mayor caída de la actividad. Pero todavía hay bastante debilidad en servicios y construcción. La minería, que no ha sido tan afectada como otros sectores, no está creciendo. Existe recuperación, pero es parcial y más lenta de lo que pensábamos”.

– ¿Este escenario se mantiene en 2021?

“Este año parte con cifras que probablemente van a ser débiles. Es probable que en diciembre tengamos un Imacec negativo y que esos registros se mantengan durante los primeros meses de este año. Más adelante la bases de comparación van a ayudar y deberíamos ver cifras muy positivas”.

“Es importante considerar que las cifras en 12 meses aportan a la discusión, pero están ‘sucias’ tanto por los eventos de octubre de 2019 como por las caídas del segundo trimestre de 2020. Por eso es importante mirar las cifras desestacionalizadas (que comparan la actividad de un mes respecto del anterior) para ver qué tanta fuerza está teniendo la recuperación. Cuando se mira el Imacec desestacionalizado, se ve que en octubre y noviembre se paró el proceso de recuperación parcial que se había iniciado en junio”.

– ¿Qué explica ese freno? Son meses en que la economía comenzó a desconfinarse…

“Principalmente es por el tema sanitario. En el segundo semestre hubo un proceso gradual de apertura que generó el comienzo de la recuperación de la actividad y también del empleo. Mirando lo que ha pasado en Estados Unidos y Europa, hemos aprendido que la economía se cierra, cae y con la reapertura hay un impulso inicial con una recuperación rápida pero parcial. Esto es lo que vimos en Chile hasta inicios de octubre”.

“Pero el camino que sigue es bastante más difícil. Me parece que el mayor riesgo que enfrenta Chile es que tengamos una recaída: que en vez de tener una recuperación suave, tengamos una caída de la actividad el primer trimestre y que nuestro proceso sea similar a lo que está ocurriendo en Europa, donde se está viendo una recuperación en forma de W, con avances y retrocesos. Eso también podría ocurrir en Chile dependiendo de la intensidad que tenga la segunda ola de contagio”.

– Si hay un mayor deterioro, ¿debería recalibrarse el acuerdo fiscal por US$ 12 mil millones para asegurar más ayudas, como planteó el expresidente del Banco Central José De Gregorio?

“Se ha hecho un esfuerzo fiscal bien grande y que este año mantengamos el nivel de gasto de 2020 demuestra que ese impulso se mantiene. Si tenemos un deterioro económico mayor y tenemos que volver atrás en restricciones a la movilidad, se necesitará mayor apoyo fiscal para las familias y empresas”.

“Pero no estoy de acuerdo en que la forma sea recalibrando el acuerdo fiscal. Si ocurre una paralización de la economía, habrá subejecución de gasto público en diversas áreas. En mi opinión, el camino primero pasa por ocupar el espacio presupuestario, donde existe flexibilidad para que el ministro de Hacienda decida reasignaciones y ajustes para obtener recursos en primera instancia”.

Empleo y reglas del juego

– El mercado laboral está muy golpeado y los nuevos empleos que se están creando son en su mayoría informales. ¿Son suficientes las políticas de subsidio para que más empresas contraten?

“No me sorprende que la creación del empleo tenga un componente informal o cuenta propia importante, porque ahora la informalidad está volviendo a niveles precrisis: es la forma más rápida que tiene el mercado laboral para ajustarse. Por cierto, son empleos de peor calidad y con salarios más bajos y necesitamos más empleo asalariado en el sector privado”.

“Aunque las políticas de subsidio podrían tener mejoras, creo que lo central para tener empleo de calidad es recuperar la capacidad de crecer de la economía. Esto va de la mano de certeza y claridad en cuanto a reglas de juego. Ahí tenemos un gran signo de interrogación: no tenemos certeza en lo sanitario, pero además tenemos por delante la elección presidencial, el debate constitucional y se abre la discusión tributaria. Muchas empresas van a preferir detener contrataciones e inversiones a la espera de mayor certidumbre”.

– ¿Por debate tributario se refiere al anuncio de Hacienda de un proyecto sobre exenciones y regímenes especiales este año?

“Me parece que lo que se está haciendo va mucho más allá de lo que se acordó con el Senado para aprobar la reforma tributaria. En ese momento se acordó revisar las exenciones y discutir con los técnicos para crear una hoja de ruta hacia adelante. Ambas cosas son necesarias. Pero no estoy de acuerdo con reabrir el debate tributario, que es lo que se hace al enviar un proyecto de ley al Congreso, como se ha prometido. Además, un proyecto que elimine exenciones puede terminar muy distinto al que ingresó; tenemos experiencia en eso”.

“Al final, eliminar exenciones significa aumentar impuestos y este año necesitamos lo contrario: políticas monetarias y fiscales expansivas. Y como decía, esto genera incertidumbre sobre las reglas del juego. Es muy probable que el país necesite aumentar su carga tributaria, pero tengo serias diferencias con el timing de esto”.