Evasión cerca de máximos históricos: Posibles salidas a un problema multidimensional
En Radio Pauta, expertos debaten sobre cómo frenar la evasión en buses del Sistema Red, que llegó al 44% en el segundo semestre de 2022.
A un 44,04% llegó en el segundo semestre de 2022 la evasión en buses en el Gran Santiago. Así lo informó este martes 28 de marzo el Índice de Evasión que elabora el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM).
El índice representa un aumento de un 3,7 puntos porcentuales respecto al primer semestre del año pasado, cuando se registró un 40,3%. Pese al aumento, la cifra está por debajo de la más alta medida en la historia del sistema, que llegó a un 46,2% y se registró durante el segundo semestre de 2020.
El estudio es una medición sobre la base de una muestra de 126 servicios regulares y 2.068 expediciones, preferentemente los días martes, miércoles y jueves de cada semana, entre las 06:00 y las 20:30 horas.
A juicio de Louis de Grange, expresidente de Metro de Santiago y actual director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Diego Portales, “estas cifras de evasión son enormes y representan un deterioro social grave”.
“Lo más preocupante, es que no se aprecia un compromiso por parte del ministro de Transportes en enfrentar este grave problema. De hecho, la meta declarada es bajar de un 44% a un 40% a fin de año, cifra que sigue siendo enorme y bastante mayor que la evasión del año 2021”, añade.
El director de la Escuela de Transporte y Tránsito de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Álvaro Miranda, comenta que “tenemos un problema endémico. Las cifras están muy por sobre la evasión que se ve en otros países. El problema es serio”.
El académico agrega que “el problema no mejora, y tiene algunas fluctuaciones, que se pueden explicar por la pandemia o el estallido social, pero en términos generales, desde antes del estallido las cifras son grandes. Esto impacta fuertemente en el financiamiento del transporte público”.
¿Cuáles son los operadores de buses más afectados por la evasión?
El informe elaborado por el DTPM no entrega información respecto a las comunas donde se registra mayor evasión. Esto, según explican, para evitar generar “estigmatizaciones innecesarias”. Sin embargo, el estudio revela cuáles son los operadores más afectados por el fenómeno.
El ránking lo lidera la empresa Subus Chile S.A., que opera 49 servicios regulares en 26 comunas de la Región Metropolitana, con un 61,9%. Lo sigue, con un 54,2%, Voy Santiago S.A., que cuenta con 25 recorridos en 18 municipios de la capital.
En tercer lugar, con un 47,3%, se ubica STP Santiago S.A., que maneja 48 servicios en 29 comunas de la capital. Red Bus Urbano S.A., en tanto, obtuvo un 38,5% de evasión. La empresa opera más de 50 recorridos en las zonas norte y oriente de Santiago.
El listado lo cierran Buses Vule S.A. -encargado de 98 servicios en 22 comunas-, con un 35,7%, y Metbus S.A. -operador de 70 recorridos troncales en 21 municipios-, con un 30,6%.
¿Qué hacer con la evasión? ¿Se puede frenar?
El expresidente de Metro afirma que “las causas de la evasión son muy variadas, aunque sin duda que han sido exacerbadas por la falta de una condena política transversal hacia ella. Poco tiempo atrás, actuales autoridades no solo relativizaban, sino que además promovían e incluso celebraban las evasiones”.
Para el ingeniero, “no se observa una preocupación por parte del Ministerio de Transportes ni de los operadores en enfrentar este problema que le cuesta cientos de millones de dólares cada año al Estado”.
En esa línea, sostiene que “es difícil enfrentar la evasión. Sin embargo, sí es posible reducirla significativamente, para lo cual se requieren compromisos y recursos específicos”. Entre otras medidas, De Grange propone “un acuerdo político de todos los sectores que condene la evasión y la trate como un delito”.
Además, plantea que “es importante inyectar temporalmente una importante cantidad de recursos, de tal forma de fortalecer a los equipos de fiscalización, para que sea más efectiva su labor y evitar que los agredan. También, es necesario modificar las normas existentes de tal forma de aumentar y viabilizar las sanciones a los evasores”.
Miranda asegura que “no parece que lo que se ha logrado hacer hasta hoy, los procesos de fiscalización y las medidas antievasión, hayan tenido un efecto real importante, y si lo han tenido ha sido más bien secundario o marginal”.
El director de la Escuela de Transporte y Tránsito de la UTEM insiste en que “la evasión ya no es únicamente un tema operativo. Es un tema social y cultural. La gente ha internalizado la evasión como una conducta normal. Muchos ya no lo consideran ni como una falta, sino que lo ven como algo justificable”.
El profesor dice que esto “va unido a falencias operativas en los procesos de fiscalización y de sanciones, pero también en los procesos tecnológicos para acompañar el pago del pasaje y mejorar las plataformas. La calidad del servicio también es algo que no acompaña mucho. Muchos se ven motivados a evadir por eso. Esto es un problema multidimensional”.
En ese sentido, sugiere que “hay que mejorar cada una de estas aristas. Hay que aumentar los procesos de fiscalización y mejorar las plataformas tecnológicas para facilitar e incentivar el pago. Pero también, mejorar la calidad del servicio y focalizar los recursos para que aquellas personas que evaden porque no tienen dinero, sean ayudadas a acceder al servicio”.
Desde el Ministerio de Transportes aseguraron que a fines de noviembre de 2022, se lanzó el plan Antievasión como parte del plan Calles Protegidas. “Este paquete de medidas tiene varios ejes para enfrentar a quienes no pagan: duplicar los controles a pasajeros y aumentar en un 43% las zonas pagas, mejorar los sistemas de control de acceso a los buses, implementación de nuevas tecnologías, educación e información y coordinación intersectorial”, informaron.
Además, declararon que a marzo de 2023, se han realizado más de 75 mil controles de los 257 mil autoimpuestos y se ha oficiado a las empresas para retomar el cierre de puertas traseras y realizar capacitaciones a los conductores.