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Cómo se mueven, qué los une y qué los separa: el trabajo de los escaños reservados en la Convención

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Twitter Elisa Loncon
POR Cecilia Andrea |

Participan de casi todas las comisiones e incluso lograron instalar una de Consulta Indígena, que era una de sus principales demandas.

El día de la inauguración de la Convención Constitucional, los 17 representantes de los pueblos originarios mostraron parte de las dinámicas que los atraviesan y que se han potenciado en este primer mes de trabajo del órgano constituyente. 

La elección de Elisa Loncon fue el punto de partida: su nombre no fue el único de los escaños reservados que alcanzó un número considerable de votos, pues La Lista del Pueblo y el Partido Comunista respaldaron en primera instancia a Isabel Godoy, la constituyente colla. Incluso parte de los mismos representantes de pueblos indígenas apoyaron a Godoy en lugar de Loncon. 

Toda esa situación dio una pista: una sólida cercanía entre los escaños y los movimientos sociales e independientes; algunas diferencias -a veces distancias- entre los mismos representantes de pueblos indígenas; una coordinación previa y constante de los representantes mapuche; y la búsqueda de visibilidad por parte de los otros nueve pueblos para hacer contrapeso a eso mismo.

Esta última semana, de hecho, concretaron un paso en esa dirección: quienes acompañarán a Loncon en las vicepresidencias son Tiare Aguilera, del pueblo Rapanui; y Godoy.

Venimos a visibilizarnos como pueblo quechua y, en lo particular, he tratado de concretarlo en acciones bien precisas, de que hoy no es solo el pueblo mapuche sino que habemos otros nueve pueblos originarios que también tenemos voz y venimos a decir las cosas que queremos”, comenta a este medio Wilfredo Bacián, representante quechua.

Lo que los une: demandas y la horizontalidad

La mayoría de los representantes de escaños reservados no se conocía hasta antes de ser electos, y desde mayo de este año partieron en concreto los conversaciones para llegar comunicados al día de la inauguración.

Se vieron por primera vez un día antes en una reunión organizada por el PNUD, y se coordinan mayormente por Whatsapp. Desde que partió la Convención, además, intentan reunirse en las mañanas, de 09:00 horas a 09:30 horas, justo antes de las sesiones del Pleno.

Los mapuche, además, mantienen conversaciones por separado y mantienen un respeto especial por la machi Francisca Linconao por su calidad de autoridad ancestral; pero si algo reconocen todos es que el trato entre los escaños es horizontal y las decisiones se toman democráticamente. No obstante, en el grupo nombran a las abogadas mapuche Natividad Llanquileo y Rosa Catrileo como quienes han tenido los roles más visibles. Bacian, además, tiene una relación más cercana con Godoy y con Llanquileo. 

Con perfiles más bajos

En tanto, el abogado Luis Jiménez y la titulada de Derecho Isabella Mamani representan al pueblo aymara y aquello los ha acercado, pero la dupla cobraría recién más visibilidad en las discusiones de fondo de la nueva Constitución, o al menos eso han conversado.

Felix Galleguillos, constituyente atacameño, mantiene un perfil más bajo, lo mismo que Eric Chinga, diaguita; Lidia González, yagán; y Fernando Tirado, chango, cuya representación fue “desconocida” por el Consejo Nacional del Pueblo Chango un par de días atrás. Ese tema, dicen desde los escaños, no se ha abordado en absoluto. De hecho, entre los constituyentes del norte lo reconocen como “leal a su pueblo y muy trabajador”. 

A pesar de las diferencias, además, llegaron con demandas muy similares, asociadas al Estado plurinacional y la libre determinación, entre otras.

Hemos estado apoyando como escaños a la labor que nuestra kullaka Elisa Loncon ha estado realizando. Sentimos que estamos trabajando juntos porque las demandas y reivindicaciones son las mismas”, responde a PAUTA Luis Jiménez.

“Nos hemos apoyado unos a otros y eso se valora, pensando que estamos en un escenario político en el cual podíamos decir, pucha, cada uno se va a escapar con sus ideas, pero se respetan mucho las ideas de los compañeros de otros escaños, pueblos y naciones”, complementa Margarita Vargas, dirigenta y constituyente kawésqar.

Las diferencias: el día de la inauguración

Al día de la inauguración, seis de siete constituyentes mapuche llegaron impulsando a Loncon a partir de un acuerdo tomado en una reunión en Temuco, lo que no fue sometido a votación al resto de los escaños reservados. Quien se omitió de ese pacto y respaldó en primera instancia a Godoy fue Natividad Llanquileo, la abogada y exvocera de los presos en huelga de hambre de 2010.

Incluso, cuando el nombre de Godoy ya estaba descartado, Llanquileo votó en blanco, lo que luego explicó como respuesta a un cansancio de la “política a puertas cerradas”. Una constituyente mapuche explica que ahí no hay “rivalidad”, solo fue una muestra de las “diferencias” entre los constituyentes.

No obstante, el acuerdo de los escaños fue que, si había otras vicepresidencias, Godoy tendría que estar allí. Al conseguir dos escaños reservados en las vicepresidencias, sumaron también en acuerdo grupal a Tiare Aguilera. 

Justo un día antes de la inauguración, Godoy explicaba en entrevista con El Desconcierto que lo que había molestado fue la forma en que se gestó la candidatura de Loncon, pues “el pueblo Mapuche nos considera los hermanos chicos y nos impone”. 

En conversación con PAUTA, la constituyente colla pone un matiz: “Lo había instalado el Estado desde siempre, haciéndonos sentir de esa manera, los pueblos menores éramos invisibilizados sobre el pueblo mapuche, que nosotros respetamos mucho por su lucha. Por ejemplo, en la Conadi no tenemos representatividad. Me parece bien aclarar el punto, no que ellos nos hayan hecho sentir así”, acota.

No obstante, entre los pueblos del norte efectivamente comentan que la propuesta de Aguilera y Godoy para las vicepresidencias responde a una necesidad de evitar la sobrerrepresentación del pueblo mapuche -la “mapuchización”, dice un dirigente del norte- de los escaños. 

“Tratamos de mantener un respeto en el plano de la horizontalidad, donde no hay un pueblo más superior a otro, porque así son nuestras culturas […] Siempre se trata de llegar a los consensos y así se toman las decisiones. Eso lo hemos replicado acá con los 17 escaños, no hay una imposición”, responde Rosa Catrileo a este medio.

Más cerca de La Lista del Pueblo

Los pueblos originarios lograron tener integrantes en prácticamente todas las comisiones e incluso hay una destinada a una consulta indígena, principal propuesta de los escaños reservados. En Reglamento, por ejemplo, los representantes son Wilfredo Bacián, Natividad Llanquileo y Luis Jiménez. Los dos primeros intentaron llegar infructuosamente a la coordinación de esa instancia y acusaron racismo cuando no lo lograron. 

Una clave de ese episodio es la relación con los partidos políticos, con los que, dicen desde los mismos escaños, hay una falta de confianza y sobre todo hacia las “elites académicas y políticas”. Así, los representantes de pueblos originarios encontraron respaldo en los movimientos sociales e independientes, como La Lista del Pueblo. Con parte de estos últimos, de hecho, integran la Vocería de los Pueblos, la coordinación que impulsó con fuerza una declaración a favor de la liberación de los denominados “presos políticos”.

La tarde en la que se redactó esa declaración, Catrileo y Llanquileo cobraron un rol fundamental presionando en las reuniones con los sectores políticos que se incorporara el punto que pedía que la ley de indulto se hiciera cargo de los “presos políticos mapuche” desde 2001 en ciertas regiones del sur de Chile. 

No hubo ningún constituyente indígena que rechazara la declaración, pero hubo matices al aceptarla. Aguilera, de perfil más moderado, argumentó en su intervención en la Sala que estaba de acuerdo con votar a favor si eso permitía “cerrar heridas y avanzar en construir esta Constitución”. 

Yo soy muy responsable. Nosotros como pueblo rapanui, somos una isla alejada, somos una cultura polinésica. Y cuando se vive el estallido, se vive desde lejos y enterándose de lo que ocurre desde la prensa, con harta distorsión. Nosotros no vivimos el estallido y por eso soy bien respetuosa en no sumarme o atribuirme procesos en los cuales no participamos”, contesta a este medio.