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¿El agua del río Mapocho está sucia?

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Fernanda Monasterio/PAUTA
POR Matias Bobadilla |

Al contrario de lo que se asocia a este río, en él se pueden encontrar más de 1.100 especies de flora y fauna. ¿Por qué entonces tiene ese color?

Aunque han pasado más de diez años desde el proyecto que descontaminó las aguas del río Mapocho, todavía permanece la idea de que este caudal está sucio (quizá por el color café de sus aguas). Por eso, nuestro Perro de caza, de Watchdog PAUTA, salió a olfatear el río que atraviesa la ciudad de Santiago y se sorprendió con lo que encontró. 

¿El río Mapocho está contaminado?

El río Mapocho nace en el Cerro El Plomo en la Cordillera de los Andes, recorre 16 comunas de la región Metropolitana y desemboca en el río Maipo. Hace poco más de una década, todas las descargas residuales de la ciudad llegaban a él, lo que producía malos olores y enfermedades entéricas como el cólera, hepatitis o tifus, producto del riesgo de hortalizas con aguas servidas. Pero eso cambió radicalmente con la implementación del proyecto Mapocho Urbano Limpio (MUL) de Aguas Andinas. 

Esta obra que se compone de un túnel colector, que atraviesa nueve comunas, -Las Condes, Providencia, Recoleta, Independencia, Santiago, Quinta Normal, Cerro Navia, Pudahuel y Maipú- intercepta 21 descargas de aguas servidas, tiene un diámetro desde 1,4 hasta 3 metros dependiendo del caudal de captación de descargas y se ubica de forma paralela al río, en el sector de Vitacura-Las Condes y las plantas de La Farfana y El Trebal, en el poniente de la ciudad.  

Según Christian Esquivel, gerente de Relacionamiento y Acción Social de Aguas Andinas, la iniciativa, junto a otras del plan de saneamiento de Santiago, “permitió en un tiempo récord de 13 años depurar la totalidad de las aguas residuales de la capital. Países desarrollados han podido lograr esto en 30 o más, y nos permite estar al nivel de las capitales con mejores indicadores de la OCDE, y muy por sobre el resto de Latinoamérica donde sólo el 28% de las aguas servidas son tratadas (BID)”.

Pese a que el río ya no tiene contaminación residual, muchas veces se cree que este caudal está sucio por el color oscuro de sus aguas. Marcos Pfeiffer, académico del Departamento de Ingeniería y Suelos de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, asegura que la tonalidad de los ríos se relaciona principalmente con los sedimentos, es decir, el material particulado que transportan. 

En el caso de los ríos Maipo y Mapocho, “su color café está asociado a que cargan sedimentos, los que contienen gran cantidad de óxidos de hierro y de aluminio, principalmente los de arcilla y limo, que es lo que les da ese color característico. También traen partículas más grandes, como arena y gravas, pero esas no son las que les van dando la tonalidad”, explica. 

Biodiversidad en el Mapocho

Probablemente, uno de los aspectos más desconocidos del río Mapocho es la cantidad de flora y fauna que alberga. De acuerdo al mapeo ciudadano realizado por el proyecto Mapocho 42K y del que su directora, Sandra Iturriaga estuvo conversando en PAUTA Sustentable, se registraron más de 1.100 especies, las que se pueden revisar en INaturalist CL.

Pero, esta no es la única iniciativa en torno al río. En agosto de 2019 y en uno de los recorridos que realizaba en bicicleta paralelo al Mapocho, Joaquín Moure, fundador de Mapocho Vivo, se dio cuenta que la vegetación aumentaba a medida que se acercaba a la cordillera. 

“Una vez llegué al puente de Lo Curro en Vitacura y observé que el agua del río corría transparente. Ante dichos factores que no se suelen asociar al Mapocho, bajé para comprobar qué estaba pasando. Me saqué los zapatos y caminé por el agua, a los pocos metros vi peces asustarse ante mi presencia y esconderse entre las rocas”, cuenta. 

Agrega que “así perdí todos los prejuicios que tenía sobre el río y nació en mí un apetito voraz por encontrar y difundir su riqueza natural”. Con ese propósito, creó Mapocho Vivo, fundación enfocada en promover el cuidado del río y que junto a la Municipalidad de Vitacura, desarrolla recorridos gratuitos que cada semana invitan a conocer de cerca la flora y fauna del río. 

Moure cuenta que “hasta el día de hoy llevamos un conteo de 180 especies de flora y fauna nativa registradas en el tramo urbano del río, en los tramos rurales o más naturales puede verse incluso mayor biodiversidad. A medida que el río sea protegido, este brindará una riqueza inimaginable para los santiaguinos”. 

Entre algunas de las especies que ha registrado hasta momento, se encuentran los bagrecitos (Trichomycterus areolatus), la pancora de río (Aegla laevis) -declarada extinta del Mapocho en 1998-, la garza auca (Ardea cocoi) -subespecie más grande de Sudamérica- y polluelos de pato jergón. También se han realizado estudios desde el Centro de Ecología Aplicada, en el que se da cuenta de más especies encontradas en el río.

WatchDog PAUTA es un proyecto de fact-checking conjunto entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes y PAUTA. Busca tomar temas en la agenda y rastrear su veracidad desde una perspectiva positiva, no inquisitoria.

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