Las pensiones ponen un test ácido a la identidad del oficialismo

En julio de 2019, la derecha cedió y apoyó que un ente público gestionara el ahorro adicional. Ahora, la oposición quiere que ningún peso extra vaya a capitalización individual.

El Presidente Sebastián Piñera visó un camino que podría llevar a un cambio constitucional y a un giro en la reforma tributaria, pero ahora su Gobierno se apronta a lo que podría ser su test más complejo luego del estallido social de octubre: cómo mejorar las pensiones. El tema que ha prendido las alarmas en el Ejecutivo es el acuerdo que impulsa la oposición para que ningún peso del ahorro adicional entre en la cuenta del trabajador y, por el contrario, vaya todo a solidaridad.

Durante la jornada de este lunes 13 de enero, el Presidente citó a los jefes y subjefes de bancada de Chile Vamos, tanto del Senado como de la Cámara, para así tratar el tema con miras a acordar una posición común. La cita se iba a realizar, en primera instancia, a las 8:15 horas de este martes 14 de enero en La Moneda. Sin embargo, fue reprogramada para la mañana del jueves. ¿La razón? El Ejecutivo estaría ultimando detalles de la propuesta. A la instancia, de todas maneras, estarían convocados los ministros de Hacienda y de Trabajo, Ignacio Briones y María José Zaldívar, respectivamente.

La ministra vocera de Gobierno, Karla Rubilar, insistió en que “en los próximos días, va a ser el mismo Presidente quien va a dar a conocer cuál es nuestra propuesta en materia de pensiones. Esperamos que sea bien debatida, bien recogida y que nos den la posibilidad de mejorar las pensiones de la clase media de forma rápida, es muy necesario y urgente”.

Según fuentes de La Moneda, el Mandatario haría este anuncio, probablemente, este miércoles 15 de enero.

La línea de retroceso

Atenazado por la necesidad de contar con votos en la Cámara de Diputados, en julio de 2019 el Ejecutivo ya había hecho una concesión importante: aprobar la creación de un organismo público que gestionara el ahorro adicional. El paso significó que políticos de derecha admitieran que se renunció a una de las banderas del sector para poder avanzar.

Pero ahí también se fijó la línea de retroceso: que la totalidad de ese dinero fuera a las cuentas individuales y que la “mayor solidaridad” exigida por la oposición se materializara a través de seguros. Precisamente, estas dos premisas son las que ahora la oposición quiere eliminar.

El acuerdo que se estaba construyendo con la oposición a fines de 2019 recogía la fórmula de la administración anterior, que implicaba subir la cotización adicional de 4% a 5% y además usar dos puntos porcentuales de eso para un sistema de reparto transitorio y el resto (tres puntos) a la cuenta individual en la AFP. Pero ahora esa propuesta, muy resistida por la derecha cuando la propuso el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, aparece como una fórmula tímida e insuficiente para la oposición.

100% solidaridad

La mesa técnica opositora, integrada por expertos de todos los partidos -desde el Frente Amplio a la DC- acordó ahora que la cotización de cargo del empleador debe llegar a 6% adicional y que ese aporte se empleará íntegramente en un mecanismo solidario, que incluye reparto y ahorro colectivo. 

Aunque aún faltan detalles por cerrar, la parte de reparto significa que un monto se destinará de inmediato a mejorar las actuales pensiones, para lo cual incluso ya hay recursos iniciales comprometidos por el Gobierno en el presupuesto 2020. Otra parte irá a un fondo de ahorro colectivo en que si bien no existirán cuentas personales, sí habrá un sistema que vinculará el aporte y/o esfuerzo de cada persona (por ejemplo, años o totales cotizados) con el monto suplementario que recibirá cuando se pensionen en el futuro. Se habla de un aporte máximo de 5 UF ($141 mil actuales) que se sumarían a la pensión que recibirá por el 10% cotizado en la AFP.

La oposición plantea que a este fondo deberían también aportar las AFP, contribuyendo con el 30% de sus utilidades netas anuales.

Quienes conocen la propuesta señalan que este mecanismo combina transferencias a los pensionados (en la idea de un bono) con un fondo solidario como el que existe en el Seguro de Cesantía, ya que la cotización proviene íntegramente de los empleadores. Los aportes que recibirían los futuros pensionados serán exclusivamente para quienes hayan contribuido y estarán predefinidos.

“Nos parece que la propuesta que concordemos tiene que también representar un cambio estructural en el modelo previsional: un modelo mixto, un modelo en donde seis puntos vayan íntegramente a solidaridad y también a reparto”, dijo el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD). “No hay otra manera de poder mejorar en el corto plazo las pensiones de los chilenos”, aseguró.

La mesa técnica opositora aún no cierra su trabajo, pero en lo grueso ya está listo e incluye también otras medidas como una pensión básica universal equivalente al salario mínimo y cambios regulatorios para las AFP, entre otras materias. De todas maneras, el asunto quedaría zanjado, a más tardar, el martes 14 de enero. 

Habla la ministra del Trabajo

Quien ha sido infatigable en el diálogo con la oposición ha sido la ministra del Trabajo. Sobre la nueva fórmula, la autoridad dijo que el Gobierno aún no recibe una propuesta formal de la oposición y que lo que se ha conocido “no soluciona el problema” porque mejora las pensiones de los actuales pensionados pero no tiene una mirada de largo plazo para también beneficiar a quienes jubilarán en los próximos años.

En cuanto a la posibilidad de elevar a 6% la cotización adicional, planteó que lo relevante es cómo se distribuirán esos recursos ya que una parte “estamos seguros que tiene que ir a un fondo solidario colectivo que permita mejorar las pensiones, pero un porcentaje también importante tiene que ir a aumentar el ahorro de los trabajadores, de los futuros pensionados”.

Insistió en que espera tener la nueva fórmula discutiéndose en el Congreso cuanto antes. “Estamos tratando de llegar a acuerdo con la oposición, pero cuando hay diálogo este acuerdo no puede ser la postura absoluta de ninguna de las dos partes. Hay que buscar un punto medio […] y ver si podemos cerrar con eso”.

La reacción de Chile Vamos

Qué hacer en materia de pensiones fue uno de los temas importantes del primer comité político ampliado del año en La Moneda. Si bien no entraron en el fondo, sí acordaron que es una prioridad “mejorar las pensiones de los chilenos”. Para alcanzar eso, la propuesta de la oposición no les convence. 

La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselbergue, recordó que había acuerdo en que el ahorro adicional que pagaba la empresa se destinaría a solidaridad y a la cuenta individual del trabajador. “Creo que hay que mantener esos acuerdos. Tratar de cambiar las reglas del juego después de que se llevan varias semanas conversando, no creo que sea lo más adecuado”, aseveró. 

Su par de RN, Mario Desbordes, dijo que “en todo Chile Vamos estamos de acuerdo con que una parte de aquello también debe ir a los propios trabajadores. Estos son dineros que necesitan los trabajadores, son dineros que el empleador aporta en función de lo que su trabajador gana y, por lo tanto, lo deseable es que una parte vaya a contribución intergeneracional y otra parte vaya también a la cuenta de los trabajadores”. Además, pidió tener “prudencia con lo que estamos planteando en términos de recursos, sobre todo en un año que se viene difícil en lo económico”. 

En el conglomerado oficialista dicen que están abiertos a consensuar posturas, pero no sobre una hoja en blanco. Antes de analizar qué propone la izquierda, quieren tener a la mano los detalles de la indicación que ingresaría el Ejecutivo. 

Sobre eso, el subjefe de la bancada de la UDI, diputado Álvaro Carter, manifestó que esperan debatir el tema junto al Presidente. “Esperamos saber bien cuál es la propuesta y aportar”, dijo, adelantando que se abrirían a una cotización adicional del 6%, siempre y cuando el 4% vaya a capitalización individual. 

En cuanto al planteamiento de la oposición, subrayó que es “regresivo”. A juicio de Carter, que el 6% vaya para solidaridad “va en contra de lo que la gente necesita. Claramente hay que ser solidarios, más en esta época que estamos viviendo, pero tenemos que ser justos. No es la idea meterle la mano en el bolsillo a una persona que ha trabajado durante años”. Además, hizo presente que, al menos en su partido “queremos una solución que no sea en un plazo de un año, queremos que se apruebe este proyecto y que, al mes siguiente, o más tardar al subsiguiente, la gente pueda sentir el cambio en sus bolsillos”.