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Felipe Berríos: “Quiero poder defenderme de la forma más transparente posible”

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Agencia Uno
POR Manuel Izquierdo |

El sacerdote jesuita Felipe Berríos aseguró a través de una declaración que los hechos que se le imputan “no son ciertos” y que ingresó un escrito en el Ministerio Público solicitando que se investiguen las denuncias recibidas por la Iglesia y publicadas en medios de comunicación.

Un mes después de conocerse las denuncias en su contra, el sacerdote Felipe Berríos informó a través de una declaración pública que recurrió al Ministerio Público, solicitando que se investiguen “los hechos descritos en la denuncia [recibida por la Iglesia] así como también respecto de lo publicado en algunos medios de comunicación, que indican que habría otras denuncias, las que a la fecha desconozco y no me han sido informadas”.  

Berríos, que hasta fines de abril desempeñaba sus labores en un campamento de Antofagasta, cuestionó la forma de tramitar los casos dentro de la Iglesia. “Estoy sometido a un proceso canónico que, por regla, se debe mantener en estricto secreto. Esto significa que una sola persona elaborará un informe, documento que luego irá al Vaticano, donde una comisión analizará el caso y adoptará una decisión cuyos antecedentes no se divulgarán”, aseguró.

El jesuita afirmó que los hechos imputados “en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad. Quiero tener la posibilidad de poder defenderme ante el Ministerio Público y los tribunales en la forma más transparente posible”.

El religioso, que se encuentra suspendido desde prinicipio de mayo, explicó que dejó de guardar silencio porque “se han publicado en la prensa una serie de datos acerca de este caso, la mayoría de ellos de fuentes no identificadas y se han echado a correr muchos rumores falsos […]. Espero que, de ahora en adelante, toda información que se divulgue sea pública, abierta, transparente y, sobre todo, respetuosa de la verdad”.

La autodenuncia fue recibida por el fiscal regional metropolitano sur, Héctor Barros, y la investigación será realizada por la Fiscalía de Género y Delitos Sexuales.

El 3 de mayo, a través de un comunicado de prensa, la Compañía de Jesús informó que el 28 de abril se había recibido una denuncia de “una mujer adulta” en contra del sacerdote Felipe Berríos por “hechos de connotación sexual” que habrían tenido lugar “cuando la denunciante era menor de edad”. La orden religiosa nombró como investigadora la abogada penalista María Elena Santibáñez.