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Elección de Mirosevic en la Cámara genera “quiebre interno” en el Partido de la Gente

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Agencia Uno
POR Manuel Izquierdo |

En una declaración pública, la directiva del PDG acusó que “la clase política tradicional usó a nuestro equipo para sus propios fines, generando una fragmentación”.

Este lunes 7 de noviembre, el diputado del Partido Liberal (PL), Vlado Mirosevic, fue elegido con 77 votos a favor como el nuevo presidente de la Cámara de Diputados. Entre quienes lo apoyaron estuvieron también tres diputados de la bancada del Partido de la Gente (PDG).

De los otros seis miembros de la colectividad, cuatro votaron por Miguel Ángel Calisto (DC), uno votó en blanco y otro se abstuvo de votar. Así, la elección de Mirosevic causó la primera división en el partido, que originalmente pretendía instalar en la testera a uno de los suyos: Víctor Pino.

Durante esta jornada, a través de una declaración, la directiva del PDG reconoció que “se ha generado un quiebre interno”, que “es contrario a nuestros principios, que hablan de unidad, transparencia, consenso y democracia participativa”.

“Sabiendo que existe independencia en las votaciones, creemos necesario que se realicen las correcciones, con la finalidad de enfocar nuevamente los objetivos por los cuales todos nuestros representantes en el Congreso fueron electos”, sostuvieron.

La mesa del partido aseguró que “vemos que lamentablemente la clase política tradicional usó a nuestro equipo para sus propios fines, generando fragmentación que debe ser subsanada inmediatamente”. 

Además, señalaron que “es imperativo que en una representación PDG, exista la coordinación total del equipo previo a cualquier contacto con otras fuerzas políticas” y recalcaron que “en este caso, no fue así, entendiendo falta de diálogo, liderazgo e información desde el inicio al final entre todos los actores”.

“No somos parte de las coaliciones de izquierdas y derechas para tomar posturas duopólicas. Nacimos desde la independencia para trabajar en bloque por los desafíos que mandata la ciudadanía”, enfatizaron.

La directiva del PDG remarcó que “si llegamos a la política es para generar cambios de manera independiente y sin deber favores políticos a ningún grupo”. 

“Es momento de corregir, tanto los equipos de coordinación, así como la representación de la bancada, para lograr fines colectivos y mejor comunicación” entre diputados y directivos de la tienda, dijeron.

Los líderes del partido hicieron un llamado a “dejar a un lado las posturas personales y trabajar en bloque. Vienen múltiples y cruciales definiciones para la ciudadanía”, como la seguridad, la reforma previsional y la reforma tributaria.

“En conjunto logramos desarrollar este proyecto y es por esto que debemos seguir adelante con objetivos claros que no se desvíen del camino trazado desde 2013 a la fecha”, concluyeron.

El encontrón entre Gloria Naveillán y Rubén Oyarzo

Uno de los episodios que visibilizó las diferencias al interior del Partido de la Gente fueron las declaraciones en las que la diputada independiente pro-PDG, Gloria Naveillán, acusó a su par Rubén Oyarzo de tener vínculos con el Gobierno, lo que habría explicado su votación por Mirosevic.

“Había un acuerdo […] que ya se había tomado y que se quebró […], porque la idea era pensar en el país, no en el beneficio personal de cada uno. Desgraciadamente en todos lados se cuecen habas y también tenemos en nuestra bancada personas que estuvieron por privilegiar situaciones personales antes que situaciones del país”, deslizó.

A renglón seguido denunció que “hay familiares de diputados del PDG trabajando en el Gobierno, eso es algo sabido. Busquen en páginas de transparencia, pregúntenle al diputado Rubén Oyarzo dónde trabaja su señora”.

El parlamentario no tardó en responderle. “Es una mentira del porte de un buque que se puede comprobar fácilmente […]. Mi señora trabaja en una empresa de turismo, privada, y no tiene nada que ver con el Gobierno”.

El caso podría escalar a la comisión de ética del PDG, ya que, según el secretario general de la colectividad, Luis Peña, las afirmaciones de Naveillán “no representan el sentir” de la tienda.