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La manía por desinfectarlo todo impulsa las intoxicaciones en EE. UU.

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Bloomberg
POR Francisca Rivera |

Las urgencias a causa de productos de limpieza subieron 20% en el primer trimestre, llegando a 45.550. Los niños han sido los pacientes más frecuentes.

Las intoxicaciones relacionadas con productos de limpieza y desinfectantes aumentaron en Estados Unidos el mes pasado cuando la pandemia mundial provocó una fiebre caótica por desinfectarlo todo.

Las llamadas a los centros estatales y locales de control de intoxicaciones relacionadas con los productos de limpieza y desinfectantes aumentaron 20% en el primer trimestre a 45.550, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Las quejas incluyeron ahogo por inhalación, además de mareos y vómitos por ingestión.

“Las llamadas a los centros de intoxicación aumentaron bruscamente a principios de marzo de 2020 por exposición a productos de limpieza y desinfectantes”, según el informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC. Si bien el aumento afectó a todos los grupos de edad, los accidentes afectaron a los niños de 5 años y de menor edad de manera desproporcionada.

Una mujer adulta a la que aludía el informe desarrolló dificultades respiratorias y sibilancias después de llenar su fregadero con una solución de lejía al 10%, vinagre y agua caliente para poner sus productos en remojo. Ello resultó en un efluvio tóxico y la derivó de una ambulancia a la sala de emergencias para recibir oxígeno y broncodilatadores. La mujer mejoró al cabo de unas pocas horas.

En otro caso, un niño en edad preescolar tragó una cantidad desconocida de desinfectante para manos a base de etanol. Se mareó, se cayó y se golpeó la cabeza, y luego vomitó camino a la sala de emergencias. Su nivel de alcohol en la sangre era más de tres veces el límite legal para conducir en la mayoría de los estados. Se recuperó después de dos días en el hospital.

Para evitar exposiciones químicas, “los usuarios siempre deben leer y seguir las instrucciones en la etiqueta, solo usar agua a temperatura ambiente para la dilución (a menos que se indique lo contrario en la etiqueta), evitar mezclar productos químicos, usar protección para los ojos y la piel, garantizar una ventilación adecuada y almacenar productos químicos fuera del alcance de los niños”, concluye el informe.