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Cómo ETA pasó del anuncio del fin de la vía armada a su incursión en la política española

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POR Lucía Alegrete |

La banda terrorista registra más de 3.000 atentados y 7.000 víctimas a sus espaldas. Ahora interviene con su brazo político, el partido EH Bildu.

Este 20 de octubre de 2011 la organización terrorista española ETA anunciara el fin de su actividad armada. El cierre ocurrió tras un proceso de diálogo con el presidente del gobierno español de la época, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE).

Pero fue un fin declarativo. No fue sino hasta 2018 cuando la organización anunció que disolvía completamente sus estructuras. Según señalaron, su objetivo era abrir un nuevo ciclo político en el País Vasco, en el norte de España, de donde son originarios.

Con ese aviso final daban oficialmente por terminados los más de 50 años de actividad de una de las manchas más negras de la historia española. El grupo armado carga a sus espaldas 3.000 atentados, 864 muertos y más de 7.000 víctimas.

La banda terrorista

La organización nació como una asociación nacionalista vasca que quería luchar contra la dictadura de Francisco Franco. Entre sus crímenes más sonados estuvo el magnicidio del vicepresidente de aquel entonces, Luis Carrero Blanco.

Sin embargo, el terrorismo continuó y la banda siguió sus actividades armadas instaurada ya la democracia en 1975. Su objetivo: la independencia del País Vasco.

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En su prontuario se fueron sumando los secuestros, bombas y asesinatos. Marcó buena parte de la historia de España desde el final de la dictadura franquista al inicio de la transición democrática. A partir de la década de 1980, ETA declaró varias treguas y altos al fuego, rotos en tandas frecuentes. Sus integrantes eran perseguidos en España y también en Francia, donde ETA también cometió crímenes.

La banda aseguraba que deseaba diálogos pacíficos, pero con su objetivo independentista y su actuar violento las rondas de conversaciones eran un fracaso tras otro. El atentado más sangriento fue en el estacionamiento del Hipercor de Barcelona (un importante mall de la ciudad) en 1987. Hubo 21 civiles muertos y 45 personas heridas.

A lo largo de los años, numerosas marchas en distintos puntos de España representaron el repudio ciudadano a ETA. Ni siquiera entre los vascos concitaban respaldo.

Situación de ETA en la actualidad

Diez años después del cese de la violencia, la organización política se encuentra así: una veintena de huidos, 184 presos, los cuales han sido trasladados a prisiones del País Vasco debido a las políticas de acercamiento del Gobierno, y 376 crímenes sin resolver.

La Jefatura de Información de la Guardia Civil explica que, desde que se anunció el fin de la violencia, ETA continuó su actividad centrándose en la situación de los prófugos de la justicia, el depósito de armas y la reunificación de los presos en las cárceles.

Aunque uno de los aspectos más destacados es su participación en la política de la mano del partido vasco Euskal Herria (EH Bildu), socio del gobierno de Pedro Sánchez (PSOE). Está presidido por Arnaldo Otegi, preso más de seis años por, entre otras cosas, el secuestro de un empresario.

Uno de los hechos más destacados de la jornada fue la declaración de Otegi donde mostraba su dolor por el sufrimiento de las víctimas. Sin embargo, el gobierno lo calificó de insuficiente por no expresar verdadero arrepentimiento ni condenar los homenajes a etarras.

En Primera Pauta, de Radio PAUTA, John Müller, quien reside en España, comentó cómo EH Bildu se ha convertido en un partido que apoya incluso al actual Gobierno. De hecho, explica cómo Otegi ofreció los votos de la formación para aprobar los presupuestos generales a cambio de liberar a los 200 presos que siguen encarcelados.

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