Economía

Inversión 2022 podría contraerse a pesar del masivo esfuerzo fiscal

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Mediamodifier/ Pixabay
POR Marcela Gómez |

El Presupuesto 2022 considera unos US$ 15 mil millones para inversión pública, pero el escenario económico y político complejo está llevando al sector privado a postergar proyectos.

El alto dinamismo del consumo, debido a la liquidez de los hogares gracias a los retiros desde las AFP y las transferencias fiscales, impulsó la economía este año. El Presupuesto 2022 termina esas ayudas masivas y en el Congreso se rechazó el cuarto retiro. Se cortó el gas que llevó a un sobrecalentamiento económico, pero el motor de la economía tiene que seguir funcionando.

¿De dónde vendrá el crecimiento en 2022? Aunque la inversión podría aparecer como la principal candidata, los economistas están pesimistas sobre su evolución porque los datos sobre qué harán los privados no proyectan auge, sino caída.

La incertidumbre económica y política asociada al escenario electoral y al trabajo de la Convención Constitucional figuran entre las principales razones para una menor inversión. Aunque en el mercado esperan que esta incertidumbre se vaya disipando, ven que cuando ello ocurra los inversionistas enfrentarán otro obstáculo: un financiamiento más caro.

Los ojos están puestos en lo que puede hacer el Estado en materia de inversión, ya que el Presupuesto 2022 considera un alza de 8,1% en gasto de capital y los fondos para ministerios inversores (MOP y Vivienda) son los que más crecen. “Hay unos 15 mil millones de dólares solamente en inversión pública”!, dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, en el debate del Erario. Pero hay dudas sobre si alcanzará para compensar la debilidad de los privados.

Proyecciones pesimistas

En Itaú están monitoreando con mucha atención la dinámica de la inversión, que este año se ha recuperado con fuerza, principalmente en base a maquinarias y equipos. De hecho, la importación de bienes de capital, especialmente de camiones, sigue aumentando con fuerza, destacan.

Pero a juicio de su economista jefe, Andrés Pérez, “el buen desempeño de la inversión este año refleja la recuperación poscovid y no debiese de persistir en el tiempo. A esto se suma un ambiente de mayor incertidumbre política y económica”. Precisa que la evidencia apunta a un escenario más complejo para la inversión el próximo año.

El catastro de la Corporación de Bienes de Capital, que monitorea el avance de proyectos industriales y de infraestructura superiores a US$ 5 millones e inmobiliarios superiores a US$ 15 millones, muestra que para 2022 estos más bien tienden a postergarse. Los datos a septiembre de 2021 apuntan a que la inversión privada a materializar en 2021 llegará a unos US$ 14,9 miles de millones, monto que el año próximo se estima en US$ 12,4 miles de millones; una diferencia de 17%. 

Este panorama coincide con un indicador cualitativo: la Encuesta de Percepciones de Negocios del Banco Central recoge una menor disposición de las empresas a realizar inversiones en 2022. El sondeo muestra que entre enero y octubre el porcentaje de empresarios que dijo que su empresa realizaría inversiones en 2022 se redujo desde 54% a 30%. En el mismo lapso, subieron de 46% a 70% las respuestas de empresarios que anticipaban que su firma no invertiría en 2022. Una situación económica y política muy incierta es la principal razón para el cambio en las decisiones.

Andrés Pérez enfatiza que si bien la inversión pública aumentará en el margen el próximo año, considerando que suele estar entre 15% y 20% de la inversión total, ese aumento no alcanza a compensar la dinámica de la inversión privada. “Así, proyectamos una contracción de la inversión total el próximo año en torno a 1,5%”, afirma.