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Brendan Fraser y su rol en ‘The Whale’: “Sentí que me salvaba”

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Montclair Film/A24
POR Agustin Lizana |

El actor se refirió a la importancia de haber encarnado a Charlie en la cinta dramática y lo que sintió el último día de rodaje.

Brendan Fraser regresó a la pantalla a lo grande gracias a “The Whale”. El papel de Charlie en la cinta de drama le significó obtener el premio a mejor actor en los Premios del Sindicato de Actores, en los Critics Choice Awards y también estar nominado en la misma categoría en los Premios Oscar.

La película, dirigida por Darren Aronofsky, trata de un solitario profesor de inglés, interpretado por el irreconocible Fraser, que vive con obesidad severa. El personaje trata de reconectarse con su distanciada hija adolescente (personificada por Sadie Sink) para tener una última oportunidad de redención. El reparto también cuenta con Samantha Morton, Hong Chau y Ty Simpkins.

“Después de haber interpretado este papel, sentí que me salvaba”, sostuvo el actor de “La Momia” en entrevista con The New York Times. Fraser se refirió a la importancia de haber encarnado a Charlie en la cinta dramática y lo que sintió el último día de rodaje.

“La última vez que me quité el maquillaje, me emocioné mucho […] sentía que me estaba despidiendo de un tipo al que conocía de una forma muy personal”, declaró. Además, se refirió a su “regreso a Hollywood” donde dijo que el papel le “permitió presentarse de nuevo a una industria que, si te pierde de vista, te pierde de vista”.

“Quería interpretar a Charlie para poder apoyarme en todo eso y abrazarlo, para aspirar el oxígeno de las voces acosadoras que tal vez imaginaba que lo desaprobarían. Para ser sincero, tengo la sensación de estar redimiéndome por ser capaz de ofrecer una interpretación que reinventa quién soy y rinde homenaje a todo lo que se pasó por alto sobre cómo era antes profesionalmente”, agregó.

A propósito de las críticas que le han llegado por interpretar a una persona con obesidad, Fraser comentó que sabe qué se siente “ser el blanco de una broma malintencionada”. Señaló que “me identifico con la arenga constante que tienen que soportar en su vida diaria las personas que viven en cuerpos sobredimensionados. Los médicos los pasan por alto, no reciben la misma atención. Eso afecta a la confianza en uno mismo y puede llevar a comportamientos más nocivos. Es una consecuencia para la salud que se puede erradicar si dejamos de ser malos unos con otros”.