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La “otra inflación”: colegios elevan notas de alumnos para favorecer ingreso a educación superior

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Agencia Uno
POR Santiago Parro |

Tanto expertos como el Mineduc admiten el fenómeno, que según una investigación del CEP es especialmente relevante en los establecimientos pagados.

El cierre de las postulaciones a la educación superior de los más de 275 mil jóvenes que rindieron la Prueba de Transición Universitaria (PTU) mantiene el desafío de que el ingreso a ese nivel educativo dependa del talento y no de la realidad socioeconómica de los estudiantes.

El puntaje ranking (el promedio de notas del alumno en relación a su contexto educativo) se sumó en 2012 como otro factor a ponderar, junto a las notas de enseñanza media y el resultado de la prueba de selección anual. Pero según los expertos, esto no ha generado los cambios esperados.

Peor aún, ha llevado a los colegios a mejorar sistemáticamente los resultados de los alumnos, para posicionarlos de mejor manera y potenciar así sus opciones de ingresar a la educación superior. Algo que no estaría estrictamemente relacionado con mayores aprendizajes.

Un estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP) concluyó que los alumnos están obteniendo cada vez mejores calificaciones durante los cuatro últimos años de colegiatura, lo que se traduce en un aumento considerable en las  notas de enseñanza media y el puntaje ranking. A este aumento sistemático del promedio de los estudiantes se le llama “inflación de notas” y, aunque ocurre en todos los colegios, es especialmente relevante en los particulares pagados.

“Es un instrumento tremendamente injusto. Si tú mejoras las notas de tus estudiantes y otro colegio no lo hace, estás beneficiando a tus alumnos pero perjudicando a los otros que no las mejoraron. Lo que está pasando hoy en día es que las notas benefician de forma descarada a alumnos de colegios particulares pagados”, dijo a PAUTA  la investigadora del CEP Sylvia Eyzaguirre

Un círculo vicioso

Eyzaguirre explica que esta práctica comenzó a ser evidente desde el año 2002, con promedios de notas en establecimientos pagados, subvencionados y municipales que iban aumentando, pero en forma mínima. En diez años subieron 0,5 décimas. Pero luego que en 2012 se introdujera el puntaje ranking, las notas se elevaron de manera abrupta, prácticamente tres décimas. 

Añade que esto va de la mano con el hecho que los puntajes de corte de cada carrera han ido elevándose cada año. Esto no se debe a los puntajes de las pruebas anuales (PSU y PTU), sino más bien al aumento de puntajes ranking máximos, relacionados con el alza de las notas en la enseñanza media. Este círculo presiona a los colegios a mejorar las calificaciones de sus alumnos.

Advierte que esto puede tener consecuencias en el acceso a la educación superior, ya que los establecimientos que comparativamente elevan más las notas presentan mayores tasas de matriculados.

Mineduc no se cierra a cambios

El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, considera que es sumamente necesario realizar un análisis más profundo para poder determinar las causas del aumento progresivo que experimentan las notas de enseñanza media y el ranking asociado.

“Dado que estos indicadores son factores considerados al momento de ingresar a la universidad, pareciera ser que existe un incentivo, sobre todo en ciertos colegios, para que los estudiantes tengan mejores notas y así tengan más posibilidades de entrar a la universidad”, sostuvo.

También plantea que la pandemia, que se tradujo en clases a distancia, pudo haber tenido alguna incidencia en las notas, considerando que las evaluaciones presenciales son más estrictas que las que se hacen de forma telemática.

Es por estas razones que propone una evaluación permanente de estos sistemas de medición, que podría derivar en ajustes específicos de ser necesario.

¿Un sistema colaborativo o competitivo?

Para la directora ejecutiva de la fundación Educación 2020, Alejandra Arratia, en el último tiempo la inflación de las notas ha ido de la mano con la pandemia, ya que la evaluación a distancia ha sido diferente a la presencial.

Pero más de fondo, apunta a que la existencia de esta ‘”carrera” por elevar las notas es “un indicador más de un sistema educacional que es muy competitivo y que pone mucho énfasis en el rendimiento, lo que puede provocar este tipo de distorsiones”. Pone como ejemplo que las mismas instituciones educativas hagan publicidad por sus buenas notas de enseñanza media.

Arratia opina que se debe avanzar desde un sistema competitivo a uno colaborativo, desarrollando competencias entre los docentes para poder evaluar los aprendizajes de los alumnos. “Evaluar no es lo mismo que calificar”, advierte.

También comenta que calibrar las notas podría ser una solución. “Hay un concepto que se llama calibrar las notas, calibrar el juicio de evaluación en el fondo. ¿Sabemos si una nota 6,5 en Antofagasta es más o menos lo mismo que un 6,5 en una escuela en Coyhaique?  Creo que no tenemos un mecanismo que nos ayude a calibrar la vara, por así decirlo, para que sea más o menos similar”, opina.