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Gigante de energía solar e inversión poscrisis: “El compromiso sigue intacto”

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POR Maria del |

Cerro Dominador, el mayor proyecto de energía termosolar de la región, asegura que su plan es seguir creciendo en el país y de la manera más rápida posible.

A pesar de los cuestionamientos que ha generado el rol de Chile en la presidencia de la COP25 y la ausencia de acuerdos que hubo en dicha instancia, la cumbre climática sí trajo novedades para el país. En la cumbre, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, anunció el adelantamiento de parte del Plan de Descarbonización de la matriz energética, lo que implica que cuatro plantas anticiparán el cese de sus operaciones. Lo anterior se produjo en parte gracias al mayor aporte que las energías renovables están haciendo a la matriz, las cuales actualmente representan el 20% de la generación de la misma, algo que estaba previsto que ocurriera recién en 2025. 

Uno de los proyectos emblemáticos en materia de energías renovables es Cerro Dominador, una iniciativa ubicada en el Desierto de Atacama y que es, en este momento, el mayor proyecto de energía termosolar de América Latina. En conversación con PAUTA Bloomberg, su CEO, Fernando González, explica que el proyecto consta de dos partes. Por un lado, una planta fotovoltaica emplazada en 300 hectáreas y con una potencia de 100MW, la cual ya está operativa. Y, por otra parte, una planta termosolar que permitirá inyectar energía las 24 horas del día y que está en etapa de construcción, aunque bastante avanzada según detalla el ejecutivo, quien asegura que el proyecto estaría operativo a partir del segundo trimestre de 2020.

 

“Lo que estamos trabajando y lo que va a pasar a fines del primer trimestre y principios del segundo trimestre es el ensayo de las pruebas de generación. Hay un período, de unos dos o tres meses, de prueba”, explica González, quien agrega que luego quedarían por ver algunos temas de calibración para que todo esté listo. 

Cómo funciona

La novedad de esta planta de energía termosolar, que se extiende en un terreno de 700 hectáreas, es que no funciona a través de los tradicionales paneles, sino que por medio de espejos que captan la energía. “Son espejos grandes, que concentran la luz solar en un receptor, que es como un radiador por el que circulan sales”, explica González. Ese receptor está ubicado arriba de una torre de unos 250 metros de altura y lo que hace al concentrar toda la energía solar de ese campo, que son 10.600 espejos, es elevar la temperatura de esas sales a unos 560 grados. “Estas sales se almacenan en unos grandes estanques que están abajo de la torre y de ahí se toman para generar vapor y el vapor es lo que mueve una turbina y genera la electricidad”, comenta el ejecutivo.

 

Esta tecnología es similar a una desarrollada en Australia, país que, según González, cuenta con muy buenas condiciones para la generación de este tipo de energía. En ese caso, la energía se almacena en baterías de litio de alta capacidad, algo que en este caso no se utiliza. “La diferencia que tiene esta tecnología con respecto a las baterías (de litio) es que es más barata para gran almacenamiento de energía”, explica González. “En nuestro caso, nuestra planta tiene 17 horas y media de almacenamiento. Hoy no existe la capacidad de tener una batería de litio que dure 17 horas y media. Entonces, para grandes volúmenes y larga duración de almacenamiento esta tecnología es mucho más eficiente”, agrega. 

El impacto de la crisis

El proyecto termosolar en conjunto con la planta fotovoltaica significaron una inversión de US$ 1.400 millones por parte del Fondo EIG Energy Global Partners, un fondo de inversión de origen estadounidense que representa a inversionistas institucionales como fondos de pensiones o fondos de endowment. Sin embargo, tras el estallido social los niveles de demanda de energía contemplados en los cálculos del proyecto han cambiado, ya que el crecimiento económico, que hoy se vislumbra menor, es uno de los principales factores que mueve la demanda por energía.

Claramente eso tiene un impacto importante en nuestra empresa”, reconoce González. “Es parte del riesgo de operar este tipo de plantas, es un riesgo que se conoce desde el principio. Obviamente uno no espera que la demanda baje, pero como funciona el sistema eléctrico chileno, esa baja demanda se vuelve a ajustar en el mediano plazo. Así es que es una cuestión temporaria, que hay que pasarla, pero confiamos en que Chile va a retomar la senda de crecimiento y esa demanda que ha bajado ahora se va a recuperar”, asegura.

 

De hecho, poco antes del estallido social la empresa adquirió un proyecto llamado Planta de Concentración Solar de Potencia Likana Solar, en la localidad de María Elena, a unos 60 kilómetros de Calama. El proyecto, que no ha sido construido, ya cuenta con la declaración de impacto ambiental. Sobre los avances en éste, González explica que para empezar la construcción están esperando participar en la licitación de energía del próximo año, y asegurar así los ingresos a través de los contratos. 

Contrato con Copec

Un acuerdo que ya tienen cerrado es con Copec, empresa a la cual Cerro Dominador abastecerá de energía. “Ellos tienen las estaciones de servicio y han decidido empezar con el 50% del volumen de energía que consumen para comenzar la relación con nosotros”, explica González.

“Esos son contratos cortos, pero la intención es que este sea el primero de muchos más contratos. Nosotros estamos dispuestos e interesados en seguir firmando contratos”, agrega. Según el ejecutivo, precisamente la baja en la demanda de energía, combinada con la capacidad de generación de la planta termosolar, son las que les permiten ofertar más energía de la que actualmente tienen contratada, razón por la cual esperan replicar el contrato firmado con Copec con otras empresas. 

Planes de crecimiento

La intención de Cerro Dominador es continuar con su expansión en el país. La compra del proyecto Likana, en Calama, da cuenta de ello, pero la intención es ir por más. “Nuestro plan en este momento es crecer. Creemos en el país, tenemos una visión de largo plazo que no ha sido afectada por la situación actual, queremos crecer lo más rápido que se pueda”, comenta González.

“Obviamente es importante tener los contratos de venta de energía para poder continuar con las inversiones, pero estamos convencidos de que las condiciones se dan y en particular en esta tecnología”, complementa. “Se ha hablado recién del plan de descarbonización. Todas las energías renovables son importantes en el plan de descarbonización, pero esta energía es particularmente muy buena porque justamente permite absorber la variabilidad de otro tipo de generación y generar electricidad confiable durante la noche. Así es que es complementaria a las otras tecnologías”, plantea el ejecutivo. 

Respecto a cómo la crisis ha afectado su interés por invertir en el país, González asegura que su confianza está intacta. “Creo que hay algo que distingue a Chile de muchos países de la región y del resto del mundo, que es el cumplimiento de la ley, el rule of law como dicen en EE.UU., que a pesar de todo esto, la ley se sigue respetando y eso es muy importante para los inversionistas”, asegura. “Creo que hay demandas que son razonables y muy justas y que van a ser resueltas sin afectar la decisión de inversión. Por eso, para nosotros es muy importante la licitación del año que viene para que no quede en palabras sino que se demuestre con hechos y con plantas nuevas de generación”, afirma González.

“De parte de nuestros inversionistas, el compromiso sigue intacto como el primer día. Y de hecho, es importante la decisión de haber comprado e invertido en un nuevo proyecto para seguir creciendo en Chile”, concluye.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: