Economía

La ruta de Enel ante la política de descarbonización

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Agencia Uno
POR Maria del |

El cierre de tres plantas a carbón como parte del programa de descarbonización de la matriz energética tendría un impacto de US$ 290 millones para Enel Generación.

Como un “fenómeno irreversible” define Valter Moro, gerente general de Enel Green Power Chile, el cambio por el que transita la matriz energética del país hacia una compuesta cada vez por un porcentaje mayor de energías renovables. La empresa de capitales italianos también avanza en esa dirección: la semana pasada formó parte del acuerdo que suscribió un grupo de compañías generadoras con el Gobierno para llevar adelante el cronograma de descarbonización de la matriz, el cual contempla la salida de ocho centrales a carbón en un plazo de cinco años y el retiro total al año 2040. “Tenemos una matriz renovable suficientemente sólida para enfrentar los próximos desafíos”, asegura Moro. 

La decisión de cerrar tales operaciones tendrá implicancias para Enel. A pesar de que el 70% de la matriz de la compañía se genera con energías renovables, el cierre de las plantas de Tarapacá, Bocamina I y Bocamina II implicará un costo para la empresa de unos US$ 290 millones, según reportó la firma a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

Sobre cómo enfrentará la empresa ese deterioro en sus resultados de 2019, Moro asegura que es un tema que se está revisando con la dirección de la compañía. “Estamos analizando con el directorio de Enel Generación Chile cómo no impactar el dividendo de los accionistas”, explica. “Estamos analizando alguna medida que podamos poner en marcha para que, a pesar de este deterioro, no impactemos el dividendo” enfatiza. Sobre medidas concretas, el ejecutivo prefiere no ahondar en detalles. “Estamos analizando la fórmula”, sostiene. 

En conversación con PAUTA Bloomberg, Moro también se refiere a las críticas que han surgido hacia el proceso de descarbonización, el cual a ojos de algunos es demasiado gradual. “Nuestro componente de carbón es muy limitado, tenemos menos del 10% de la capacidad instalada de carbón de Chile. Y en el caso de Tarapacá nosotros estamos analizando adelantar su cierre. Nos comprometimos a hacerlo en mayo de 2020 y estamos analizando hacerlo a fines de este año”, asegura. 

“Lo que hay que analizar es cómo el sistema puede enfrentar este cambio de matriz. Eso seguramente va a venir, antes o despues, da igual. Es un fenómeno irreversible”, reflexiona. 

Respecto de la industria, Moro asegura que a nivel mundial esta vive un macrofenómeno: las energías renovables hoy son mucho más competitivas. “Para construir una planta solar o eólica desde que uno tiene los permisos hasta la puesta en marcha toma menos de un año. Hablamos que en entre 10 y 12 meses una planta solar o eólica puede entrar en operación comercial”, comenta. “Ninguna otra tecnología tiene ese característica”, afirma el ejecutivo. Con eso en mente, la compañía trazó su plan industrial. 

“Este 2019 vamos a poner en marcha tres primeras piedras, tres proyectos grandes. Un proyecto solar que está cerca de Copiapó de 380 MW, que es el más grande de Chile; vamos a extender una planta eólica en la IX Región de 140 MW aproximadamente y la planta de Cerro Pabellón, que es geotérmica”, afirma.

“Cuando hay una capacidad de construir muy fuerte como tenemos nosotros, seguramente el camino es el de poner en marcha rápidamente esas plantas y enfrentar así la transición energética que es muy fuerte”, concluye.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: