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La distorsión en los registros de fallecidos que develó una polémica por Twitter

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POR Fernanda Monasterio |

¿Cuánta gente murió en marzo debido a algún factor distinto del Covid-19? Hay cifras discrepantes que llevan tanto al Registro Civil como al Ministerio de Salud.

El Covid-19 avanza con fuerza en el mundo, y en Chile -a pesar de que el aumento de casos diarios se ha mantenido relativamente estable- desde que comenzó el brote el 3 de marzo no ha habido un solo día en que no se sumen nuevos contagiados.

Similar ha sido lo que ocurre con los fallecidos, los cuales -desde que se confirmó la primera muerte el 21 de marzo- han ido aumentando día a día y sin pausa.

Fue precisamente el tema de las muertes el que gatilló un intenso debate la semana pasada.

“Aguda diferencia de fallecimientos en Chile entre marzo 2019 y marzo 2020: 932 decesos, un 12% más. Según datos oficiales que obtuve, es mayor salto de la década, solo comparable con terremoto 2010. Según Minsal, en marzo solo se registraron 16 muertes por COVID 19”. Así comenzaba una declaración escrita, durante la madrugada del 24 de abril, por la periodista Alejandra Matus a través de Twitter.

Los dimes y diretes

Fue esta seguidilla de publicaciones las que desencadenaron una polémica que llevó a que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, se tomara unos minutos, durante el balance matutino del 24 de abril sobre la situación del Covid-19 en Chile, para explicar el motivo del aumento en los decesos reportados durante dicho mes.

Según la autoridad sanitaria, los cambios en el número de fallecidos en un mes se explican fundamentalmente por cuántos lunes tiene. Mientras que en 2020 marzo tuvo cinco lunes, en 2019 tuvo cuatro. “Tenemos el ‘efecto lunes’, que es cuando se hacen más certificados de defunciones e inscripciones en el Registro Civil de fallecidos”, explicó el ministro.

“¿Qué es lo que quiero decir con esto?”, continuó. “Si miro la situación en las últimas siete semanas, para quitar este ‘efecto lunes’, nos damos cuenta de que las cifras de mortalidad del país no tienen ninguna diferencia respecto al mismo período en los últimos cinco años”, dijo.

Asimismo, el titular de la cartera de Ciencia, Andrés Couve, salió a la defensa de los dichos de Mañalich mediante un hilo en Twitter donde profundizó en el llamado ‘efecto lunes’ y en la importancia de normalizar la información por población al momento de realizar este tipo de comparaciones.

Pero los ministerios mencionados no fueron las únicas instituciones que salieron a dar explicaciones tras los dichos de Matus. En entrevista con Ciper, desde el Registro Civil confirmaron que en marzo de 2020 se inscribieron 879 muertes más que en marzo de 2019.

Pero aquí hay que recalcar un punto del cual da cuenta dicho medio: el Registro Civil diferencia las muertes inscritas de las muertes ocurridas.

En conversación con PAUTA, desde el Registro Civil aclaran que las muertes ocurridas se relacionan con la fecha de defunción (el día específico en que alguien fallece y que queda registrado a través del certificado que elabora un médico), mientras que las muertes inscritas tienen que ver con la fecha de inscripción de dicha defunción en el Registro Civil.

“Los datos que nosotros guardamos y que entregamos en caso de ser solicitados son las fechas de inscripción de las defunciones”, explicaron desde la institución sobre el trámite que se puede realizar hasta tres días después del fallecimiento de una persona.  

Al ser consultada por este medio, Alejandra Matus señaló que los datos que publicó a través de sus redes sociales fueron “los de las muertes inscritas que coinciden con las reales”. Declinó precisar el origen de esos datos, dado que los obtuvo, dijo, desde “fuentes reservadas”.

Distinguir los conceptos

Si el Registro Civil guarda en sus ficheros las cifras de fallecidos en base a las fechas en que estos fueron inscritos, y puede haber un desfase en relación a la fecha real de su muerte, ¿quién tiene el dato específico de la cantidad de personas que fallecen en cierto día?

Es el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) el encargado de contabilizar toda esa información, incluido también el motivo de la muerte de cada paciente fallecido. Este último punto podría explicar el porqué existe actualmente un atraso de dos años en la información disponible online

“La codificación de una muerte requiere una investigación que se realiza después. Qué es lo que generó la muerte puede recaer en muchos factores y eso hay que investigarlo”, indica el médico y docente de la Universidad del Desarrollo Manuel Nájera.

“Efectivamente se ha generado una tremenda confusión porque no tenemos las cifras claras sobre la mesa”, explica a PAUTA el ingeniero en computación y doctor en educación Ernesto Laval. “Cuando uno mira el DEIS, donde están todos los registros por enfermedades y defunciones, si los datos estuvieran actualizados a 2019 uno podría aclarar estas dudas”, agrega.

Por este motivo, el ingeniero comenta que sin los datos oficiales es complicado especular sobre el real efecto que la pandemia ha tenido en las cifras. “Desde el punto de vista del impacto que puede tener la pandemia en el número de fallecidos, lo que tenemos que fijarnos es en la cifra de fallecidos según su fecha de deceso. Si nos quedamos mirando las cifras de los inscritos puede haber errores que no podremos atribuir a la pandemia”, señala.

Eso sí, Laval indica que en muchos países se está produciendo este incremento entre la cantidad de muertes que ocurren asociadas al coronavirus y las que efectivamente se registran aparte del coronavirus. “Pareciera que ese es un fenómeno que debiese darse aquí, pero es difícil pensar que se dé con esa magnitud en marzo, donde se tenía un número relativamente pequeño de contagiados”, señala. 

Un claro ejemplo de esto es la situación en Estados Unidos. The Washington Post documenta que las muertes en ese país se dispararon en las primeras semanas de la pandemia, un número muy superior al atribuido al Covid-19.

“El exceso de muertes no es necesariamente atribuible directamente a Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus, [sino que] podría incluir personas que murieron a causa de la epidemia pero no por la enfermedad, como aquellos que tenían miedo de buscar tratamiento médico para enfermedades no relacionadas, así como algunas muertes que son parte de la variación ordinaria en la tasa de mortalidad”, señala el medio estadounidense. 

Quién entrega qué

Hay otro punto fundamental: el Registro Civil no es la entidad encargada de entregar la información del análisis de la mortalidad en el país. “Entrega otra información, no la que uno espera para estadísticas de mortalidad”, explica Nájera en conversación con PAUTA.

Por ejemplo, si uno solicita al Registro Civil la cantidad de personas fallecidas en cierta fecha, lo que ellos tienen indexado -y que por ende entregarán- es la cantidad de certificados que se inscribieron en dicha fecha, independientemente de que dentro del certificado se especifique otra fecha como día oficial del deceso. 

El Registro Civil sí tiene las fechas de defunción de cada paciente, pero este dato se encuentra dentro de cada certificado de defunción.

De todos modos, Nájera cuenta que es habitual que en una situación de pandemia suban las muertes por muchas otras causas. Por ejemplo, “los controles con enfermedades crónicas se dilatan, algunas personas no toman sus medicamentos o no actúan rápido ante una descompensación. También los recursos hospitalarios están dirigidos al Covid-19 y hay menos gente disponible en los hospitales porque los contagios pueden llevar a que médicos deban realizar cuarentena. Todo esto puede generar aumento en la mortalidad”, comenta Nájera. 

Por este motivo, según el médico es sumamente necesaria la vigilancia de las muertes totales, para saber si estas están oscilando dentro de lo esperado o no, y sobre todo se necesita que el Ministerio de Salud, entidad encargada del DEIS, haga pública dicha vigilancia.