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Exmédicos CLC acusan que la clínica emitió boletas personales a nombre de los doctores

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POR Francisco Gomez |

En conversación con radio Pauta, un grupo de médicos acusa que la institución emitió boletas a nombre de los doctores, que no todos esos montos han sido pagados y que además, cuando hay depósitos, los valores no coinciden. Todo esto fue descubierto hace pocos días, cuando los médicos, contadores, etc, comenzaron a revisar lo relativo a la Operación Renta 2023.

“Ojo revisen sus boletas personales en SII. Vean si la clínica les emitió boletas personales por concepto de deuda de modelo médico… La boleta está a nombre mío… Una boleta que nunca hice…”. Esto es parte de lo que se puede leer en chats de exmiembros de CLC.

Antiguamente, la relación que los médicos tenían con la clínica era a través de las sociedades, pero con la llegada de la nueva administración (donde asumió la dirección Alejandro Gil, pareja de Cecilia Karlezi, la principal controladora de la clínica, y Rodrigo Mardones como director médico), les hicieron firmar otros acuerdos: cambió el modelo de negocios. Toda la planta de doctores pasó a ser contratada, aumentó el arriendo de cada bloque, además de pagar un derecho de acceso a trabajar en la clínica, entre otras materias.

Y en uno de los últimos papeles firmados, según explicó a radio Pauta el cirujano vascular Gustavo Sepúlveda, ex CLC, “se incluyó una cláusula que decía que, si los médicos no emitían una boleta a través de las sociedades, la clínica tenía la facultad de emitirlas a nombre de los doctores y rescatar los pagos que les correspondían, a través de otros”. Contratos que en su mayoría están en poder del establecimiento.

Hablamos de las “Boletas de honorarios electrónicas a terceros”, las cuales, según informa el SII, son emitidas por contribuyentes que realizan actividades de primera categoría de la Ley de Renta (industria, comercio, servicios y personas jurídicas en general), cuyos destinatarios son personas naturales que no tienen inicio de actividades.

Pero serían boletas que no están bien emitidas desde el punto de vista tributario y jurídico, porque muchos de esos especialistas han iniciado sociedades. Además, uno de los artículos dice que quien emite la boleta la tiene que imprimir o enviar, y “eso no ocurrió”, asegura Sepúlveda. La médico cirujano y especialista en Ginecología, Adela Camus, es otra de las decenas de afectadas. En conversación con este medio, sostuvo que “la clínica, en vez de emitir una boleta a nombre de mi sociedad, lo hizo a mi nombre (como persona natural), sin avisar y tampoco pagar… Como una cosa trucha…”. Boletas que están sujetas a pagar impuestos y que ya no se podrían anular.

Un doctor que ya no está en ese centro médico explica en off que, “se emitieron boletas por terceros. Fueron aproximadamente $1.000 millones en diciembre, emitidas a médicos vigentes y no vigentes… Lo grave es que en la mayoría de los casos el contrato marco lo firma la sociedad y no el médico como persona natural. Pero estas boletas fueron emitidas a nombre del médico y no de la sociedad, lo cual es un incumplimiento del mismo contrato que la clínica los hizo firmar”.

La glosa de esas boletas es otro tema que ha llamado la atención: “deuda según contrato de modelo médico por recaudaciones período 2021 a 2022 cláusula quinto/uno”. Según explicó a radio Pauta la oncóloga Laura Itriago, ex CLC, “esto significaría que la clínica, además del arriendo que pagan los doctores, por cada boleta emitida le quitan un porcentaje (royalty) y según el centro de salud hay montos pendientes que los doctores no han pagado (porque no han emitido la boleta o no les han avisado), y lo que hacen es emitirlas por esa supuesta deuda (de una plata que no han recibido), y lo hicieron a nombre de persona natural y no sociedad, como tienen varios”.  

Sepúlveda, excoordinador del equipo de cirugía vascular, complementa que “nos están emitiendo una boleta con glosa que dice que les debemos, y, por otra parte, ese papel es un argumento para decir que ellos nos deben, porque es una plata que supuestamente recibiría la clínica, pero que nos tienen que pasar a nosotros y eso nunca sucedió”.

Todo esto ha llevado a que unos 30 médicos, ex CLC, se decidieran a presentar demandas que ya están en curso contra la clínica. Uno de los abogados a cargo, quien pidió reserva de su nombre, sostuvo que “en los próximos días estamos presentando las querellas criminales por el delito de apropiación indebida”, a raíz de dineros que no han sido entregados a sus clientes, que rondarían los 2.500 millones de pesos. El experto dijo que “por la situación patrimonial financiera de la clínica no hay otra vía que no sea la penal”.   

En medio de las fiscalizaciones, querellas y denuncias, la crisis que vive la clínica Las Condes ha llevado a que más de 300 doctores hayan dejado el centro médico en los últimos meses. Uno de ellos comentó en off a radio Pauta que tras 17 años trabajando en ese recinto, “salir de ahí fue como respirar, no sé cómo toleré tanto, cometí un tremendo error al haber aguantado todo el maltrato de la CLC”.

A eso se suman los reclamos que han llegado hasta la Superintendencia de Salud, los cuales según confirmó a radio Pauta Víctor Torres, “desde 2019 hasta enero de 2023 tenemos un total de 860 reclamos contra la clínica por diversas materias, y además se han instruido nuevas fiscalizaciones extraordinarias por denuncias recibidas por personas, ex profesionales y del Colegio Médico”.

Las razones apuntan a lo planteado por decenas de médicos en una carta que llegó hasta la Superintendencia, donde detallaron una serie de falencias, lo que deriva -según ellos- en un “riesgo sanitario”. Esto llevó a que el presidente de CLC, Alejandro Gil, y el gerente general de la institución, Ignacio Tapia, interpusieron una querella por injurias contra la exdirectora médica del establecimiento, May Chomali; el traumatólogo, Roberto Postigo, y la siquiatra, Viviana Herskovic.

Por su parte, el abogado Patricio Fernández, ex Superintendente de Salud, confirmó a radio Pauta que ya han presentado 12 querellas contra la clínica, las cuales aumentarían a 14 en los próximos días. Las denuncias son por apropiación indebida, administración desleal y eventualmente delitos personales de los ejecutivos y gerentes.

Allanamientos, fiscalizaciones, fuga de médicos, pérdida de la Joint Comission, término del contrato docente con la Universidad de Chile, doctores no certificados, disminución de cirugías y nuevas querellas, son algunos de los problemas por los que atraviesa uno de los centros de salud más importantes del país. 

La crónica diaria de Gabriela Valenzuela: