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Enjoy enfrenta su primer obstáculo en el proceso de reestructuración

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POR Francisca Rivera |

La compañía presentó una primera oferta para negociar los términos de sus US$ 195 millones en bonos internacionales con vencimiento en 2022. El plan habría sido rechazado.

Tenedores de bonos de Enjoy SA rechazaron una primera oferta para reestructurar los valores del operador de casinos, según dos personas con conocimiento del asunto, luego de que las medidas de confinamiento por la pandemia de coronavirus obligaran a la compañía a solicitar el mes pasado protección por quiebra.

La compañía presentó una primera oferta la semana pasada para reestructurar los términos de sus US$ 195 millones en bonos internacionales con vencimiento en 2022, además de bonos locales por unos US$ 170 millones con vencimiento en 2028, dijeron las personas.

Enjoy habría ofrecido pagar el bono internacional durante un período de 10 años con un rendimiento al alza que promediaría 2% en ese momento, señalaron las personas. La propuesta también incluía levantar las restricciones de garantía sobre los casinos en las ciudades de Coquimbo y Pucón a cambio de pagar por adelantado alrededor del 20% de la deuda. El bono internacional tiene un cupón anual de 10,5% y actualmente se cotiza a 57 centavos, con un rendimiento al momento del vencimiento de 42%.

Para los bonos locales, la compañía habría pedido retrasar el pago de 25% de la deuda hasta 2032 con un rendimiento al alza promedio de 2,7%. El restante 75% se canjearía por bonos convertibles.

La compañía está trabajando para mejorar la propuesta después de que los acreedores no estuvieran de acuerdo con los nuevos términos. Un funcionario del departamento de comunicaciones de Enjoy declinó hacer comentarios cuando fue contactado por teléfono.

Enjoy anunció el 24 de abril una “reorganización judicial” para reestructurar los términos de cerca de US$ 465 millones de deuda después de que la crisis social del año pasado y las medidas de confinamiento a causa del coronavirus destrozaran sus ingresos. La compañía, controlada por la firma de capital privado Advent International y la familia local Martínez, opera casinos en Chile, Argentina y Uruguay.