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Ola de masacres en Colombia revive las peores épocas de violencia

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Bloomberg
POR Francisca Rivera |

En un periodo de nueve días se han producido seis masacres en diferentes regiones del país, dejando a más de 30 personas muertas.

Una ola de masacres en Colombia está ejerciendo presión sobre el gobierno para reforzar la seguridad y proteger a los civiles, a medida que el proceso de paz logrado en 2016 con las guerrillas marxistas se viene abajo.

El 15 de agosto, hombres armados abrieron fuego contra un grupo de jóvenes en una fiesta en el suroeste de Colombia, matando a ocho, la mayoría de ellos estudiantes. Los motivos aún no están claros, pero los asesinatos tuvieron lugar en una región productora de cocaína donde grupos armados ilegales luchan por el control.

En los días siguientes, al menos 23 personas murieron en incidentes similares en diferentes regiones del país y el más reciente ocurrió el domingo por la noche cerca de Medellín, según Indepaz, ONG colombiana que monitorea el conflicto.

El presidente, Iván Duque, culpó a las mafias de narcotraficantes por la violencia, y dijo que eran producto del aumento de la producción ilegal de drogas en los últimos años. Los asesinatos revivieron los recuerdos de fines de la década de 1990, uno de los períodos más oscuros de la historia de Colombia, cuando los grupos paramilitares ilegales masacraban a civiles en masa para sembrar el terror y reafirmar el control. Las masacres eran también comunes durante la guerra civil conocida como “La Violencia” las décadas de 1940 y 1950.

“Actualmente, los grupos son más pequeños que los anteriores, tienen menos orden de jefatura pero son mucho más agresivos, no responden a mandos estructurados si no que son mucho más independientes”, dijo Camilo González, presidente de Indepaz.

Un corto acuerdo de paz

El acuerdo de paz con la guerrilla marxista de las FARC ya estaba en serios problemas cuando Duque asumió el cargo en 2018. El breve período de calma después del acuerdo de paz pronto terminó cuando las bandas de narcotraficantes se apoderaron de las regiones abandonadas por la guerrilla y exrebeldes no conformes con el acuerdo volvieron a tomar las armas.

Duque se ha opuesto sistemáticamente a ofrecer beneficios generosos a los grupos violentos para conseguir que se desarmen, como su predecesor, el expresidente Juan Manuel Santos, hizo con las FARC. Pero tampoco ha liderado una ofensiva militar masiva contra tales grupos como los realizados durante el gobierno de su mentor, el expresidente Álvaro Uribe.

“Homicidio colectivo”

Duque dijo el sábado que Colombia ha sido víctima de 1.361 actos de “homicidio colectivo” desde 1998, un término que usó para describir los asesinatos en masa, y agregó que de ellos solo alrededor de 2% ocurrieron durante su administración. Señaló que ordenó a las fuerzas de seguridad ser “implacables” con los grupos armados ilegales y mejorar la labor de inteligencia.

La Defensoría del Pueblo de Colombia usa el término “masacre” para referirse a un incidente en el que tres o más personas son asesinadas. Usando esta definición, Indepaz ha registrado 45 masacres en el año hasta el 23 de agosto.

La producción de coca, la materia prima para la fabricación de cocaína, se disparó a un récord de 171.000 hectáreas en 2017, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, suficiente para producir potencialmente alrededor de 900 toneladas de cocaína. Eso llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a amenazar efectivamente con cortar préstamos y otras formas de ayuda a Colombia.

La producción de coca cayó 9% el año pasado, durante el primer año completo de Duque en el cargo, según las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. El ministro de Defensa, Carlos Trujillo, dijo el lunes que el gobierno reiniciará la fumigación aérea de los campos de coca con glifosato, que fue suspendida hace cinco años después de que la Organización Mundial de la Salud dijo que el herbicida probablemente era cancerígeno.