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Los nuevos cálculos que definen cuál es la oposición

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Agencia Uno
POR Gladys Pierola |

El rol de los independientes y cómo se negociará con ellos las próximas batallas en el Congreso son parte de las dudas desde la ex Nueva Mayoría hasta el Frente Amplio.

El miércoles en la tarde, a menos de 24 horas del rechazo de la acusación constitucional contra la ministra Marcela Cubillos, los diputados y senadores del Partido Socialista hicieron el primer y, quizás, el más crudo de los balances de la derrota de la oposición. 

El almuerzo fue la oportunidad para que, por separado, las bancadas socialistas analizaran los errores, los costos y, sobre todo, responder a la duda de cómo rearmar las relaciones con el resto de la centroizquierda después del revés, que por 77 votos a favor, 73 en contra y dos abtenciones, le dio el triunfo a la titular de Educación.

Para los diputados PS, que fueron los impulsores del libelo, el sinsabor era evidente el mismo martes en la noche, pero al día siguiente la catarsis fue colectiva. Se habló de los errores de forma, los procedimentales, y también de un factor, que hasta ese minuto, no habían tenido tanta claridad: cómo alinear a los independientes dentro de la oposición y cuánto se le podía endosar a ellos la responsabilidad, respetando el “voto a conciencia” de cada uno.

“El resultado final expresa ni más ni menos lo que piensa la Cámara de Diputados y creo que a la oposición lo que le debiese preocupar es justamente eso. En la Cámara no somos mayoría. Tenemos una parte importante de la representación, pero hay un grupo de diputados que, autónomamente y legítimamente, funcionan en correspondencia a su perspectiva personal”, dijo a PAUTA el diputado socialista Juan Santana, uno de los firmantes de la acusación contitucional.

Para el parlamentario y también miembro de la Comisión de Educación, el problema es que muchos de sus colegas no tienen claro que “cuando uno forma parte de una colectividad o de una bancada es para adoptar decisiones colectivas”.

De los siete votos opositores que estuvieron con Cubillos -cinco en contra de la acusación y dos abstenciones, que en la práctica se suman al rechazo- solo dos eran militantes: los diputados democratascristianos Matías Walker y Jorge Sabag. El resto eran independientes prooposición que inclinaron la balanza. 

“No fuimos capaces de alcanzar, seducir o convencer a los independientes. Y esto claramente nos deja una enseñanza respecto de ellos […] porque fueron en listas no como independientes, fueron en listas de partidos y de coalición”, comentó a este medio el jefe de bancada del PPD, Ricardo Celis.

Los independientes

Pepe Auth es exmilitante y extimonel del PPD e integra, con Karim Bianchi, el sector independiente en el comité del Partido Radical. En el caso de Pedro Velásquez, fue parte de la DC, después pasó por el PRI y hoy es independiente en la bancada de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS).

Con las dos abstenciones pasa algo similar. René Alinco tuvo una extensa trayectoria partidaria. El diputado por Coyhaique fue parte del Partido Comunista, del PPD, del PRO y hoy está de independiente y se sienta junto a los miembros del FRVS. Sin embargo, horas antes la votación, Alinco realizó críticas al PS y a los impulsores del libelo, dando luces de cómo sería su apoyo final. Al otro lado, estaba el voto sorpresa del libelo, el diputado Patricio Rosas, quien en junio renunció al Partido Socialista y hoy es parte del comité de Revolución Democrática

Tanto para Celis como para una parte importante de la oposición, la discusión que se abrió es más profunda. “Cuando vengan las próximas elecciones tenemos que tener mucho cuidado con quiénes quieran ir como independientes, porque ellos finalmente no tienen convicción y aquí eso es lo que se necesita”, expresó Celis.

La decisión de Rosas, quien no avisó sus colegas de RD de su voto, incomodó al Frente Amplio. En el caso de Auth su rechazo se transformó en el ícono del quiebre en el bloque opositor, a tal punto que desde el PPD y del PS pidieron su salida de la mesa del Cámara de Diputados.

El enojo partió públicamente con el diputado PS Jaime Naranjo y luego se transformó en dimes y diretes con el expresidente del PPD, no solo en la prensa, también al interior del hemiciclo.

Los diputados Naranjo y Auth discutiendo en la Sala de la Cámara. Créditos: Agencia Uno

De hecho, en el almuerzo del miércoles, los diputados socialistas decidieron hacer una queja formal y se la transmitieron al jefe de bancada del Partido Radical, Alexis Sepúlveda. “Si bien el cupo de la vicepresidencia de la Cámara, en el marco de un acuerdo político, es de ellos, desde este momento y porque además se ha repetido, él [Auth] no representa a la bancada del PS. No nos representa como vicepresidente”, señaló Santana.

Ante la ofensiva, Pepe Auth aseguró en entrevista con Pauta Final que “aunque hubiese sido presidente del PPD” su decisión se habría mantenido y aseguró que “no tiene razón para renunciar” a la directiva de la Corporación. “Cuestionar la posibilidad que uno vote de acuerdo a su convicción es una situación arbitraria y la rechazo categóricamente”, dijo. 

Los costos DC, los costos PS

Al otro lado del Congreso, la derrota también fue analizada por los senadores. Públicamente, la mayoría se había mantenido en silencio, pues de haber prosperado el libelo, ellos habrían sido los jueces.

Para el senador DC, Francisco Huenchumilla, la debilidad del bloque estuvo en el “procesamiento adecuado y refinado de quiénes componen la oposición”.

“La lección que saco es que hay que ponderar adecuadamente todos los factores antes de tomar una decisión como esta. La oposición no puede tropezar de nuevo con la misma piedra y exponerse a una nueva derrota. Las cosas no hay que hacerlas desde de estómago, sino que hay que hacerlas racionalmente”, dijo a PAUTA el parlamentario DC.

Dentro de la conversación que se dio en los últimos días, estuvo sobre la mesa los costos comunicacionales para la colectividad que encabeza Álvaro Elizalde, por liderar el libelo, y también para la falange, al tener dos militantes descolgados. De hecho, en entrevista con El Mercurio, el senador José Miguel Insulza confesó que él era de la idea de que el PS “no debía aparecer en primera fila” de la acusación, aunque finalmente así fue. 

En la bancada PS, el almuerzo del miércoles fue calificado por algunos de sus miembros como “reflexivo”. Y aunque en público parte de los senadores de esa tienda evitaron hablar de “los costos” para el partido, en privado varios sinceraron que “había que revisar la manera en que se hicieron las cosas” en lo técnico y en lo político. 

“Aquí el tema no es el PS, sino el estado de la educación pública, qué fue lo que motivó a los diputados del Partido Socialista a promover esta acusación junto a los demás diputados de oposición” señaló a este medio el senador Elizalde.

Los senadores Montes y Elizalde en la Sala de la Cámara Alta. Créditos: Agencia Uno.

Si bien el timonel PS reconoce que ni él ni sus asesores participaron de la elaboración ni de la promoción de la acusación constitucional, apuntó que “siempre se ha sabido que es muy difícil construir una mayoría opositora en la Cámara. Pese a que los números formalmente son positivos, la conducta de un puñado de diputados demuestra que están comprometidos con las malas iniciativas del Gobierno”. 

El jefe de bancada socialista de la Cámara Alta, Carlos Montes, explicó a PAUTA que el error de los diputados fue otro: “creyeron que era tan fuerte la incertidumbre de la educación pública que iban a tener una reacción más y no fue así”.

La reunión para el nuevo análisis de la derrota

En el Senado, la oposición reconoce que la organización del bloque es un poco más fácil y que los votos de los independientes como el excandidato presidencial Alejandro Guillier (IND-PR) o el representante de la Región de Magallanes, Carlos Bianchi, son menos impredecibles que los “díscolos” de la Cámara.

De todas formas, el análisis de la derrota también podrá conversarse en grupo el próximo jueves, cuando los senadores de la centroizquierda participen de un nuevo cónclave de coordinación en la sede de Santiago del Congreso. 

“Hay unos que pagan unos costos más altos que otros, pero este es un costo del conjunto de la oposición. Es recomendable que se haga un proceso de quién es quién, porque difícilmente tienen una mayoría sustancial como para aprobar una cosa de esta naturaleza (el libelo). Eso estaba claro desde antes y, quizás, algunos sectores de la oposición no lo vieron o no quisieron verlo”, meditó Huenchumilla.