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La inflexión de los US$ 10 mil millones de la minería

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Agencia Uno
POR Francisco Ibañez |

El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, proyecta en PAUTA Bloomberg que el precio del cobre “en el largo plazo debiera estar más sobre los tres dólares, no cerca de cuatro”.

En las últimas semanas han sido varios los hitos que se han anunciado en la minería chilena. Una de las principales noticias fue el cierre, luego de un largo proceso, del negocio por el cual la china Tianqi adquirió el 24% de SQM.

Pero la minería metálica, y específicamente del cobre, no se ha quedado atrás. Anglo American anunció recientemente la expansión de Los Bronces, ubicada en la Región Metropolitana y su mayor operación en Chile; Antofagasta Minerals informó de la ampliación de Pelambres, en la Región de Coquimbo, y la canadiense Teck comunicó la venta del 30% de Quebrada Blanca a la japonesa Sumitomo, además de la la construcción en conjunto del proyecto Quebrada Blanca 2. 

El lunes la consejera del Banco Central Rossana Costa, en entrevista con PAUTA Bloomberg, abordó entre otros temas la reactivación de la inversión minera, y cómo esta influía sobre el resto de la economía. 

En PAUTA Bloomberg el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, profundiza sobre el estado de la gran minería en Chile, los planes de inversión y cuáles son las perspectivas y desafíos de la industria

Ambiente para la inversión extranjera

“Esto marca un punto de inflexión en el desarrollo del mercado minero en el país”, dice Villarino sobre los recientes anuncios de inversiones que, en conjunto, superan los US$ 10.000 millones. “Nosotros pasamos por un período más bien malo, menos bueno de lo que estamos viendo hoy día definitivamente, durante los últimos años. Y esto por una mezcla de factores: uno evidentemente vinculado al precio, hubo una caída sistemática del precio […] y eso significó que el sector, estructuralmente, perdió plata durante algunos años […]. Tuvimos cambios estructurales en el mercado a partir del precio que produjo una ralentización en el desarrollo de nuevas inversiones”, explica.

“Estuvimos sometidos a un estrés de cambios legislativos durante los últimos cuatro años que evidentemente hizo que se ralentizaran algunas decisiones de inversión. Cuando en el país un inversionista extranjero decide vincularse por los próximos 10 o 20 años como mínimo, que es lo que te lleva un proyecto minero, y le dicen que le van a cambiar las reglas de inversión extranjera, tributaria, laboral, derechos de aguas, la verdad es que lo mínimo que hace un inversionista es tomarse una pausa y decir ‘bueno, hasta que los chilenos redefinan un poco el marco jurídico bajo el cual van a recibir inversiones, prefiero poner en pausa una decisión que me va a vincular por más de una década”, complementa.

“El precio cuando mejora, mejora para todo el mundo, y por lo tanto todos los yacimientos del mundo se ven beneficiados con este cambio del mercado internacional […] Qué es lo que ocurre en cada uno de los distritos mineros es muy relevante, porque al final los recursos son limitados y las casas matrices deciden dónde van a invertir y dónde van a destinar sus recursos. Aquellos distritos que son más amistosos son los que captan finalmente los recursos”, comenta Villarino sobre la importancia de las condiciones locales para la inversión.

Exceso de burocracia

“Nosotros hemos tenido un incremento de burocracia a la hora de la obtención de los permisos que ha sido un problema muy bien diagnosticado por todos los sectores productivos del país de manera transversal, y esto llevó incluso a que durante el gobierno anterior la propia Presidenta [Michelle] Bachelet convocara a una comisión asesora presidencial para reformar el Sistema de Evaluación Ambiental”, cuenta Villarino. “Una de las conclusiones de ese sistema fue que había un problema de gestión relevantísimo en el sistema y que había que introducirle algunas modificaciones”, detalla. “Es absolutamente relevante saber cuáles son las reglas del juego y saber cuál es la burocracia que te va a afectar en la aprobación de un proyecto”.

Según Villarino, la burocracia importa ya sea para estimular o frenar la inversión. “El impacto en productividad que tiene un sistema burocrático que tarda más del doble del promedio que se tarda en aprobar un proyecto es absolutamente relevante a la hora de decidir una inversión. Si tú sabes que en Perú te vas a demorar tres años o en Australia te vas a demorar tres años en obtener los permisos para sacar un proyecto adelante y en Chile te vas a demorar seis, la decisión se hace relativamente evidente”, afirma.

“Son más de 1.000 permisos. Son 1.150 permisos en uno de los últimos proyectos, lo cual es una locura por donde se mire”, apunta Villarino para graficar el exceso de burocracia en la tramitación de un proyecto productivo.

“La Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables, que está bajo el Ministerio de Economía, es una estupenda iniciativa que no ha venido a bajar estándares; mantiene los mismos estándares, lo que elimina es la burocracia que no tiene ninguna justificación, la burocracia antojadiza, el papeleo sin sentido, la duplicidad de requerimientos”, enumera Villarino. “Esta oficina lo que está haciendo fundamentalmente es preocuparse de que las respuestas se den en el tiempo que deben darse, de acuerdo a la legislación vigente”, añade.

Marco legal

“Hay un proyecto de ley que presentó este Gobierno, por la ministra [Marcela] Cubillos [exministra del Medio Ambiente] […] en líneas muy generales es un proyecto que se hace cargo de algunos de los temas que se levantaron durante el trabajo de la comisión asesora presidencial, y eso es bueno. Se preocupa por ejemplo de fortalecer la participación anticipada de la ciudadanía en los proyectos, lo cual era una necesidad evidente, estaba ocurriendo en la práctica y ahora lo que se está discutiendo es cuál es el mejor mecanismo para esa participación ordenada, que genere algún tipo de vinculación”, indica Villarino.

Un segundo tema que aborda el proyecto, explica Joaquín Villarino, es “poner un poco de orden en la ‘permisología’”, incorporando la mayor cantidad de permisos en la etapa inicial de tramitación, fortaleciendo la idea de ventanilla única. Un tercer punto, agrega, es “despolitizar la toma de decisiones, y está eliminando en esta modificación el Comité de Ministros y crea unas macrozonas que conversan mucho con las competencias de los tribunales ambientales”.

“En resumen, la ministra me consta que está preocupada del tema, está analizando propuestas que están haciendo muchísimos sectores y comentarios para avanzar en el perfeccionamiento del proyecto”, expresa Villarino.

El presidente ejecutivo del Consejo Minero reconoce que la tramitación del proyecto en el Congreso no será fácil, pero afirma que la ministra “ha demostrado tener bastantes habilidades”, por lo que confía en que el proyecto finalmente se apruebe. “Si esto lo logra sacar este gobierno durante los próximos dos años va a ser un exitazo”, dice.

Glaciares

“La minería en los últimos años, en la última década, ha estado especialmente preocupada. Este es un tema que está sobre la mesa y que es importante”, opina Villarino sobre la relación de las faenas mineras con los glaciares.

“Hay que proteger los glaciares como hay que proteger muchos otros activos ambientales. Hay que proteger los humedales, no cabe ninguna duda, hay que proteger el bosque nativo”, enumera. “Nosotros nunca nos hemos opuesto a eso y quien lo señale falta a la verdad”, enfatiza Joaquín Villarino.

“En el mundo sólo hay dos países, y uno que tiene una ley vigente de protección de glaciares específicamente, y es Argentina. Cuando uno habla hoy día con las autoridades argentina, muchas de ellas nos han visitado hace poco tiempo, están desesperados con este proyecto de ley”, cuenta Villarino.

Respecto de la ley argentina, critica que no se tome en cuenta el aporte hídrico, las medidas de mitigación y otros aspectos técnicos a la hora de proteger un determinado glaciar. “Esta es como una especie de religión, donde usted mira el glaciar y se dedica a observar mientras este se va evaporando por el cambio climático y usted no tiene nada que hacer”, ironiza.

“Mucho más contaminante [para los glaciares] es el esmog y el daño que eso le produce que lo que puede tener un proyecto minero”, asegura Villarino.

Para el presidente ejecutivo del Consejo Minero, un exceso de leyes específicas para los diferentes activos ambientales no es eficiente ni ayuda al desarrollo sostenible, que consta de tres pilares. “Cuidar el medio ambiente, el crecimiento económico y el desarrollo social”, dice.

El futuro del mercado del cobre

“Cuando uno analiza lo que se denominan los fundamentals [fundamentos], proyección futura de demanda, cuáles son los stocks que tenemos, cuáles son los incrementos de producción por los yacimientos nuevos que van a entrar más los que tenemos actualmente, etcétera, todo eso lleva a pensar que debiéramos tener una mayor demanda que oferta de cobre, y por lo tanto, que eso va a estar muy ajustado, debiéramos tener una presión al alza en el precio del cobre”, explica Villarino.

“El precio sostenido en el largo plazo debiera estar más sobre los tres dólares, no cerca de cuatro, pero tres y algo y no dos siete, dos ocho como lo hemos visto en el último tiempo. ¿Por qué estamos bajo ese precio? Esto tiene mucho que ver con la guerra comercial entre China y Estados Unidos”, afirma Joaquín Villarino. “China consume el 50% del cobre en el mundo, y evidentemente una guerra comercial con Estados Unidos, con quien tiene la mayor relación comercial, tiene un impacto en su producción”, agrega.

“Lo que estamos viendo son variaciones de los precios que están mucho más vinculadas con incertidumbres y especulación que con análisis de los elementos estructurales que suelen tenerse en consideración para la fijación del precio”, señala el presidente ejecutivo del Consejo Minero.

“Hay un convencimiento en el mercado de que va a haber un incremento en la demanda relevante, la electromovilidad es parte de ello […] La modernización del mundo en general tiene que llevar a un incremento del consumo del cobre, y por lo tanto yo creo que las compañías han visto que los fundamentos llevan a generar confianza para tomar decisiones de inversiones de largo plazo”, indica Villarino.

“Salvo que apareciera algún fenómeno inesperado, que nadie se lo ha planteado hoy día, nosotros deberíamos tener un precio relativamente estable y eso es lo que justifica la toma de decisiones”, explica.

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