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Qué tendría una “mejor” Constitución según los partidarios del Rechazo

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

La mayoría de los promotores del “no” a la Nueva Constitución argumentan que sí o sí deben existir cambios. A dos meses de la votación, la pregunta es cuáles serían.

Dos meses. Ese es todo el tiempo que resta para saber si Chile se sumergirá o no en un proceso constituyente durante los dos próximos años. Crear una nueva Constitución o mantener la actual será la decisión que tomen los potenciales 14 millones de sufragantes el próximo 25 de octubre, pero la promesa -de la mayoría- de los partidos que rechazan es que, incluso aunque gane la opción que deja intacta a la Carta Magna, los cambios ocurrirán.

La idea genera mucha suspicacia entre los partidos de la oposición, que desde un principio plantearon que aquello era un “engaño de la derecha”, una “alternativa imaginaria”, y que los mismos que defendían aquellas reformas eran quienes habían votado en contra de cambios sustanciales en las leyes vigentes. “Rechazar para que nada cambie”, llegó a decir el presidente del PS, Álvaro Elizalde, en febrero.

¿Es así?

Mientras el Partido Republicano, bajo la dirección de José Antonio Kast, es el único que plantea oficialmente que la consulta se suspenda, los demás han vuelto al “no” a la nueva Carta Magna. “Hagámosla corta, cambiemos las leyes y no la Constitución”, planteó la UDI a principios de año. “Rechazar para reformar” es el lema del frente del Rechazo en Renovación Nacional. Así, según plantean desde los mismos partidos, la intención detrás de los eslóganes es que no es necesario crear una nueva Constitución para tener mejores leyes.

“Hubiera sido una palabra más cómoda entre Apruebo o Rechazo, ‘reformar’, porque muchos quieren reformar la Constitución no partiendo de una hoja en blanco. Las palabras que irán en papeleta son las que ya conocemos y dejan a uno en muy mala posición ante la comunidad, porque hacen parecer que no se quiere tocar la Constitución y eso no es así”, comenta a PAUTA el presidente de RN, Rafael Prohens.

La pregunta ahora es cuáles son esas propuestas y en qué minuto serán presentadas a la ciudadanía. Un alto personero de un partido oficialista afirma, incluso, que hay cierta certeza en que el Apruebo se impondrá. Y por lo tanto, continúa, no pueden empezar a buscar los contenidos recién el 26 de octubre.

Aprobar ¿o reformar?

En esta carrera “reformista” Renovación Nacional exhibe avances. En enero dejaron ingresadas en la Cámara de Diputadas y Diputados y en el Senado una serie de modificaciones a la actual Constitución. Parte de esas propuestas están recogidas en el sitio web del sector RN que votará Rechazo este 25 de octubre y están planteadas bajo tres grandes ejes. “Más y mejores deberes del Estado”, “Más y mejor Democracia”, “Más y mejor inclusión”. 

A siete meses de esa presentación inicial, los parlamentarios RN por el Rechazo confirman que aquel documento los “interpreta completamente”. Es probable que profundicen los contenidos en las próximas semanas añadiendo, por ejemplo, “algo relacionado con las libertades condicionales, que ha sido un tema que se ha estado discutiendo”, dice a PAUTA el diputado Diego Schalper.

Según él, las ideas tienen similitud con el proyecto que presentó Michelle Bachelet al final de su segundo mandato. “En la inmensa mayoría de los temas, tenemos acuerdo o al menos posiciones bastante cercanas. Lo que buscamos con esta propuesta constitucional es decir que hoy día los disensos que existen no son suficientes para buscar un proceso largo, incierto”, añade Schalper.

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Lo que incluye la propuesta: cambiar a un régimen semipresidencial de Gobierno; que el Estado deberá promover la solidaridad; impulsar el desarrollo territorial equitativo; reconocer a los pueblos originarios como parte de la nación chilena e impulsar acciones para su desarrollo; promover la regionalización del país; garantizar un entorno libre de violencia; igualdad plena entre hombres y mujeres y asegurar igualdad de remuneraciones cuando se ejerzan cargos de igual responsabilidad; una pensión básica al menos igual a la línea de pobreza y, para quienes siempre hayan cotizado, igual al sueldo mínimo.

De hecho, el abogado y 11 diputados más de Chile Vamos que están por el Rechazo iniciaron una gira el jueves 20 de agosto por tres regiones del sur para difundir las ideas del sector.  De allí, según el diputado, intentarán levantar material para crear más propuestas.

“Ingresamos cerca de 12 modificaciones constitucionales últimamente y antes habían ingresado 17 que buscaban establecer cambios a temáticas tan importantes como la definición del Estado como unitario descentralizado, transferir competencias a los gobiernos regionales o terminar con las culturas de los abusos tanto del Estado como de los privados, apurando la aprobación del ombudsman o defensor de los derechos del pueblo”, agrega el senador Francisco Chahuán, de la misma corriente que Schalper: “Rechazo propositivo”, dicen.

Trece ministerios y matrimonio igualitario

Un máximo de 13 ministerios, apertura gradual del 30% del capital de Codelco, cupos para parlamentarios indígenas, legalizar el matrimonio igualitario y cambiar el cuórum de las reformas constitucionales a mayoría absoluta. Aquellas son parte de las 130 propuestas de Gobierno que el excandidato presidencial y hoy senador, Felipe Kast, presentó en 2017. 

En Evópoli reconocen que ese programa es el punto de partida de las propuestas que preparan para la “mejor” Constitución, o incluso una nueva, si así lo define la ciudadanía. Justo esta semana, además, los más jóvenes de Chile Vamos asumieron que podrían pasar del “Apruebo”, como voto político, a la libertad de acción.

Tenemos hoy día personas que están por el Rechazo, otras por el Apruebo […] tenemos por delante un Consejo Político el día 29, donde pudieran los consejeros dar libertad al partido […] pudiera cambiar esa opción institucionalmente y dejar en libertad como lo hizo en su minuto RN”, dijo el viernes el presidente del grupo, Andrés Molina, en conversación con Primera Pauta, de Radio PAUTA.

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El trabajo partió hace medio año “por lo bajo”, según dicen, y lo tiene a cargo Horizontal, el centro de estudios ligado al partido liderado por Sebastián Izquierdo. Pero también, y desde antes de abandonar la presidencia de la colectividad, Hernán Larraín Matte colabora en aquello, tanto con los contenidos, como en la búsqueda de los posibles candidatos para una Convención Constituyente. 

Es un tema “sensible”, declaran en la colectividad, por lo que no compartirán las propuestas finales hasta no haberlas socializado con la misma militancia y llegar a un punto en común.

Un mínimo común

“Hay abogados, varios constitucionalistas, economistas, participando en el proceso. Estamos consensuándolas al interior de Evópoli primero para presentárselas a la ciudadanía a través de Chile Vamos. Una vez que tengamos resuelta la postura, iremos a través de modificaciones constitucionales o propuestas, según lo que determine el Plebiscito”, responde a este medio el vicepresidente del partido, Francisco Undurraga.

Mientras, en la UDI plantean que más que agregar cosas nuevas, hay que “reforzar temas actuales”. En esa lógica han estado militantes del partido, representantes de Libertad y Desarrollo -la exministra Marcela Cubillos entre ellos- y de la Fundación Jaime Guzmán. La propuesta con el detalle técnico aún no la finalizan, pero tienen definido difundirla antes del Plebiscito. 

“Hay que hacer reformas al sistema de pensiones, para asegurar a un real acceso a la salud para quienes están principalmente en Fonasa, hay que defender y establecer con rango constitucional la existencia de los colegios particulares subvencionados y el apoyo que deben tener por parte del Estado. También, modificaciones en materias de delincuencia y narcotráfico para darle certeza a la lucha contra el narcotráfico”, dice a este medio el diputado Juan Antonio Coloma, otro de los que se sumaron a la “gira por el Rechazo”.

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Sin “modificaciones sustanciales” al régimen político, pues “no creo que la ciudadanía esté esperando en una discusión constitucional darle más atribuciones a los parlamentarios” y un estado “subsidiario, más que un estado solidario”, agrega Coloma.

Pero además, tres de los cuatro partidos están trabajando una serie de “mínimos comunes” como Chile Vamos a través de los centros de estudios asociados, independientemente de si gana el Apruebo o el Rechazo en el Plebiscito de octubre. El PRI, por su parte, está trabajando de forma más independiente y en conjunto con Convergencia Liberal, el movimiento de los ex Ciudadanos.

“No hay mucha diferencia entre nosotros, en Chile Vamos, en las cosas que debieran cambiarse o modificarse y tampoco en las que debieran permanecer. Creemos en una sociedad libre, en el derecho de los padres a educar a sus hijos, en el derecho a la vida, en que el Estado debe tener una mano solidaria pero no puede meterse dentro de tu casa, vida o tu negocio y por lo tanto no tenemos dificultades en eso. Probablemente saquemos alguna cosa juntos, pero no hay mayores dificultades, en eso tenemos unidad”, concluye la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe.