Actualidad

Las grietas en la relación entre Bolsonaro y el Senado

Imagen principal
Bloomberg
POR Francisca Rivera |

La Cámara de Diputados mantuvo un veto presidencial sobre los aumentos salariales para los funcionarios públicos durante la pandemia, en oposición al Senado que había votado para revocarlo.

La Cámara de Diputados de Brasil mantuvo un congelamiento en los salarios del sector público que había sido rechazado inesperadamente por el Senado, concluyendo un episodio dramático que reveló grietas en la base del Congreso del presidente, Jair Bolsonaro.

En una votación de 316-165 a última hora del jueves, los miembros de la cámara baja mantuvieron un veto presidencial sobre los aumentos salariales para los funcionarios públicos durante la pandemia, en oposición al Senado que había votado para revocarlo. La decisión del Senado del miércoles por la noche conmocionó al mercado local, debido a que a los inversionistas les preocupaba que los aumentos salariales pudieran aumentar en 120.000 millones de reales (US$ 21.300 millones) el gasto público.

El real brasileño se debilitó 0,7% al inicio de la sesión del viernes, pese a que se mantuvo el veto.

Posponer dichos aumentos salariales fue la piedra angular de un acuerdo alcanzado a principios de este año que incluía miles de millones de dólares en ayuda para los estados y municipios en medio de la pandemia. Si bien Bolsonaro obtuvo suficiente apoyo en la Cámara de Diputados para mantener su veto, la medida del Senado subrayó los desafíos que enfrenta el en la cámara alta, donde las derrotas se acumulan antes de votaciones cruciales, incluida una reforma al sistema tributario del país.

Trabajo legislativo

En las últimas semanas, el Senado aprobó una propuesta con la oposición del que limita la tasa de interés que los bancos pueden cobrar a sus clientes durante la pandemia. También aprobó un proyecto de ley para controlar las noticias falsas, que afectará a algunos de los partidarios más expresivos de Bolsonaro. Ambas medidas se estancaron cuando fueron enviadas a la cámara baja.

Las próximas votaciones en el Senado incluyen un proyecto de ley para otorgar independencia formal al banco central, una propuesta para reducir una gran parte de los fondos federales existentes y una reforma a los empleos del sector público. Pero el pronóstico para tales propuestas es incierto, que también incluyen la privatización de Eletrobras, eléctrica controlada por el Estado, ya que algunos legisladores pueden no estar dispuestos a disgustar a los servidores públicos con medidas de austeridad solo tres meses antes de las elecciones municipales.

El futuro de Guedes

Las luchas en el Congreso están pasando factura al ministro de Economía, Paulo Guedes, —economista de la Universidad de Chicago comprometido con la austeridad fiscal— quien calificó la decisión del Senado de permitir aumentos salariales para los funcionarios públicos como un “crimen contra el país”.

Guedes está cada vez más aislado en su defensa de la responsabilidad fiscal. Varios miembros del gabinete se han alineado con legisladores que quieren que Bolsonaro relaje la regla del límite de gasto que los inversionistas ven como el símbolo más importante de la credibilidad fiscal de Brasil.

Bolsonaro insiste en su fe en Guedes, pero el propio ministro ha dicho más de una vez que si el Congreso bloquea su agenda de reformas, no tendrá más opción que dejar su cargo.

Marcio Coimbra, politólogo que dirige el grupo de expertos Interlegis, dijo que Bolsonaro tendrá que decidir si apoya la responsabilidad fiscal o las políticas económicas populistas a medida que aumentan las presiones presupuestarias antes de las elecciones.

“Bolsonaro jugaba en ambos campos y los senadores lo obligaron a adoptar una postura de apoyo a Guedes, por ahora”.