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El dilema constitucional de Chile Vamos

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Agencia Uno
POR Maria Catalina |

RN, UDI y Evópoli coinciden en un “no” rotundo a la asamblea constituyente, pero la opción de abrirse a encuentros e incluso sumarse a alguna propuesta de la oposición divide y marca las diferencias en el bloque.

Este sábado Renovación Nacional tiene programada su comisión política ampliada. Es una instancia para analizar la crisis social y afinar sus propuestas, entre ellas una clave: la posición que tomará el partido en el debate constitucional que se ha reactivado en los últimos días. 

“Chile cambió”, dijo el Presidente Sebastián Piñera. Y la apertura a una nueva Constitución irrumpió frontalmente en las costas de Chile Vamos, como sostienen varios de sus representantes en el Congreso.

Hasta antes del estallido, solo la actual oposición había instalado el tema en el debate público, y con numerosos matices. Tampoco resultaba prioritario, considerando que el proyecto de ley para abrir un camino de cambio a la Constitución no estuvo en tabla en la Comisión de Constitución del Senado luego de su ingreso hacia el cierre del gobierno de Michelle Bachelet, en 2018.

La presión reciente

Las pancartas en las calles, los petitorios de encuentros ciudadanos varios y la reactivación de la tramitación de una serie de proyectos -que resultó de un acuerdo de los opositores presidentes de ambas cámaras del Congreso y que apuntan a una nueva Carta Magna o al menos un reforma constitucional profunda- pesó en el giro de las prioridades, comentan en el oficialismo.

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Si bien inicialmente Chile Vamos intentó frenar la arremetida opositora, argumentando que era el momento de poner foco en la agenda social y no distraer la atención, el debate se instaló. De hecho, el propio Presidente Piñera confirmó que están abiertos a todos los diálogos en esa materia.

A esa presión sumaron los alcaldes.

Según una resolución de la Asociación Chilena de Municipalidades, los alcaldes deberán organizar el 7 y 8 de diciembre una consulta ciudadana en las comunas participantes “que recoja” las demandas. 

Los antecedentes de las bases dirigenciales

Con todo, una investigación académica previa mostró que en el conglomerado oficialista sí existían antecedentes en favor de cambios a la Constitución.

En el libro Anatomía de la derecha chilena (pronto a ser publicado por Fondo Cultura Económica), editado por la investigadora de la Universidad Andrés Bello Stéphanie Alenda, se recoge una serie de opiniones de 626 dirigentes comunales, regionales y nacionales, además de parlamentarios de los partidos del actual oficialismo. El trabajo de campo se hizo entre 2015 y 2016, justo tras la fundación de Chile Vamos, comenta Alenda a PAUTA.

Y una de las preguntas realizadas fue esta: “¿Está de acuerdo con establecer una nueva Constitución?”. El 21% de los dirigentes de la UDI estuvo muy de acuerdo o de acuerdo; el 35% de los de RN, y el 61% de los de Evópoli.

La tasa de respuesta del sondeo fue muy elevada (65,3% de la muestra de la UDI, 47,2% de la de RN y 91,2% en Evópoli), por lo que esas opiniones reflejan con alta fidelidad las corrientes internas de los dirigentes.

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Considerando ese antecedente y el estallido social actual, las directivas nacionales y parlamentarios de los partidos del conglomerado oficialista han acelarado ahora sus propias definiciones. Están buscando fórmulas que les permitan tener una postura común y así hacer frente a la asamblea constituyente, considerada la línea roja que en ningún caso cruzarían.

La búsqueda, en todo caso, no ha sido fácil, pues al interior de cada colectividad hay posturas bastante disímiles. De hecho, parte de la discusión incluye revisar el proceso realizado por la expresidenta Michelle Bachelet, el mismo que fue criticado por el sector incluso tras el inicio del estallido. Ahora la propuesta de Constitución de la exmandataria, que está en el Senado sin avances, podría ser la base de la conversación, como ha sugerido la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe.

Hasta ahora hay un solo consenso: cualquier cambio se debe hacer por la vía institucional, es decir, en el Congreso. 

Renovación Nacional: la llave de la oposición

La tienda que lidera el diputado Mario Desbordes fue el primer partido oficialista que se abrió al debate. Por lo mismo, sus representantes han sido los “elegidos” por la oposición para llevar adelante una serie de conversaciones. 

“Hasta el momento el Gobierno ha sido irresoluto en esta materia, probablemente porque hay una discusión al interior de los partidos oficialistas”, dice a PAUTA el diputado DC Matías Walker. “Pero si no podemos avanzar en un diálogo de acuerdo con el Gobierno, vamos avanzar en un diálogo con diputados y senadores RN y de Evópoli, pero sobre todo diría de RN, que han entendido que esta es una oportunidad, junto a otras medidas para salir de la crisis”, agrega.

Parlamentarios de Renovación Nacional. Créditos: Agencia Uno (archivo)
Parlamentarios de Renovación Nacional. Créditos: Agencia Uno (archivo)

Formalmente, RN está trabajando para definir cuál será la postura para enfrentar el debate. De eso se tratará, en gran parte, lo que hará su consejo político ampliado de sábado. 

Los caminos entre los que elegirán, como explica a PAUTA el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN), integrante de la Comisión de Constitución, son fundamentalmente dos. “En RN hay una visión que sostiene que debe ser un Congreso constituyente (solo parlamentarios) el que lleve adelante la reforma de nueva Constitución, y también otra que piensa que esto podría tener ciertas mixturas, personas que sean elegidas democráticamente y que, junto con parlamentarios, pudieran llevar a cabo este proceso”, detalla.

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En cualquiera de los dos casos, como refuerza la diputada Paulina Núñez (RN), también integrante de aquella Comisión, debería ser el Congreso el que defina el mecanismo a seguir, “porque entregar esa decisión a la ciudadanía sería no respetar la institucionalidad que hay en el país”. A juicio de la parlamentaria, “si empezamos a preguntarle todo a la gente, es poner en duda la institucionalidad del Congreso”.

En RN, como han transmitido varios de sus representantes, también están abiertos a los plebiscitos. Prácticamente hay consenso en que debe haber una consulta ratificatoria (o de salida) del documento final que se redacte, pero las dudas se refieren a un plebiscito de entrada. Algunos ven perfectamente viable que se pregunte si los chilenos quieren o no modificar la Carta Magna, pero a eso, unos pocos también agregarían una interrogante respecto del mecanismo, para saber si prefieren una asamblea constituyente, como promueve principalmente el Frente Amplio y el Partido Comunista; un Congreso constituyente, o una convención constituyente, mecanismo mixto que integra parlamentarios y delegados ciudadanos.

A pesar de que varios tienen dudas sobre cuál es el mejor mecanismo para avanzar en la materia, el senador Francisco Chahuán (RN) ya entregó una propuesta formal que socializó entre sus compañeros de bancada y también en La Moneda. 

Se trata de un documento de 10 páginas, al que PAUTA tuvo acceso, que envió al Presidente Piñera y a varios ministros, en el que plantea que es necesario recopilar los antecedentes del proceso de participación realizado durante el segundo mandato de Michelle Bachelet. Es decir, se trata de realizar nuevas instancias de escuchas activas, incluyendo los diálogos que está encabezando el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, y entregar los resultados al Parlamento para que se redacte reformas constitucionales más profundas, las que deben ser consensuadas por todos los sectores políticos.

El texto propone 10 grandes temas como guía, en los que se incluye un sistema político semipresidencial, un Estado unitario descentralizado, reconocimiento a pueblos originarios; límite a la reelección indefinida a la mayoría de los cargos de elección popular y restablecer el voto obligatorio, entre otros. Además, propone un nuevo modelo de seguridad social que resguarde “todos los derechos básicos y fundamentales”; mecanismos de mayor participación ciudadana y modernización del Estado y sus poderes. Una vez concluido ese proceso, como manifiesta el senador, será necesario ratificarlo mediante un plebiscito. 

De acuerdo con lo planteado por Chahuán, esta fórmula permitiría arribar a acuerdos con la centroizquierda. “Hemos conversado mucho con la oposición, en forma informal, y yo veo buen ánimo”, comenta a este medio. Además, junto con el trabajo que RN constantemente realiza con el abogado constitucionalista Víctor Manuel Avilés, desde la tienda aseguran haberse contactado con el constitucionalista DC Patricio Zapata y con el investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) Lucas Sierra para tener sus visiones del tema y armar la propuesta final de la tienda. 

La difícil resistencia de la UDI

Los representantes de la UDI quieren instalar un mensaje claro: no se restarán del debate sobre una nueva Constitución, aunque la disyuntiva es cómo ser parte sin parecer que bailan al ritmo de la oposición. “Hay que discutir todos los temas, pero teniendo claro que cuando uno habla de temas constitucionales, lo que tiene que pensar son los próximos 50 años del país […] Si creen que la Constitución hay que cambiarla con cada crisis que haya, lo único que hace es la decadencia del país”, advierte a este medio el senador Víctor Pérez

Si bien para algunos parlamentarios de esa tienda no es necesario hacer una reforma y dicen que para el partido no es tema, en privado reconocen que “están entregados”. Insisten en que el camino es mantener la discusión en el Congreso, descartando totalmente apoyar una asamblea constituyente u otra opción intermedia. 

Así lo evidenció Jacqueline van Rysselberghe, presidenta del partido, quien en conversación con Pauta Final, de Radio PAUTA, sostuvo: “A mí en lo personal, y en general en la UDI, nos gusta poder hacerlo [los cambios] dentro del marco institucional. Creo que lo otro [los demás mecanismos] genera gran inestabilidad”. Ante la insistencia por mayor participación ciudadana, de todas formas, se mostró dispuesta a discutir el proyecto de nueva constitución que ingresó en marzo de 2018 Michelle Bachelet.

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“Estoy mucho más de acuerdo con discutir el libelo [proyecto de ley] que dejó Michelle Bachelet. Si se gastaron más de 3.500 millones de pesos en eso”, comentó.

Dentro de la bancada de diputados, de todas formas, también hay otras miradas. Si bien Jorge Alessandri se muestra disponible a avanzar con el proyecto de la expresidenta, cree posible incorporar más espacios de diálogo. No se cierra a la reformulación del Capítulo XV de la Constitución para introducir mecanismos participativos vinculantes, pero su apuesta es que durante las semanas distritales los parlamentarios asistan a cabildos y que, mediante abogados o secretarios dependientes del Congreso, se levanten actas de las instancias y se pongan a disposición de las comisiones de Constitución que, a su juicio, debieran estar encargadas de redactar la nueva Carta Fundamental.

Diputado UDI Jorge Alessandri. Créditos: Agencia Uno (archivo)
Diputado UDI Jorge Alessandri. Créditos: Agencia Uno (archivo)

Los resultados, comenta a este medio, podrían ser refrendados en un plebiscito de salida. “Tenemos que estar abiertos. La Constitución se puede cambiar y tiene formas para hacerlo”, sostiene.

Alessandri asegura, además, que está estudiando los proyectos presentados por la exmandataria y, hasta ahora, no le parecen “malos”. Recuerda que desde Chile Vamos, en el transcurso que se desarrollaba el proceso de la anterior administración, presentaron más de 100 cambios a la Constitución, por lo que no descartaría que eso se pudiera reevaluar, actualizar y ampliar. 

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Al igual que sus compañeros de bloque, en el partido varios de sus miembros han pimponeado con diversos constitucionalistas no solo para analizar el actual escenario. También lo han hecho para evaluar posibles propuestas, como tener una comisión especial que guíe la posición de la tienda. De hecho, varios de los parlamentarios han mantenido línea directa con abogados como Sebastián Soto -uno de los expertos favoritos de La Moneda- y Héctor Mery, constitucionalista, actual jefe división judicial del Ministerio de Justicia y exmiembro del Consejo de Observadores del proceso constituyente de Bachelet. 

Para el senador Pérez, quien también es miembro de la Comisión de Constitución, el debate se debe centrar en el diálogo y no dejarse llevar solo por la coyuntura. “Cambiar por cambiar, porque creo que este modelo puede ser mejor o porque con esto van a salir a protestar menos a la calle, no me parece lo más adecuado […] Todos los días aparecen propuestas nuevas que lo que reflejan es la coyuntura, pero armar una Constitución debe ser un diálogo muy profundo y ese diálogo todavía no se decanta”, afirma.

Este asunto, precisamente, será materia de discusión de la comisión política ampliada que celebrarán el sábado 16 de noviembre. “Ojalá que en esa instancia tomemos acuerdo, pero también estamos esperando la propuesta del Gobierno. Esto lo llevaba inicialmente Gonzalo Blumel y ahora, con la llegada de Felipe Ward, quedó el asunto medio truncado. Yo le daría unos días más al Gobierno”, agrega Alessandri.

Evópoli y los consensos

En el partido más nuevo que integra el conglomerado oficialista hay una mirada más unitaria, al menos en esta primera etapa. Lo dice su presidente, Hernán Larraín Matte: “El debate constitucional debe darse en el Congreso”. No hay doble lectura.

Según el diputado Francisco Undurraga, “siendo la Constitución uno de los pilares evidentes que rayan la cancha para que todos entremos dentro de nuestro país, las modificaciones que se hagan tienen que ser todas vía la institucionalidad. Nosotros eso no lo pretendemos saltar bajo ningún punto de vista. Los cuórums son altos, pero obligan a consensos, esos consensos generan mayorías y esas, a su vez, estabilidad”.

Parlamentarios de Evópoli. Créditos: Agencia Uno (archivo)
Parlamentarios de Evópoli. Créditos: Agencia Uno (archivo)

Los cambios, sostienen en este partido, no deben hacerse en asambleas constituyentes, pues los parlamentarios son quienes están mandatados a tramitar leyes y reformas a la Carta Magna. Antes de que aquello ocurra, sin embargo, consideran que es necesario escuchar, tanto en los diálogos que encabeza el ministro Sichel como los incluidos en el proceso de Bachelet.

“Nosotros hemos sido elegidos por la ciudadanía, no somos ilegítimos en el ejercicio de nuestro cargo. Que se requiere mayor participación, evidentemente y por eso el ministro está llevando a cabo los diálogos a través de toda la nación, para poder saber cuál es el sentir y el anhelo […] La ciudadanía está siendo consultada, dediquémonos a escuchar y seamos capaces no de conducir para doblarle la mano a nadie, sino que para canalizar que esto sea hecho de la mejor manera posible”, subraya.