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Consejo del INDH: “Acá hay discusiones, pero no enemigos”

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POR Ana María |

El director (s) de la entidad, Cristián Pertuzé, reconoce tensiones internas, pero descarta que se haya planteado cambiar la doctrina del INDH, como denunció Consuelo Contreras.

Cristián Pertuzé, ingeniero comercial y politólogo, fue uno de los últimos consejeros nombrados para el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). Llegó en julio de 2019, nombrado por la Cámara de Diputados. Lo hizo solo tres meses antes del estallido social del 18 de octubre, un hecho que no solo cambió al país, sino también el clima, las diferencias, la carga de trabajo y el funcionamiento de este organismo: pasaron de presentar 30 querellas al año a 1.200 en cuatro meses, el 90% de ellas en contra de Carabineros.

También, los funcionarios comenzaron a salir a terreno y los consejeros -que son 11, incluido su director, Sergio Micco– a reunirse muchas más veces de las que solían hacerlo.

Estrés y tensiones internas son parte de las situaciones que se viven dentro del Consejo del INDH desde el 18-O, del que Pertuzé está como director subrogante durante las vacaciones de Micco. Parte de ellas también tienen que ver con la matriz cultural y política de cada uno de sus miembros, reconoce Pertuzé a PAUTA, las que han intensificado sus diferencias. Aunque mostraron unanimidad en la entrega de su informe final, en diciembre pasado, cuyo foco fue los abusos y vulneraciones a los derechos humanos en el estallido social.

Las diferencias internas en el Consejo las detalló PAUTA el pasado 29 de enero. Micco navega en aguas turbulentas desde que asumió como director, dos meses y medio antes del 18-O. Y suele contar solo con seis -incluido el suyo- de los votos de los consejeros, que son de distintas tendencias políticas. Sus apoyos están hoy en los representantes ligados a la derecha Carlos Frontaura, Sebastián Donoso y Pertuzé, además del DC Eduardo Saffirio y el exdirector del INDH Branislav Marelic, nombrado por la sociedad civil y de tendencia de centroizquierda.

Sus principales críticos, en tanto, son cinco: la exdirectora del INDH Consuelo ContrerasDebbie Guerra, Margarita RomeroSalvador Millaleo y Yerko Ljubetic. Son los cinco votos que Micco suele tener en contra.

La tensión y la policía

Esta semana, los roces internos se hicieron públicos cuando Consuelo Contreras dijo en La Segunda, el 5 de febrero, que hay un intento de una parte de los consejeros -entre los que no encuentran ni ella ni Romero ni Millaleo ni Guerra ni Ljubetic- que según ella quieren cambiar la doctrina interna del INDH. Esto, señaló, pues otros miembros (que no nombra) considerarían que particulares también pueden violar los derechos humanos de los policías. “Hay posiciones políticas muy distintas, en una tensión muy alta y que, insisto, tienen que ver con la polarización”, opinó.

Mientras, Marelic señaló a El Mercurio el 7 de febrero que el clima del Consejo del INDH “es un reflejo de la polarización social del país, donde están primando los extremos”.

Incluso se ha hablado de gritos y garabatos en las sesiones de Consejo, un hecho que Pertuzé, en entrevista con PAUTA, dice desconocer, aunque admite las tensiones. Adelanta que en la próxima cita, a fines de febrero, “sin duda vamos a conversar sobre las declaraciones de los consejeros y tratar bien el contexto en el que se dijo cada una de las frases. También [queremos] entender por qué un consejero habla de garabatos y si se sintió afectado en algo. O por qué se habló de que queríamos cambiar la doctrina. Sinceramente, esas preguntas nos las tenemos que hacer”.

-¿Y cómo es el clima interno en el Consejo del INDH?

“Un clima normal dentro de un consejo directivo en el que hay diferencias de posturas. Hay discusiones, o más que discusiones, debates. Pero no es un clima de conflicto permanente. Sí ha habido algunas tensiones en ciertos momentos más fuertes entre uno y otro consejero, pero no un clima de conflicto como se ha intentado decir. Y, obviamente que después del estallido social, hay ciertas discusiones y matices respecto de las ‘problemáticas’, pero no es que los consejeros no podamos trabajar en conjunto”.

-¿Cómo conviven si usualmente son seis votos contra cinco? ¿Está polarizado el consejo?

“Hay en ciertos momentos en que se da esta lógica. Pero la primera votación del 6-5 fue para la elección de Sergio (Micco). Pero en otros se han votado con otras configuraciones. Y también hemos tenido unanimidad”.

-Consuelo Contreras y Branislav Marelic hablan de un clima rudo, polarizado. Con discusiones a gritos en las sesiones.

“Para ser sincero, nunca he escuchado ni gritos ni garabatos dentro de las sesiones ni entre los consejeros. Pero sí en momentos he escuchado defensas más vehementes”. 

-Pero también ha habido reuniones privadas entre los consejeros nombrados por la sociedad civil, donde están Contreras y Marelic.

“Como yo no fui elegido por la sociedad civil, no lo sé. Pero hubo una reunión a mediados de enero, después de que se entregó el informe anual, que la sociedad civil le pidió a sus representantes. Y se dice, efectivamente, que les dijeron que en algunos aspectos que se manifestaron en el informe, ellos no estaban de acuerdo”.

-¿Fue sobre el tema relativo a Carabineros?

“Nosotros nunca hemos hablado sobre el tema de presentar querellas que sean por violaciones o ataques a los Carabineros. No es un tema que se haya tratado en el consejo”.

“Ha habido un clima tenso”

-Pero Consuelo Contreras señaló que había un intento de cambio de doctrina del INDH por parte de un grupo de ustedes.

“Lo aclaré en un comunicado: nunca hemos hablado de eso. En muchas ocasiones ha habido un clima tenso. No voy a decir que no. Pero un clima de conflicto permanente y absoluto no existe. No entiendo por qué y en qué contexto (Contreras) dijo eso. Tampoco sé a qué se refiere. No nos hemos contactado, porque ella está de vacaciones. Pero de lo que ella habla, puedo decir que nunca se ha planteado por ningún consejero la posibilidad de reinterpertar la doctrina ni de modificar la normativa que nos rige para que podamos presentar querellas contra los atentados y ataques que sufren carabineros. Porque la doctrina del derecho internacional de los derechos humanos, como también nuestra normativa, lo que busca es que prevengamos la violación de los derechos humanos por parte de agentes del Estado y, en casos excepcionales, por inacción del Estado. Por ejemplo, el caso de las empresas en Puchuncaví y Quintero, que generaron graves afecciones de los derechos de un medioambiente libre de contaminación“.

-Entonces, ¿por qué el planteamiento de Contreras?

“Nosotros lo que hemos planteado es el rechazo a la violencia en cualquiera de sus formas. Ya sea entre civiles, de civiles hacia uniformados y, obviamente, y ahí sí que nos querellamos, de uniformados y policías hacia la población civil. Y cuando hay uso excesivo de la fuerza, daño o muerte de las personas. Insisto: rechazamos la violencia, pero nunca hemos planteado ni analizado el cambio que plantea Consuelo (Contreras). Nosotros no hemos hablado con ella. Estuve con Salvador (Millaleo) y Yerko (Ljubetic) y tampoco han conversado con ella. No sé en qué contexto lo dijo, porque leyendo la entrevista, eso no es cierto”.

-¿De qué sí han discutido?

“Hemos discutido, sin duda, de la violencia que ha ocurrido a partir del estallido social. Hemos discutido del tema de las violaciones a los derechos humanos. Hemos tenido muchos debates, pero nunca ha estado eso de modificar nuestro accionar. Tenemos muy claro cuál es nuestro rol y cómo debemos accionar como consejo y como instituto en el aspecto de derechos humanos. Porque es un compromiso de todos los consejeros la protección de los derechos humanos de los chilenos. Ahí no hay un debate”.

-Usted dijo que ha habido momentos muy tensos. ¿Cuáles han sido los temas que han provocado mayor tensión entre los consejeros?

“Hubo tensión respecto de la declaración de Sergio (Micco) de si las violaciones a los derechos humanos eran sistemáticas o no, cuando se lo preguntaron en Canal 13. Hubo un debate, pero llegamos a un acuerdo. Y dijimos que si bien estábamos de acuerdo con él, obviamente tampoco podíamos decir que no las hubiese y teníamos que seguir investigando. Eso es lo que se le planteó. Hubo algunos consejeros que en ese momento estimaban que sí había violaciones sistemáticas. Pero después hubo un acuerdo”.

-¿Era la postura de los consejeros de izquierda?

“De una consejera en particular, pero no voy a decir el nombre, porque cada uno sabe lo que dice. Pero más que si era de izquierda o no, ella creía y percibía que había violaciones sistemáticas. Sin embargo, después de toda la discusión, acordamos como consejo que no se iba a plantear el tema de violaciones sistemáticas en el informe anual. Porque eso se votó y la mayoría del consejo entiende que no hay violaciones sistemáticas. O en aspectos de si teníamos que pedir o no pedir que se fueran inmediatamente las Fuerzas Armadas en el estado de excepción. Esos son aspectos, más de posiciones, de la matriz cultural y política de la que vienen los distintos consejeros”.

-¿Influye esa matriz cultural y política de los consejeros?

“Sin duda que influye como en toda la vida y las sociedades. Porque las matrices culturales y políticas que cada uno tiene van influyendo en los debates, en las posiciones y en todo. Y eso muestra la diversidad y el pluralismo que tiene el consejo. Por eso es que en su elección se busca esa pluralidad para que estos debates se puedan dar con las alturas de miras. Acá hay, como en todo órgano deliberativo, discusiones, pero no un ambiente de enemigos”.

El estrés

-¿Cómo era el clima interno en el INDH previo al 18-O? 

“Sin duda el estrés ha llevado a un clima bastante más tenso. Y es porque también las funcionarias y funcionarios han estado expuestos a el trabajo en la calle. Más que tenso, diría de estrés laboral”.

-¿Antes también había debates dentro del consejo?

“También había discusiones sobre temáticas. Pero, claro, en este organismo, tal como el país, nos hemos visto en toda la tensión que ha significado el estallido: mucha más demanda de la sociedad por nuestro trabajo y demanda del Estado para dar recomendaciones. Eso ha estresado también a los funcionarios y funcionarias”.

-¿Y cómo ha sido su experiencia en estos siete meses en el INDH?

“Estresante, pero es un tema que me gusta, que me tiene convencido. Pero con el estallido social ha sido bastante más estresante y expuesto de lo que uno pensaba. Yo iba con una posición de aportar sobre todo en los temas de educación y formación en derechos humanos, porque siempre me he dedicado a hacer clases en universidades. Y te encuentras con el estallido social que nos explotó a todo el país. Estoy muy contento e ilusionado con el trabajo que se puede hacer en el instituto”.

El destino de más de mil querellas

-Entre octubre y febrero, el INDH ha interpuesto 1.200 querellas, las que se presentan inmediatamente después de los hechos. ¿Han analizado cuál puede ser su destino?

“Primero, nosotros no tenemos como función investigar. Antes del estallido social, en general eran presentadas al consejo para su aprobación. Pero con la temática del estallido y ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos, el consejo le dio un mandato a Sergio (Micco) para que, sin tener que pasar por el consejo, pudiera presentar las querellas en función de los antecedentes y cierta verosimilitud que se pudiera tener respecto de esas denuncias”.

-¿Cómo se chequea esa “cierta verosimilitud” de la que habla?

“En algunos casos nosotros nos encontramos con personas heridas que atestiguaban. Pero no tenemos cómo investigar. Lo que hacemos es pedirle eso a la Fiscalía. Así operamos”.

-¿Se han planteado que existan querellas que se pueden “caer”? ¿Se ha conversado el tema?

“Sí, se ha conversado. Yo creo que vamos a tener tres tipos de querellas. Primero, las que se terminen, se encuentre un culpable, se establezca la verdad y se aplique la justicia que corresponde. Después, otro tipo de querellas en las que lo que esperamos es que se determine, al menos, la verdad. Por ejemplo, si las heridas o la violación [a los derechos humanos] efectivamente fue hecha por un agente del Estado, pero que a lo mejor no vamos a saber nunca qué agente del Estado fue en particular. Pero establecer la verdad es muy importante para este tipo de situaciones”.

“Y, tercero, otro tipo de querellas en que es posible que no tengan los parámetros y sean sobreseídas. Porque nosotros no tenemos pruebas, sino que la mayoría de las querellas son por relatos o denuncias que hacen directamente los afectados. Además, para presentar querellas, nosotros tenemos que tener la autorización de esa persona. No es automático”.

-¿Y alguna persona ha dicho que no quiere querellarse?

“Que yo sepa, hasta el momento, no”.