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Kim Jong Un enfrenta nuevas presiones en casa tras cumbre con Trump

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POR Gabriela Villalobos |

La decisión del presidente de Estados Unidos de abandonar la cumbre plantea nuevas preguntas sobre la estrategia de Kim para aliviar las sanciones internacionales que oprimen a su economía.

Será un largo viaje en tren de regreso a casa para el líder norcoreano, Kim Jong Un, y podrá reflexionar sobre lo que salió mal en su segunda cumbre con Donald Trump y cómo evitar perder el terreno ganado el año pasado.

La decisión intempestiva que tomó el presidente de EE.UU. al abandonar las conversaciones nucleares del jueves, después de horas de reuniones en Vietnam, plantearon nuevas preguntas sobre la estrategia de Kim para aliviar las sanciones internacionales que oprimen a su economía. Este hecho aumenta la presión interna sobre el líder de 35 años para demostrar que no cometió un error al sentarse con el enemigo.

“Kim también invirtió mucho en la cumbre”, dijo Shin Beomchul, director del Centro de Seguridad y Unificación del Instituto Asan de Estudios de Políticas con sede en Seúl. “El riesgo político interno de Kim también es alto”.

El colapso de la cumbre reforzó la opción fundamental que tiene Corea del Norte: negociar con EE.UU. o imponer otra crisis nuclear para mejorar su posición de negociación. Si bien es difícil saber qué camino escogerá Kim, un enfoque de línea dura podría hundirlo nuevamente en el aislamiento diplomático que experimentó en el pasado, antes de todo un año sin precedentes lleno de cumbres y recepciones con alfombra roja.

El esfuerzo de Kim por controlar los daños fue evidente en un resumen de los medios de comunicación del estado que se realizó el viernes temprano, el cual no mencionó ninguna crítica e indicó que estaba comprometido con otra reunión con Trump. El informe de la Agencia Central de Noticias de Corea reafirmó el “entendimiento común” de los líderes para “calmar las tensiones y preservar la paz”, apoyando así la afirmación de Trump de que Kim se había comprometido a no reanudar las pruebas de armas.

Horas antes, sin embargo, los mejores diplomáticos norcoreanos pintaron un panorama más sombrío para una audiencia extranjera en una extraña conferencia de prensa a altas horas de la noche en Hanói. El viceministro de Relaciones Exteriores, Choe Son Hui, dijo a los periodistas que EE.UU. estaba “perdiendo una oportunidad que se presenta una vez cada mil años” y advirtió que Kim podría haber “perdido la voluntad” de negociar.

Los ojos bien abiertos

Las declaraciones de Corea del Norte el viernes no llegaron a criticar a Trump, sugiriendo que Kim quiso preservar al menos por ahora la relación personal que ambos líderes han desarrollado por las conversaciones. El rechazo podría enfocarse en otros altos funcionarios de EE.UU. en la mesa de negociaciones, como el secretario de Estado, Michael Pompeo, y el asesor de seguridad nacional, John Bolton, quienes previamente han sido objetivos de la crítica norcoreana.

Otra opción para Kim es apelar a sus relaciones con China y Corea del Sur, que han mejorado mucho desde que Trump acordó reunirse con Kim y poner fin a su aislamiento diplomático. El presidente surcoreano, Moon Jae-in, ha dedicado gran parte de su administración a mejorar los lazos entre los archirrivales, y necesita que las conversaciones entre EE.UU. y Corea del Norte se resuelvan para poder recibir a Kim en una visita sin precedentes a Seúl.

De manera similar, Xi, en medio de una ascendente guerra comercial con Trump, dijo a Kim el año pasado que China había tomado una “decisión estratégica” para reparar los lazos con Corea del Norte. Diplomáticos norcoreanos de alto rango viajaron a Pekín para sostener conversaciones en un viaje que coincidió con la cumbre en Hanói.

“Kim tendrá que nivelar nuevamente sus tácticas de negociación porque esta administración entrará con los ojos bien abiertos”, dijo David Kim, exfuncionario del Departamento de Estado que ahora es analista de investigación en el Stimson Center. “Puede que Kim ahora intente visitar a Xi nuevamente para señalar que tiene más opciones, pero yo diría que encontró en Trump un contrincante de igual calibre”.