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Los desafíos de los talibanes en el poder

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Desfile talibán en Kabul
POR Diego Zárate |

Controlar el terrorismo, la corrupción, el narcotráfico y tomar el control total del país son algunos de los nuevos desafíos a los que se enfrenta el gobierno talibán tras la retirada de Estados Unidos.

Luego de la retirada de las fuerzas militares estadounidenses del aeropuerto de Kabul, el gobierno talibán ha tomado completo control sobre la capital de Afganistán. Esto marca el inicio de un proceso en que los talibanes en el poder deberán reordenar el Estado de acuerdo con sus reglas, conocidas desde luego por la violación a numerosos derechos humanos.

En cualquier caso, como un gobierno en funciones tras 20 años de ocupación extranjera y de un régimen político que no se asentó lo suficiente, el régimen talibán enfrentará numerosas dificultades. 

El Estado Islámico K

Una de las grandes problemáticas será el control del terrorismo de parte del Estado Islámico de Khorasán (ISIS-K), correspondiente a una facción del Estado Islámico que es enemiga de los talibanes. Esta rivalidad se da principalmente porque ambas fuerzas profesan distintas versiones del islam. Atentados como los ocurridos la semana pasada en el aeropuerto de Kabul han ocurrido antes.

El líder de las fuerzas del ISIS-K, Shahab al Muhajir, habría anunciado el 2020 el comienzo de una nueva guerra en contra de los talibanes. El mismo gobierno de Estados Unidos alertó de posibles “células durmientes” dentro de Kabul, quienes se preparaban para realizar atentados indiscriminados contra la población.

Costumbres tribales

Por otra parte, en Afganistán existen etnias con costumbres que los talibanes prohíben. Los pastunes son una de las etnias más numerosas del territorio conformando en torno al 38% de la población afgana. Este pueblo posee una costumbre conocida como los bacha bazi o “niños de juguete”, que son niños prepúberes sometidos a la esclavitud sexual. Estos niños, habitualmente pobres y huérfanos, son tomados por algunos líderes importantes de pueblos para convertirse en objeto de diversión. Los disfrazan de mujer, los pintan, los hacen bailar en fiestas y posteriormente son sometidos a abusos sexuales.

Una de las grandes críticas que se les hizo a las fuerzas norteamericanas y sus aliados durante su ocupación en Afganistán fue que permitieron el resurgimiento de esta clase de costumbres y no haber hecho nada para intervenir. Los talibanes tendrán que definir una posición en torno a estas tradiciones de acuerdo a sus nuevas normas.

Corrupción

Otro elemento, que fue mencionado por el documentalista chileno Jorge Said en la conversación con Cristián Warnken en Desde el Jardín de Radio PAUTA, es que una de las posibles explicaciones de cómo los talibanes llegaron al poder de forma tan rápida: el apoyo de la población. Said se encontraba en Afganistán durante el fin de la ocupación.

El nivel de corrupción en el país era muy alto y el grupo talibán ofrecía probidad. Había un cuestionamiento social al comportamiento corrupto de funcionarios afganos. Parte de las nuevas tareas de los talibanes será reconfigurar el sistema que se fue corrompiendo con los años de ocupación norteamericana.

El mercado del opio

Afganistán es uno de los países que más produce opio en el mundo. Durante su gobierno, los talibanes controlaban el mercado y de hecho hay reportes que hablan de un vínculo que tenían con los narcotraficantes mexicanos, debido a la naturaleza opiácea de la heroína. Gran parte de esta droga terminaba en Estados Unidos.

Según el informe de Estrategia Internacional de Control de Narcóticos lanzado en marzo de este año, la mayoría de la producción de opio en Afganistán ocurría en los territorios bajo influencia talibán. Mediante el cultivo de amapolas y el tráfico de drogas se ha alimentado la corrupción en el país y también ha aumentado el consumo de estupefacientes entre los propios afganos. Ahora, con los talibanes a cargo del país, no se tiene claridad sobre cuáles serán las medidas que adoptarán para el control de este tipo de drogas.

Resistencia militar

Otro factor clave que enfrentará el nuevo orden talibán es la resistencia militar interna. Esta se centra principalmente en la provincia de Panjshir, habitada en forma predominante por la etnia de los tayikos, la misma que se vincula con la república de Tayikistán.

El vicepresidente del destituido gobierno afgano, Amrullah Saleh, se encuentra en este sector apuntando a liderar la resistencia contra los talibanes. Este pueblo también fue la resistencia en los años cuando el grupo talibán tenía el poder en Afganistán, por lo que no sería la primera vez que estas dos fuerzas colisionan.

Ayudas internacionales

La gran incógnita será la ayuda internacional que recibirá desde ahora en adelante Afganistán con su nuevo gobierno. Los países occidentales más grandes suelen tener una partida presupuestaria que apunta justamente a estas cooperaciones internacionales. Cerca del 10% de la partida presupuestaria de Estados Unidos estaba dirigida a lugares como Afganistán, ahora los congresistas deberán decidir de qué forma se invierten estos recursos y si finalmente seguirán prestándole apoyo al nuevo orden del país afgano.

China y Rusia se han acercado para ofrecer ayuda al gobierno talibán. Pero se trata de un apoyo muy diferente al de economías más ricas, como Estados Unidos y Europa Occidental.

Eduardo Olivares, editor general de PAUTA, habló sobre estos nuevos desafíos en Un Día Perfecto, de Radio PAUTA. Señaló que “prácticamente la mitad de la población (afgana) dependía de la ayuda internacional de una u otra manera”, por lo que la forma en que los talibanes manejen sus relaciones exteriores será decisivo para el futuro del país. 

Revise el comentario completo de Eduardo Olivares en Un Día Perfecto