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No solo Dr. Seuss: cómo se relaciona la cultura de la cancelación con libros infantiles

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PAUTA
POR Fernanda Valiente |

“Estamos decepcionados y profundamente preocupados por la señal que esto envía a todos los editores”, señaló a PAUTA la Coalición Nacional Contra la Censura.

“No escribo para niños, escribo para personas. Una vez que un escritor comienza a hablarles a los niños despectivamente, está perdido. Ellos se dan cuenta de eso”, decía Dr. Seuss.

Theodor Seuss Geisel (1904-1991), más conocido como Dr. Seuss, fue un escritor y caricaturista ampliamente conocido por creaciones como El gato en el sombrero (1957), Huevos verdes con jamón (1960) y Cómo el Grinch robó la Navidad (1957). De acuerdo con The Guardian, alrededor de 600 millones de copias de este autor están en circulación y en 2020 generó ganancias por US$ 33 millones a Dr. Seuss Enterprises, su casa editorial.

Pero el conocido autor infantil caricaturizó personajes según sus rasgos u origen. Ya en 1920 Dr. Seuss lanzó publicaciones -consideradas por algunos estudios como antisemitas y antiafricanas- en la revista de humor Jack-O-Lantern de Dartmouth. Katie Ishikuza, de la organización sin fines de lucro The Conscious Library y el académico Ramón Stephens, de la Universidad de California, San Diego, dicen en The Cat Is Out Of The Bag: Orientalism, Anti-Blackness, and White Sumpremacy in Dr. Seuss’s Children’s Books que “el autor recurrentemente retrataba a africanos y africano-americanos como monos o caníbales, casi siempre portando lanzas, rodeados de moscas y usando faldas de hierbas”.

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“Un buen ejemplo de un libro que ha sido objeto de múltiples versiones para eliminar o mitigar las imágenes racistas es Little Black Sambo, de Helen Bannerman (1899). Las preocupaciones tenían mucho más que ver con sus imágenes que con su narrativa, que es una sencilla fábula de un niño que escapa de los tigres”, ejemplificó el académico Dominick Grace de la Universidad Brescia a PAUTA. Créditos foto: amazon.es

Casi un siglo después —y pese a la presión de las coaliciones y figuras en contra de la llamada “cultura de la cancelación”—, la Dr. Seuss Enterprises hizo su anuncio. La empresa informó que dejará de publicar seis libros por contener imágenes que dañan las sensibilidades de ciertos grupos de la sociedad. 

Dr. Seuss Enterprises celebra la lectura y también tiene una misión de apoyar a todos los niños y familias con mensajes de esperanza, inspiración, inclusión y amistad. Con ese fin, junto con una colaboración de expertos, incluidos educadores, revisó nuestro catálogo de títulos y tomó la decisión el año pasado de dejar de publicar y licenciar los siguientes títulos: Y pensar que lo vi en la calle Porvenir (1937), Si yo dirigiera el Zoológico (1950), El Pozo de Pascual (1947), ¡Más allá de Zebra! (1955), ¡Súper huevos revueltos! (1953) y The Cat’s Quizzer (1976). Estos libros retratan a personas de maneras hirientes y malas. Dejar de vender estos libros es solo una parte de nuestro compromiso y nuestro plan más amplio para asegurar que el catálogo de Dr. Seuss Enterprises represente y apoye a todas las comunidades y familias”.

¿Censura? 

El 2016 un miembro de la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación Americana de Bibliotecas detectó 131 libros que recibieron reportes de bibliotecas, escuelas y medios de comunicación para ser prohibidos en todo el país. 

Y la biblioteca pública de Edmonton, capital de la provincia de Alberta en Canadá, encontró el 2018 una lista de 65 libros con dibujos que fueron denunciados y en algunos casos prohibidos por diferentes razones.

Acusaciones de pacifismo y homosexualidad, situaciones de matrimonios del mismo sexo, rechazo por tratar temas como el infierno, la historia de una bibliotecaria iraní que intenta proteger los libros de su biblioteca y el relato de dos padres que deciden asistir a un desfile del orgullo son algunos de los ejemplos.

Para el doctor en lengua inglesa Dominick Grace, de la Universidad Brescia, en Ontario, Canadá, el caso de Dr. Seuss no se aplica a la “cultura del veto” o “cultura de la cancelación” en cuanto a reclamos. Más bien, dice, se trata de la necesidad de la empresa de seguir con la línea editorial del autor en términos de tolerancia, respeto y de erradicar actitudes negativas como el sexismo, el racismo y la homofobia.

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Tintín en el Congo (1931) de Hergé no estuvo disponible en inglés hasta hace relativamente poco tiempo, debido a un contenido racista. Curiosamente, el autor revisó el libro para eliminar una secuencia en la que explota un rinoceronte, pero no para mitigar sus inquietantes representaciones de africanos. El libro está disponible en múltiples países, aunque a menudo se cuestiona”, opina Grace. Créditos foto: Hergé Foundation.

“Sin duda, creo que hay una intención positiva detrás de la decisión de Dr. Seuss Enterprises. Ningún niño se verá perjudicado, y creo que tales imágenes podrían resultar dañiñas para algunos, especialmente para los grupos representados en términos racistas. Sospecho que la retirada de estos libros preocupa más a los adultos que los recuerdan con un cariño que a su público objetivo real de lectores más jóvenes que no tienen ningún apego sentimental hacia ellos”, dijo a PAUTA por correo. 

Las reacciones ante la decisión

Al ser contactada por PAUTA, la Coalición Nacional contra la Censura expresó su desacuerdo en la decisión de la empresa que publica las creaciones de Dr. Seuss. “Estamos decepcionados y profundamente preocupados por la señal que esto envía a todos los editores para censurar y eliminar cualquier libro que contenga lenguaje o imágenes que los lectores contemporáneos puedan encontrar inquietantes”, dijo la directora de comunicaciones, Nora Pelizzari, por correo.

A su juicio, decisiones como esta no resolverán el problema de la desigualdad y el racismo. “Creemos que los lectores deben acercarse a todos los libros con una comprensión del contexto en el que fueron escritos y con un ojo crítico”, agregó.

Sin embargo, Ellen Donovan, de la Universidad Estatal de Tennessee, agradeció el rumbo que tomó la empresa del autor en un contexto en que los retratos de la diversidad en la infancia son escasas. “Dadas las estadísticas de las representaciones limitadas de personas de color, cuando las imágenes centradas en las diferencias raciales y étnicas son despectivas, tienen más peso”, comentó la experta en literatura infantil a PAUTA.

En ese sentido, su opinión ante el cese de publicación de los libros fue positiva: “Me complace que Dr. Seuss Enterprises reconociera que los libros transmitían estereotipos despectivos y decidiera eliminarlos”. Es más, cree que los individuos que denunciaron esta actividad “están a favor de perpetuar los estereotipos racistas y no reconocen los numerosos ejemplos de racismo que existen en la literatura infantil”.  

The Giant, or Waiting for the Thursday Boat (Munsch for Kids): Munsch,  Robert N., Tibo, Gilles: 9781550370713: Amazon.com: Books
Giant or Waiting for the Thursday Boat (1989) de Robert Munsch fue eliminado por completo al ser criticado no solo por sus contenidos racistas, sino por su descripción de Dios. Si bien todavía se pueden encontrar copias, no aparece en el sitio oficial de Munsch”, subrayó el académico canadiense.

Noticia viral 

En Twitter, diferentes figuras públicas comentaron la noticia. Entre ellos, el presentador televisivo Stephen Colbert, el miembro de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy y la figura radial conservadora Glenn Beck.

En algunos casos fueron pequeños mensajes que dejaron en claro, bajo un tono pasivo agresivo, el rechazo a la cultura del “veto” o de la “cancelación”. 

“Si su estante de libros está un poco más aburrido, considere estos libros de niños de gente de color. Hay varias historias que podrá encontrar bastante buenas como Imani’s Moon (2014) por Janay Brown-Wood, […] Firebird (2014) por Misty Copeland o Browen Boy Joy (2018) de Tamisha Booker. Hay una serie de libros que lo harán sentir feliz como Hair Love (2019) por Matthew A. Cherry. Es entretenido leer libros después de los cuarenta, entonces no sea tan apegado a la cultura de la cancelación. No sean quisquillosos”, expresó Stephen Colbert en su programa televisivo.

McCarthy subió un video a su cuenta de Twitter en el que lee Huevos verdes con jamón. “Aún me gusta Dr. Seuss, por lo que decidí leer uno de sus libros”, posteó.

Mientras tanto, Glenn Beck no dudó expresar su rechazo a la decisión de la Dr. Seuss Enterprises. “Ahora Dr. Seuss está siendo cancelado. ¿Es una alarma suficiente para América? ¡No destruimos libros!”, señaló el presentador en su cuenta de Twitter

La lucha por un balance

En rigor, pareciera que el autor estadounidense no fue “vetado”. Más bien se trató de una estrategia comercial de la empresa que maneja sus publicaciones para seguir una línea editorial que no promueva actitudes racistas bajo imágenes que en primera instancia pueden parecer inocentes.

“Reconocemos la necesidad de tener cuidado al exponer a los niños a imágenes y mensajes racistas insidiosos. La internalización repetida de estos mensajes puede ser profundamente perjudicial para los niños de todas las razas y, en particular, para los niños de color”, puntualizó Pelizzari de la Comisión Nacional Contra la Censura.

No obstante, no está de acuerdo con que todo lector quede despojado de leer cierta pieza literaria. “Creemos que los esfuerzos para ampliar el acceso de los niños a diversas historias y limitar su exposición al racismo arraigado no tiene por qué ir de la mano de la censura”, concluyó.