Xi Jinping llama a “nueva Larga Marcha” ante conflicto con EE.UU.
La frase podría ser considerada una especie de arenga al país, mientras la disputa comercial con el gobierno de Trump escala cada vez más.
El presidente chino, Xi Jinping, hizo un llamado a los ciudadanos del país para que se unan a una “nueva Larga Marcha”, una frase que usó en el pasado para caracterizar el progreso a pesar de las dificultades, en momentos en que Estados Unidos considera restricciones más estrictas a compañías tecnológicas chinas en medio de una guerra comercial cada vez más profunda.
Xi hizo las declaraciones el lunes mientras salía del jardín memorial de la Larga Marcha en la provincia de Jiangxi, según un videoclip publicado por la televisión estatal. El sitio marca el punto de partida de una larga migración desde 1934 por parte del ejército del Partido Comunista después de sufrir contratiempos que lo obligaron a unirse con las tropas en el noroeste de China.
“Llegamos al punto de inicio de la Larga Marcha para experimentar la salida del Ejército Rojo en ese momento”, declaró Xi a una multitud que lo aclamaba. “Ahora es una nueva Larga Marcha y debemos comenzar de nuevo”.
Si bien los comentarios tienen un significado histórico, en marzo pasado también Xi llamó a la ofensiva orientada a convertir las propuestas del partido en realidad una “nueva Larga Marcha” y la agencia estatal de noticias Xinhua definió la frase como la realización del sueño chino en un artículo del miércoles. Sin embargo, el momento en que se publicó el clip, publicado un día después de que Xi formulara los comentarios, y la decisión de emitir solo una frase podría interpretarse como una arenga a la nación para lo que se espera sea un conflicto prolongado con EE.UU.
El viaje de Xi a Jiangxi se produjo después de que las negociaciones entre Beijing y Washington se estancaran y el presidente de EE.UU., Donald Trump, acusara a China de retirarse de un acuerdo que estaba tomando forma y renegar de un pacto para legislar varias reformas acordadas.
El lunes, Xi visitó una planta de tierras raras en Jiangxi, alimentando la especulación de que los materiales estratégicos puedan ser un arma comercial del gigante asiático contra el país norteamericano.