Economía

La pandemia impulsa la importación de televisores y computadores

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Familia emplea computadores para trabajar y conectarse a clases. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Las importaciones totales cayeron 22% en abril, lo que incluye el retroceso de las compras de bienes de capital. Algunos bienes durables, sin embargo, suben.

El consumo comenzó a desacelerarse en el primer semestre de 2019, a medida que la economía acotaba su dinamismo. Con el cierre de comercios y saqueos en medio del estallido de octubre, esta tendencia se agudizó y apenas alcanzaba a remontar cuando vino la crisis sanitaria.

El negativo escenario actual no solo es visible en el Índice de Confianza de los Consumidores, que en abril cayó a su mínimo histórico desde que comenzó a medirse en 2002, sino también en lo que ocurre con las importaciones. Medidas en su valor nominal en dólares, en abril retrocedieron 22,7% respecto de marzo, la cifra más baja en los últimos 18 meses. En comparación, en igual lapso las exportaciones cayeron 6,3%.

El economista de Santander Gabriel Cestau afirma que el desempeño de ambos indicadores ocurre en medio de una contracción de la economía global que está afectando especialmente al comercio mundial, debido a las restricciones a la movilidad para enfrentar la pandemia. Se suman las medidas de distanciamiento social locales y la depreciación del tipo de cambio, que favorece las exportaciones y perjudica a las importaciones al encarecer esas compras.

Menos autos, más computadores

Aunque lo habitual es realizar comparaciones sobre datos anuales, la caída en los volúmenes comercializados y el efecto tipo de cambio (entre otros factores) exige “limpiar” esas cifras. Pero enfocar el análisis en los valores nominales en dólares registrados en abril respecto de marzo permite tomar la temperatura del momento.

De este modo, las importaciones de consumo cayeron 21%. En este segmento los volúmenes más importantes corresponden a los celulares, que se contrajeron 54%; y los automóviles, que se desplomaron 27%. Esto último va en línea con la caída de 72,8% en las ventas ese mes y el retroceso de 78% en las adquisiciones de gasolina desde el exterior para automóviles debido al menor uso de vehículos.

“Como contrapartida se aprecia un aumento en las importaciones de aquellos bienes durables que se destinan al trabajo y a la entretención: respecto al mes pasado los computadores aumentaron 53%, y en el caso de los televisores el alza en las importaciones es mayor, llegando a 80%”, dice el economista.

Añade que también se aprecian caídas en las compras al exterior de vestuario (-43%) y calzado (-40%). “Se está importando mucho menos porque el comercio no está funcionando y solo hay ventas electrónicas, pero también porque las cadenas de producción afuera han estado cerradas y no había dónde comprar”, explica. En el caso de los alimentos, dice que se observa en general una estabilidad, asociada a su característica de bienes esenciales.

Gabriel Cestau comenta que lo que ocurre con las importaciones de bienes de consumo reflejan la debilidad de la demanda interna, con los consumidores percibiendo que en general hay que “ajustarse el cinturón” y posponer decisiones de compras. “El consumo equivale a dos tercios del PIB de Chile y que no crezca o tenga una caída como proyecta el Banco Central es una señal de la contracción de la economía que se espera”, comenta.

Señales para la inversión

Una señal similar, pero respecto de la inversión, es la caída de 16,9% interanual de los bienes de capital, acotando un poco el retroceso de 20% en marzo.

“La maquinaria y equipos son generalmente importados y su evolución está altamente correlacionada con la inversión. Cuando las expectativas de crecimiento económico se deterioran, los proyectos se paralizan o posponen y eso es lo que está pasando hoy”, afirma el economista. Añade que aunque las cifras del Banco Central muestran que la minería sigue impulsando proyectos de inversión, otros sectores como construcción e industria presentan rezagos.

A su juicio, la inercia que mantiene la inversión ante un retroceso sustantivo que se prevé hacia adelante “está relacionada con la caída del PIB tendencial que se proyecta para la economía, donde pasamos de un 3% estimado por los expertos en 2019 a 1,8% para este año, lo que habla de una menor capacidad productiva que limita el potencial de crecimiento de Chile”.