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¿Rápido o Elisa? En qué se diferencian los test que detectan anticuerpos

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POR Fernanda Monasterio |

Aunque el examen de PCR es el único capaz de detectar al virus SARS-CoV-2 en sí mismo, existen pruebas alternativas que pueden encontrar la presencia de anticuerpos.

Desde que comenzó el brote de Covid-19 en Chile, y hasta el miércoles 27 de mayo, en el país se han realizado más de 514 mil exámenes de PCR, la única prueba capaz de detectar la presencia del virus SARS-CoV-2 en el cuerpo de un paciente humano.

En cuanto al número de exámenes serológicos (también llamados test rápidos), no fue posible encontrar cifras que cuantifiquen su aplicación en Chile. Al consultar en el Ministerio de Salud (Minsal), señalaron que “aún no tenemos esta información, quizás en algunas semanas”.

¿Quién detecta qué?

El examen de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) es el único que puede detectar que el virus se encuentra en un organismo. Entonces, ¿de qué sirve un test rápido?

Según palabras del ministro de Salud, Jaime Mañalich, lo que hacen estos test es “detectar anticuerpos, que técnicamente se llaman inmunoglobulina-G (IgG) e inmunoglobulina-M (IgM), para la detección en la sangre de las personas si tienen una respuesta de defensa que dice que ya han pasado por la enfermedad”.

Es decir, lo que un test serológico avisa es que el cuerpo realizó una reacción frente al virus y generó los anticuerpos necesarios para combatirlo.  

El problema es que en el extranjero algunas de estas pruebas han presentado fallas en sus resultados, ya que la sensibilidad y especificidad de los test es variable entre algunas marcas y otras, por lo que la información que proporcionen puede incluir falsos positivos o falsos negativos en algunos casos.

Un ejemplo de esto es lo ocurrido en países como Reino Unido, España y Dinamarca, donde millonarios pedidos de test rápidos (de las marcas AllTest Biotech y Wondfo Biotech en el caso inglés, Bioeasy en España y LivZon en Dinamarca) debieron ser devueltos debido a que no cumplían con los estándares básicos de precisión. 

De las cuatro marcas mencionadas, tres de ellas (AllTest, Wondfo y LivZon) se encuentran presentes en el listado de los test rápidos reconocidos por el Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile. 

Pero las pruebas rápidas no son las únicas que pueden detectar en el cuerpo de una persona la presencia de IgG e IgM. Existen también pruebas de laboratorio, cuya exactitud es aun más precisa, que se pueden aplicar a muestras de sangre para encontrar los anticuerpos.

Test de Elisa

Quizás muchos hayan oído hablar del test de Elisa (Enzyme Linked Immuno Assay) en contextos médicos ajenos al coronavirus que hoy aqueja al mundo. Esta prueba de laboratorio es una de las más utilizadas en el país para detectar a aquellos pacientes que se han contagiado de VIH.

Según el Minsal, “la forma de saber si se ha adquirido el VIH es a través de exámenes de laboratorio. El más frecuente y utilizado en nuestro país es el examen de sangre llamado ‘Test de Elisa para VIH’, que está disponible en establecimientos de salud públicos y privados”.

Pero, aunque este procedimiento ya se ha empezado a utilizar en otros países para detectar los IgG e IgM en el cuerpo de una persona, en Chile la primera noticia pública que se tuvo de este uso surgió a raíz del informe preliminar de un estudio que está realizando la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo en distintas comunas de la capital.

En el documento se señala que, tras realizarse los exámenes rápidos en la muestra escogida al azar, “para asegurar la mayor robustez metodológica de los resultados, las muestras positivas y parte de las negativas fueron evaluadas por prueba de Elisa”.

De todos modos, Pablo Vial, uno de los médicos a cargo del estudio mencionado, contó a PAUTA que en la Clínica Alemana también se están realizando estas pruebas, pero “solo a personal de salud y pacientes hospitalizados”.  

Desde el Minsal negaron utilizar el test de Elisa para el diagnóstico.

Rápido versus Elisa

Mientras que los test rápidos se aplican de un modo que se podría asemejar a una prueba rápida de embarazo (pero con una muestra de sangre en lugar de orina), con resultados binarios (es decir, sí o no) disponibles en cosa de minutos, el test de Elisa es más completo.

La metodología que se utiliza para una prueba de Elisa se podría resumir -en pocas palabras- así: hay que colocar una muestra de sangre, suero o plasma en una placa cubierta con una proteína viral. Si la persona tiene anticuerpos contra el virus, estos se unirán a la proteína. “Para identificar estos complejos de proteínas y anticuerpos virales, los científicos deben introducir una molécula que se volverá fluorescente en presencia de las moléculas unidas”, indica el medio especializado The Scientist.

Además, indica que la precisión de estas pruebas en superior a la de los test rápidos, ya que los exámenes de Elisa “pueden proporcionar una medida cuantitativa de los anticuerpos presentes en una muestra”.

Del mismo modo, conocer este valor cuantitativo es relevante ya que, a medida que una persona tenga más anticuerpos en su organismo, es más probable que desarrolle inmunidad a la enfermedad.

Eso sí, los tiempos aquí varían, ya que los exámenes de laboratorio necesitan horas de procesamiento para entregar sus resultados.

La prueba que se está usando

Vial cuenta que las pruebas de Elisa que ellos están utilizando para el estudio de la UDD son “kits comerciales”, pero que en simultáneo están “desarrollando uno propio”. Además, el procesamiento de las muestras de sangre para obtener resultados es más lento, ya que “hay que juntar muestras porque el kit es para 90 pacientes y hay que hacerlos de una; por eso se demora más”, señala.

Concuerda también con la evaluación internacional que tienen estas pruebas. “Es más preciso, tiene una capacidad mayor de detectar los positivos y también mayor especificidad; o sea, no tiene falsos positivos”, explica.

De todos modos, al consultarle por qué no se aplicaron exámenes de Elisa en todas las muestras recolectadas, el médico afirmó que “el test rápido es un buen tamizaje y está más fácilmente disponible. Los kits de Elisa son más difíciles de comprar (y son caros); ahora está más fácil comprarlos y son de mejor calidad; es posible que en próximas mediciones usemos directamente Elisa”.