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El viaje literario en el tiempo presente del ganador del Premio Cervantes 2017

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Asociación de Academias de la Lengua Española.
POR Fernanda Valiente |

Desde Managua, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez reflexiona: “(Hoy) cualquiera tiene el poder de la muerte. Eso es terrible y nos pone en una duda existencial”.

“Dijiste en una columna que el virus ha tenido el poder de cambiar el mundo más radicalmente en nuestra manera de relacionarnos que el causado por la revolución tecnológica, la revolución digital”, comenta Cristián Warnken, anfitrión de Desde El Jardín, de Radio PAUTA.

“Claro. Mi reflexión era que desde que se inventó el internet el cambio tecnológico ha sido perceptible. Hemos ido diseñando otros artilugios e implementos que se han hecho cargo de la obsolescencia. Lo vimos como algo muy natural. Pero a los cambios abruptos nos estamos acostumbrados como cuando te dicen que no puedes salir de tu casa o que no te puedes acercar a otros. Porque cualquiera tiene el poder de la muerte. Eso es terrible y nos pone en una duda existencial”, señala Sergio Ramírez, escritor y político nicaragüense

La revolución sandinista

Ramírez dejó su carrera de escritor por diez años. Siente que tuvo “un compromiso muy importante con la revolución” desde Alemania y Costa Rica, países donde vivió junto a su familia.

“Esto para mí no fue simplemente un acto político, sino más bien uno vital. Y cuando pasó la derrota electoral sentí que tenía que hacer una comprensión muy sincera de esto y cómo había sido el proceso. No ajustarle cuentas a nadie, porque no quería que [Adiós muchachos (1999)] se viera como el de un disidente, quien está lleno de pasiones. Intenté hacerlo de la manera más honesta posible”, sostiene el Premio Cervantes 2017.

Por eso, decidió investigar las razones emotivas y no políticas que marcaron a su generación. Por ejemplo, cómo se juntaron el marxismo con el cristianismo y cómo fue su involucramiento personal. 

El caso de Nicaragua ahora es radicalmente distinto. El modelo para enfrentar el Covid-19 se lo copió a Suecia. “El presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo promovieron espectáculos, caminatas, marchas y reuniones públicas. Es una cosa absolutamente increíble y terrible”, afirma el autor. Una situación que a su juicio es eclipsada por el caso de Brasil

El poder de la ficción

“Se ha dicho mucho en la historia que a veces la realidad supera a la ficción. ¿Cuál es el papel de la ficción cuando la realidad parece adelantarse?”, pregunta Warnken.

“Creo que si en este momento alguien quiere escribir una novela sobre el coronavirus o hacer una película estaría destinado al fracaso. Porque la gente no atendería a algo cuando lo está viviendo en sus propias vidas [..]”, afirma el también abogado

Pero eso no significa que la ficción no ayude en tiempos difíciles. “Tengo la impresión de que encerrados leemos más. Ojalá no me equivoque. Por lo tanto, tenemos recursos infinitos de ir a los libros, de que nos cuenten historias de las más variadas. No solo tragedias”, apunta el autor de Un baile de máscaras (1995)

Por ejemplo, es lo que se puede captar en el Decameron (1351-1353) de Giovanni Boccaccio (13313-1375) donde “un grupo de jóvenes de Florencia se pone de acuerdo para pasar la pandemia divirtiéndose y jugando”.  Y “sobre todo contando historias que se crean para distraerse de la triste realidad”, relata el novelista

Lo mismo ocurre en Las mil y una noches (1704) donde Scheherezade “cuenta historias para salvar su vida”, donde el dramatismo del trasfondo queda detrás.

Literatura de viaje 

El leer también significó perder ciertas rutinas de la vida de un escritor. “Antes mi vida era escribir y viajar. Ahora es escribir, ver cine y leer”, cuenta. Pero al mismo tiempo, “la escritura necesita encierro. Hoy me parece una oportunidad para vivir los temas que uno sienta que debe resolver en ese momento. Que es lo que estoy haciendo. Esta es una angustia colectiva, pero eso no la diferencia en nada a una angustia personal que a uno no lo detiene a escribir”, relata el también ensayista.

Desde Nicolas Bouvier, quien describe viajes de aventuras y descubrimiento personal, Manuel Leguine y su vuelta al mundo, el recorrido por Estados Unidos de John Steinbeck junto con su perro Charlie o la exploración del paisaje en el contexto de la generación beat de Jack Kerouac se pueden disfrutar desde casa y descubrir nuevas realidades. En ese sentido, como dice Warnken, la literatura también permite viajar.

Revise la conversación entre Cristián Warnken y el ganador del Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez