Economía

Las dudas sobre el primer presupuesto del Ministerio de Ciencia

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El ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andres Couve, y la subsecretaria Carolina Torrealba. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Aunque desde el Gobierno se afirma que crece 6,2%, el economista Andrés Zahler advierte que el avance llega apenas a la mitad de esa cifra, con una baja en el aporte a innovación.

A nueve meses de ser nombradas sus autoridades y tras una intensa preparación, el 1 de octubre de 2019 debutó oficialmente el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Casi en simultáneo se anunció su primer presupuesto, que debe contener recursos suficientes para que la más joven de las carteras cumpla su rol. Y aunque tanto desde Hacienda como desde Ciencia precisaron que los recursos crecen 6,2% para 2020, hay dudas sobre esa cifra.

“Eso me parece un poco exagerado”, afirma el economista y director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Diego Portales (UDP), Andrés Zahlerexperto en políticas de innovación y quien dirigió la división del Ministerio de Economía especializada en esa área.

El académico no habla solo desde su experiencia: junto a Juan Andrés Roeschmann y Rodrigo Balbontín es autor de un estudio publicado por la Dirección de Presupuestos sobre el gasto público en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), que analiza los recursos asignados a más de un centenar de programas entre 2008-2017 siguiendo la metodología del Banco Mundial para medir dicho gasto. Ahora, trabajó junto a Rodrigo Balbontín para actualizar esos datos con la información del presupuesto 2020.

“Siguiendo la misma metodología, encontramos que el Ministerio de Ciencia crece 3,1% considerando las líneas presupuestarias que se le traspasaron y lo nuevo creado”, afirma el académico. Agrega que las cifras son aun más preocupantes al considerar el sistema total de CTI, que suma el Ministerio de Ciencia y los programas de investigación científica e innovación que existen en Economía, Agricultura, Cancillería y Defensa, entre otros. “Para el sistema total el presupuesto crece 2,2% real, cifra que es inferior al 3% que crece el presupuesto público en general, algo que me parece complejo en el año en que parte la nueva cartera”, agrega. 

PAUTA contactó a las autoridades del Ministerio de Ciencia cuando se anunció el presupuesto 2020, pero declinaron comentar al respecto, a la espera que el erario sectorial fuera conocido por el Congreso. Esto ocurrirá el 16 de octubre a las 19:00 horas, ante la cuarta Subcomisión Mixta de Presupuestos.

Más ciencia, pero menos innovación

Andrés Zahler explica que la metodología que emplean implica clasificar cada línea presupuestaria analizada de acuerdo a su fin específico: si apoya investigación (principalmente de científicos en universidades, aunque también hay en empresas); si apoya capacidades (Becas Chile y capital humano), bienes públicos (información, certificación, estándares y otros aspectos de amplio uso), institucionalidad (gasto corriente), emprendimiento, transferencias tecnológicas e innovación en empresas (que no exige investigación ni ciencia).

-Según los datos que analizaron, ¿qué tan importante es el nuevo ministerio?

“Medido en términos presupuestarios, MinCiencia pesa 58%, es el actor más importante porque constituye un aumento del peso que antes tenían los programas que le fueron transferidos si los sumábamos. Esto tiene un valor en sí mismo, porque implica que con buen liderazgo podría coordinar al sistema y potenciarlo. Otra mirada es que, comparativamente, Corfo con la misión de apoyar la innovación en empresas se achica, y se ve más relevante el impulso a las ciencias, ya que Conicyt ahora no está en Educación, sino en el nuevo ministerio. Esto implica que sin una política coordinada de apoyo a la innovación, esta área verá reducida su importancia”. 

¿Dónde están las prioridades de este primer presupuesto?

“Según nuestros datos, el gasto que crece es el I+D, ligado a ciencias. Es una sorpresa el incremento de 20% real en el presupuesto para la Iniciativa Científica Milenio (ICM, que a partir de enero de 2020 se suma a la nueva Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo). También tienen alzas el Fondo de Equipamiento Científico y Tecnológico (Fondequip, 75% de avance) y la investigación aplicada en universidades (Fondef), que son instrumentos que apoyan la investigación de ciencia. Esto dice que hay un foco en apoyar la ciencia, lo que está bien, pero no es suficiente porque el ministerio tiene también otras tareas y no pueden dejarse de lado. Otras líneas que muestran avances, aunque escasos, son las que financian capacidades, bienes públicos y emprendimiento”.

-¿Hay áreas con retrocesos en los recursos asignados?

“Caen los recursos que financian el funcionamiento del sistema (institucionalidad), debido a que a pesar de que suben los recursos para Conicyt e ICM, bajan los dineros que financiaban los comités de desarrollo productivo regional en Antofagasta, Biobío y Los Ríos”.

“La que más cae es innovación, con un retroceso de 11,8%, y en particular cae la innovación empresarial. Esto es preocupante, porque el crecimiento del país y su desarrollo de largo plazo se juega en la innovación de las empresas, no de las universidades. Es positivo apoyar la ciencia básica, pero no puede ser desplazando a la innovación ni que una crezca a expensas de la otra. El ministerio tiene que preocuparse de todo el sistema”.

“El ministro Andrés Couve ha insistido en que su cartera tendrá un rol muy importante en la innovación de empresas basada en ciencias, pero en las empresas hay innovación que no se contrata a científicos. Eso tiene que seguir siendo relevante y tener apoyo”.

-¿Cómo evalúa lo que han hecho las autoridades del MinCiencia?

“Tengo una excelente opinión del trabajo que han realizado el ministro Couve y la subsecretaria Carolina Torrealba en estos meses. No tienen una agenda concreta aún, pero sí ganas de avanzar y meterse en los temas; lo que han hecho en estos pocos meses es más de lo que hicieron Economía o Educación en todos estos años. Este ministerio tiene potencial de ser transformador, pero requiere liderazgo político y económico. Se ha posicionado como un actor fuerte, pero así y todo no hay más recursos que los que habían antes”.