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“La gente está acercándose a la Iglesia con preguntas y opiniones que antes no formulaba”

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Agencia Uno
POR Matias Bobadilla |

El vocero de la CECh, Jaime Coiro, dijo que el perdón de los sacerdotes abusadores debe ser con reparación y que para eso están los tribunales de justicia.

El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reapareció -tras su ausencia del Te Deum- en la conmemoración de los 400 años de la Iglesia de San Francisco, evento en el cual pidió “perdón y ayuda” a las víctimas de abusos por parte de ministros de la Iglesia chilena. Esto, luego que el Papa Francisco aceptara la renuncia de dos obispos más.

El vocero de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Jaime Coiro, sostuvo que la decisión del Santo Padre no es una solución sino parte del camino. “Él mismo dijo que los cambios en la jerarquía no eran un paso necesariamente suficiente para poder revertir esto cuyo trasfondo es la forma de ser Iglesia. […] Una de las partes de este proceso de sanación y conversión son las medidas que viene tomando el Papa desde junio”, dijo a Primera Pauta.

También se refirió a la columna de Carlos Peña en El Mercurio, donde el rector de la Universidad Diego Portales señaló que dentro de la estructura y ritos de la institución -a nivel internacional- se encuentran las razones de esta avalancha de casos de abusos.

“No está en cuestión que un grupo de personas tengamos una creencia y practiquemos esos principios. Tampoco está en cuestión que, como parte de la sociedad, tengamos una palabra que decir para los valores de la vida social. Lo que está en trasfondo, y eso creo es a lo que apunta el profesor Peña, es cómo las relaciones al interior de la estructura jerárquica de la Iglesia, bajo el pretexto de cuestiones de fe, han permitido y siguen permitiendo horrores como el abuso de menores, la manipulación de conciencia, el abuso de conciencia y esta suerte de redes de protección, donde hay una cuna eclesiástica -el Papa les llama sicología de elite-. Esa cuna va formando una manera donde hay una suerte de casta de privilegiados y súbditos que mal entienden el concepto genuino de obediencia como un mal entendido respeto y entra esa categoría, casi humorística, que dice ‘no me importa cómo me llamo, me llamo como usted quiera, padre'”, añadió.

La Fiscalía reveló que 221 sacerdotes y ocho obispos están siendo investigados en el marco de casos de abuso sexual y encubrimiento, incluido el cardenal Ezzati y los recién apartados de sus funciones, Carlos Pellegrín y Cristián Contreras Molina. “El perdón se pide a la cara, exige reparación. Para eso están los tribunales de justicia, los obispos también son ciudadanos chilenos, si llaman a declarar como imputado a un obispo por supuesto se tiene que presentar y ese es el lugar donde tiene que demostrar si efectivamente encubrió, no encubrió, participó, es cómplice o no cómplice”, agregó el vocero de la CECh.

Coiro dijo que, ahora, la misión de las autoridades eclesiásticas es la protección y el cuidado de las víctimas y sus familias, pero también cree que la comunidad laica tiene un papel fundamental: “La gente está acercándose a la Iglesia con preguntas y opiniones que antes no formulaba. Es importante que los laicos y las personas que forman parte de la comunidad tengan claridad respecto de su protagonismo, ya no hay una sola voz que habla y se impone en el discernimiento de las comunidades. […] La pregunta es si las personas pusieron su fe en Jesucristo o pusieron la fe en los curas. Si pusieron la fe en los curas no me hable de fe, es una banalización de lo que supuestamente es la fe”.

Escuche la entrevista completa: