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La noche en que peligraron los escaños reservados para la Convención Constitucional

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Los parlamentarios tuvieron que suspender la última instancia posible para llegar a un acuerdo. Algunos cedieron, pero no es suficiente.

En algún momento de la noche de este miércoles, la norma que garantiza escaños reservados para los pueblos originarios en la Convención Constitucional peligró. El Congreso estaba agotando su última oportunidad en una Comisión Mixta y, después de cuatro meses, seguían sin tener acuerdo. 

Oficialismo y oposición llegaron con las propuestas de siempre: Chile Vamos proponía 15 escaños, dentro de los 155 y con la construcción de un padrón, que flexibilizaron en la última semana. La izquierda, en tanto, pedía 24 cupos para pueblos originarios y uno adicional para el pueblo tribal afrodescendiente. Sin padrón, con autoidentificación al momento de votar, y supernumerarios (es decir, por encima de los 155). Y la discusión que empezó en agosto con las fórmulas sobre la mesa y debía terminar este miércoles, se ha dilatado. Una vez más.

Uno de tres

Una intervención del presidente del Servel, Patricio Santamaría, complicó aun más el panorama: dijo que las dos opciones eran viables técnicamente y aseguró que no había ningún inconveniente en imitar el proceso de las primarias y que los votantes se autoidentificaran directamente en la cámara secreta, marcando la opción que quisieran en la papeleta. Aquello fue interpretado como una predilección del organismo a la opción que defendía la izquierda y tuvo que salir a rectificar.

Además, lo expuesto por Santamaría contradecía lo afirmado por el consejero del Servel Andrés Tagle, quien el lunes recién pasado había planteado ante los mismos parlamentarios que ya no hay tiempo para conformar un padrón voluntario. Los legisladores consultaron sobre esa discrepancia y Santamaría respondió que el consejo del Servel se reunió el miércoles por la mañana, donde se consensuó la nueva postura planteada ahora por su presidente.

Luego de casi tres horas de debate y con derecha e izquierda insistiendo en sus posturas, una propuesta del senador Francisco Huenchumilla (DC) -similar a la última del Gobierno- despejó el punto del padrón. Para el 11 de abril existiría un registro especial, armado con una serie de bases de datos de beneficios sociales que pueden obtener los pueblos originarios, diccionarios de apellidos indígenas y listados de la Conadi, entre otros.

Pero, además, quienes no aparecieran en esos registros podrían ir ante un ministro de fe antes de la elección y declararse como miembro de algún pueblo originario. En última instancia, incluso, podrían llegar el día de la votación a la urna y firmar una declaración jurada que les permitiera votar por la cédula especial. 

Hubo acuerdo en ello, pero en nada más. El número de escaños y si serían supernumerarios o imputables a los 155 tensionó la noche y la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, pidió suspender la sesión y continuar otro día. No sin antes decir que lo que ocurría era un trago amargo para el Gobierno, pues creía que si no hubieran cedido en la propuesta inicial que tenían meses atrás, ahora sí habrían llegado a consenso con la fórmula actual que la derecha proponía.

Revise el detalle de lo que ocurrió en la Comisión Mixta en esta conversación en Primera Pauta, de Radio PAUTA: