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¿Necesario o apresurado? El paseo de los mayores de 75 años que divide a los epidemiólogos

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Agencia Uno
POR Fernanda Monasterio |

A partir de este sábado, este grupo etario podrá salir de sus hogares tres veces a la semana por una hora diaria.

Los adultos mayores de 75 años vivieron un giro profundo esta semana. Pasaron de estar todos en cuarentena obligatoria a contar con más libertades de las que poseen la mayoría de los ciudadanos que se encuentran en comunas con cuarentena.

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La mañana del jueves 23 de julio, el Ministerio de Salud anunció que a partir del 25 de julio a las 5:00 am se tomarían las siguientes medidas respecto de las personas de esta edad:

  • Zonas en paso 1 (cuarentena) y 2 (transición): Los adultos mayores podrán salir durante una hora los lunes, jueves y sábado entre las 10:00 y 12:00 horas o entre las 15:00 y 17:00 horas. Podrán ser acompañados por una persona y deberán portar su carnet de identidad y medidas de autocuidado.
  • Zonas en paso 3 (preparación) y 4 (apertura inicial): Los adultos mayores podrán salir una hora al día, entre las 10:00 a 12:00 horas o entre las 15:00 y 17:00 horas, todos los días de la semana. Podrán ser acompañados por una persona y deberán portar su carnet de identidad y medidas de autocuidado.

Pero este anuncio generó reacciones divididas entre quienes estudian el funcionamiento y la evolución de una pandemia. PAUTA conversó con algunos epidemiólogos que apoyan la iniciativa y la valoran -“ya era hora”, aseguran-, mientras que otros creen que la medida se tomo de manera apresurada.

Una medida necesaria

“Es una buena medida para los adultos mayores que puedan salir, para su salud física y mental, ya que la funcionalidad de los adultos mayores se afecta con la falta de ejercicio y actividad física”, explica el médico cirujano y epidemiólogo de la Universidad del Desarrollo, Manuel Nájera. Incluso, plantea que las autorizaciones podrían haber sido algo más laxas. “Las restricciones de horarios y de días parecen demasiado estrictas, sin mucha evidencia clara de por qué se adoptan”, agrega.

Consultado sobre si considera que existen las condiciones propicias y los indicadores adecuados para realizar estos paseos, Nájera señala que “el nivel de ciertos indicadores para la salida de algunos grupos poblacionales es algo a discutir. Por eso mismo, en esa discusión se debe considerar la palabra y necesidades de los adultos mayores. Creo que es una medida que debía existir hace tiempo. La oportunidad de salir por un corto período al día es algo necesario para las personas mayores”.

Asimismo, la epidemióloga y directora del Programa de Estudios Sociales en Salud de la Universidad del Desarrollo, Báltica Cabieses, sostiene que el balance entre riesgo de Covid-19 y salud mental es delicado y debe monitorearse de cerca. “Los riesgos de los adultos mayores son distintos según el territorio; aquellos de comunas más vulnerables tienen mayor riesgo que comunas de mayor nivel socioeconómico”, plantea.

De todos modos, Cabieses recalca un punto crucial: los adultos mayores con antecedentes de enfermedades crónicas y que viven en comunas con mayor prevalencia de Covid-19, “deberían tener especial cuidado al salir de la casa”.

Ser prudentes es la consigna

Como contraparte, el epidemiólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica, Jaime Cerda, comenta a este medio que “mientras no se observe una mejoría estable en torno a los diferentes indicadores, no se deberían relajar aun las medidas destinadas a reducir los  contagios”. Y advierte: “Debemos ser muy prudentes en el desescalamiento”.

Además, Cerda indica que para pensar en entregar nuevas libertades a la población en zonas con cuarentena, se deberían seguir “los mismos parámetros que se han anunciado para evaluar el paso entre las distintas fases de desescalamiento”.

Revise a continuación los parámetros necesarios para el paso de una fase a otra:


Quien también manifiesta una postura precavida ante esta medida de la autoridad fue el epidemiólogo y director de la Sociedad Chilena de Epidemiología, Carlos Flores. El experto asegura que es un paso arriesgado. “Hay que ser cautos. Este virus nos tiene en jaque y el manejo debiera ser transversal. Salubristas y epidemiólogos deben integrarse a los trabajos regionales y comunales”.

A esto, Flores agrega que las medidas no debiesen tomarse de forma centralista, sino que hay que entender que en regiones la situación se vive de una forma sumamente diferente. “La región de Coquimbo no puede tomar ese tipo de medidas al estar entre las que tiene menor toma de exámenes, gran número de ocupación de camas críticas y una trazabilidad menor al 80%”, ejemplifica. “Por ningún motivo los adultos mayores pueden exponerse en estas condiciones. Nuestro Colegio Médico Regional insiste en la media opuesta: la región debe cuarentenar”, dice.