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¿Desde cuándo comenzó a celebrarse el 18 de septiembre como Fiestas Patrias?

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POR Andres Sepúlveda |

Originalmente existían tres fechas en paralelo: el 12 de febrero, el 5 de abril y mismo 18. Hubo varias razones para decantarse por esta última, la que recién se oficializó en 1837 bajo la presidencia de José Joaquín Prieto.

Numerosas son las leyendas sobre el origen de las Fiestas Patrias en Chile. Porque a lo largo de la historia, hay al menos tres fechas importantes en las que estas se ha celebrado. Sin embargo, con el pasar del tiempo, se adoptó el 18 de septiembre como la fecha de celebración única. Por esta razón, nuestro Perro de caza, de Watchdog Pauta, se emperifolló con chupalla y chamanto y salió a investigar desde cuándo se comenzó a celebrar el 18 como la principal fiesta nacional chilena.

Hasta 1823, las Fiestas Patrias se celebraban el 12 de febrero, el 5 de abril y el 18 de septiembre, ya que las tres fueron fechas claves durante el proceso emancipatorio de Chile. A pesar de eso, debido a que en la actualidad celebramos solo el 18 de septiembre, se suele creer que esa fecha corresponde a la ocasión en que el país se independizó, lo que no es así.

“Una parte no despreciable cree que se está celebrando la independencia, pero el asunto es un poco más complejo. Lo que estamos celebrando es la formación de la primera junta nacional de gobierno, que vendría a ser nuestro primer gobierno nacional, ya que es la ocasión en que nos autogobernamos sin sujeción alguna al rey de España”, comenta Cristóbal García Huidobro, historiador de la Pontificia Universidad Católica de Chile y académico de la Universidad de Santiago.

La doctora en Historia Moderna y Contemporánea Lucrecia Enríquez, agrega que el 18 de septiembre de 1810 no significó una ruptura con España, sino que fue un momento monárquico. “Chile permaneció dentro de la monarquía formando un gobierno en nombre de Fernando VII, que era el rey que se quería tener y no José Bonaparte”, enfatiza.

Entonces, ese 18 de septiembre fue el primer paso del país para obtener la independencia definitiva del dominio español. En ese día, luego de que Napoleón tomara cautivo al rey Fernando VII y pusiera a José Bonaparte en su lugar, se juntaron alrededor de 450 vecinos en el salón de honor del consulado. José Miguel Infante fue el responsable de posicionar la idea de una “Junta Provisoria de Gobierno” que iba a gobernar mientras el monarca se encontrara prisionero.

La propuesta de Infante fue aceptada por los casi 450 vecinos que se encontraban en el lugar, quienes incluso acuñaron el grito “junta queremos”. Cuando se terminó la reunión, se tuvieron las primeras celebraciones: los vecinos de Santiago salieron a bailar mientras sonaban las campanas de las iglesias.

José Miguel Carrera, siendo presidente de la Junta de Gobierno, organizó una gran celebración mostrando cuál era la situación política del país. El fin de la monarquía ya era irreversible y Chile estaba en condiciones de proyectar un gobierno propio, autónomo, y a la larga, independiente”, señala Enríquez.

Ahora, como se mencionó anteriormente, las Fiestas Patrias se celebraban también en dos ocasiones más. Una de ellas era el 12 de febrero, por esta fecha de 1818, cuando Bernardo O’Higgins firmó el “Acta de Juramento de la Independencia” en Talca. Luego, el 5 de abril del mismo año, se incluye la segunda celebración debido al triunfo de la Batalla de Maipú, donde el Ejército Libertador le gana a los realistas.

Así, si bien existían tres festejos, eso no se mantuvo por mucho tiempo, y fue inevitable el adoptar uno por sobre otro. Para decidir esto, se tomaron en cuenta varios criterios. Por ejemplo, se dice que, en ocasiones, la celebración del 12 de febrero calzaba con el inicio de Cuaresma, por lo que no se podía llevar a cabo un ambiente tan festivo. Lo mismo pasaba con la del 5 de abril, que solía coincidir con Semana Santa, por lo que inevitablemente se corría la fiesta para finales de mes.

“La Iglesia opinaba que había mucho jolgorio para Fiestas Patrias, por lo que era contraproducente que coincidieran en esas temporadas de fiestas religiosas”, menciona García Huidobro. A esto agrega que también es relevante tomar en cuenta que en septiembre comienza la primavera, por lo que hay un buen tiempo para juntarse a celebrar.

El primer feriado en sacarse oficialmente fue el de abril. Según el libro “¡Chile tiene fiesta! El origen del 18 de septiembre 1810-1937”, de la historiadora Paulina Peralta, el motivo por el que se eliminó oficialmente en 1824 fue el deseo de acostumbrar a la ciudadanía a tener menos días festivos y a generar un ideal de trabajo, ya que el gobierno de Ramón Freire buscaba promover nuevas ideas de progreso, donde el exceso de feriados iba en contra de esto.

En cuanto a la eliminación de la fiesta de febrero, fue gracias al Presidente José Joaquín Prieto, ya que en 1837 se decide concentrar la celebración el 18 de septiembre. A través de la ley Nº2977 se señala ese día como el de la “Conmemoración de la Independencia Nacional” y el día siguiente, el 19, el de la “Celebración de las Glorias del Ejército”.

García Huidobro comenta que, además, el 18 se transformó en una especie de fiesta de consenso, ya que no generaba divisiones como las otras dos que se encontraban ligadas a O’Higgins. “En una época en que Chile cayó en desgracia, celebrar a O’Higgins no era lo más práctico ni deseable”, aclara.

“Si bien el 18 no es la independencia, sí es importante considerar que es una fecha que nucleó la idea de celebrar a Chile y a la Patria. Se comenzó a celebrar prácticamente desde los primeros años por la importancia que se le otorgó”, señala Enríquez.

Las celebraciones masivas no tardaron en comenzar. Los presidentes comenzaron a asistir a lo que hoy es el Parque O’Higgins para darle un carácter oficial a la celebración con su presencia. Asimismo, el lugar fue elegido como un medio de inspección de tropas, simulacros de combate y desfiles, lo que actúa como antecedente para la celebración de las Glorias del Ejército del 19 de septiembre.