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Los incendios asolan Australia tras el año más caliente y seco de su historia

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Bloomberg
POR Maria del |

El agua caída llegó en 2019 a su nivel más bajo desde que se tiene registro y la temperatura promedio del año superó en 1,5 grados a la temperatura media.

A medida que incendios forestales masivos devastan franjas de Australia y refuerzan el debate sobre el impacto del cambio climático, datos del gobierno muestran que la nación nunca ha sufrido un año más caliente o más seco que 2019.

La temperatura promedio del año pasado fue de aproximadamente 1,5 grados Celsius superior a la media de 30 años, según datos de la Oficina de Meteorología, que se remontan a 1910. Entretanto, la precipitación cayó a su nivel más bajo en cifras que datan hasta 1900. La agencia gubernamental tiene previsto publicar las cifras finales y su informe climático anual la próxima semana.

La confirmación de que el continente habitado más seco del mundo está bajo las garras de un clima históricamente extremo se produce cuando el gobierno del primer ministro Scott Morrison enfrenta críticas sostenidas de los ambientalistas y la oposición por minimizar el vínculo entre los enormes incendios forestales y el cambio climático y por no tomar medidas más radicales para frenar las emisiones de carbono.

Escasez de lluvias

Las condiciones climáticas han sido particularmente extremas en las últimas semanas. Diciembre fue más de 3 grados más cálido de lo normal y las precipitaciones alcanzaron una triste medida de 15,4 milímetros, menos de un tercio del nivel normal del mes.

El país registró un promedio de precipitaciones totales de solo 277,63 milímetros en 2019, superando el mínimo anterior de 314,46 milímetros en 1902 y comparado con un promedio de 465,2 milímetros durante el período de referencia comprendido entre 1961 y 1990.

Un fuerte dipolo positivo del Océano Índico, una medida de la diferencia entre las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Índico tropical occidental y oriental, ha reducido las precipitaciones en Australia y contribuido al calor y la sequedad. El indicador repuntó a mediados de octubre pero desde entonces ha caído nuevamente, llegando a territorio neutral.