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La adolescencia autoexpuesta del Frente Amplio

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POR Josefina Ríos |

El explosivo crecimiento del Frente Amplio marcó una nueva etapa dentro del conglomerado, una en la que sus diferencias han quedado reveladas abiertamente ante la opinión pública.

En clave biológica se podría decir que la “niñez” del Frente Amplio transcurrió en un ambiente feliz y tranquilo. Sus líderes más visibles, los diputados Giorgio Jackson, Gabriel Boric y Vlado Mirosevic, convivían cómplices y sin mayores dificultades en las salas del Congreso. Asimismo, las bases de los partidos y movimientos que lo conforman trabajaban mancomunadamente para alcanzar todos juntos un objetivo común: convertir a Beatriz Sánchez en Presidenta de Chile y lograr una buena representación parlamentaria en las elecciones de noviembre pasado, que les permitiera avanzar en su ideal político de cara a la ciudadanía.

El trabajo sistemático y coordinado realizado por el FA, constituido como conglomerado político hace apenas un año y medio, logró que su candidata Beatriz Sánchez lograra el 21% de los votos en la primera vuelta presidencial. La coalición eligió 20 diputados y un senador. Un resultado que, a todas luces, resulta tremendamente exitoso, sobre todo para un pacto recientemente creado y sin demasiada expertise política. Así, el “niño” demostró que había crecido fuerte, grande y, sobre todo, rápido.

El actual escenario parlamentario marca inevitablemente una nueva etapa del FA, una “adolescencia” que llegó sin demasiado aviso y que ha puesto en jaque la orgánica del conglomerado en variadas oportunidades durante los últimos cuatro meses. Ya en abril, el diputado del Partido Humanista (PH) Tomás Hirsch admitía a PAUTA.cl que “teníamos una gran planificación dentro de la colectividad hasta las elecciones. Ahora estamos frente a una nueva etapa y necesitamos tiempo para reflexionar sobre el camino que viene. En el FA conviven 14 fuerzas políticas y eso redunda en una gran diversidad que debemos aprender a canalizar”.

Los desencuentros entre las diversas fuerzas del conglomerado y los impasses que éste ha vivido han sido de distinta índole, pero han tenido un componente común: la exposición pública de sus diferencias internas.

La primera desavenencia se produjo luego de que miembros de la coalición, como los diputados Gabriel Boric (MA), Natalia Castillo (RD) y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp (MA), decidieran participar en las comisiones para los acuerdos nacionales convocadas por el Presidente Sebastián Piñera. En esa ocasión, fue la diputada del PH Pamela Jiles quien disparó fuerte en contra de sus compañeros de coalición, definiéndolos como “incautos que andan volando bajo”. Luego de varias recriminaciones, los bandos en cuestión lograron poner paños fríos al conflicto y seguir adelante. En ese entonces, Boric reconoció a PAUTA.cl que “la oposición que ha existido es parte de la diversidad propia de un conglomerado en proceso de maduración”.

Con las relaciones ya recompuestas, el 17 de mayo el Frente Amplio en su totalidad decidió presentar una acusación constitucional en contra del ministro de Salud, Emilio Santelices, por el ingreso del protocolo de objeción de conciencia para la Ley de Aborto en Tres Causales, razón por la que el ministro ya había sido interpelado dos semanas antes. La iniciativa, sin embargo, fracasó cuando el 20 de junio la Cámara de Diputados desestimó la causa. Nuevamente el FA vivía -y discutía- frente a la ciudadanía las implicancias políticas de haber liderado públicamente la ofensiva contra Santelices.  

El golpe sufrido por esta derrota caló con distinta intensidad entre las diversas fuerzas del conglomerado. Tanto que marcaría los rumbos de sus integrantes frente a otro importante episodio: el recurso presentado el 10 de julio pasado, por parte del FA ante la Corte Suprema para poder destituir al fiscal nacional, Jorge Abbott, por su actuación en el caso Penta. Pese a que la iniciativa fue respaldada por la mayoría de la colectividad, Revolución Democrática (RD) decidió marginarse: habían aprendido una lección y no quería exponerse a otra derrota pública. Aunque queda mucho camino para dilucidar el destino de esta causa, el 13 de julio la Corte Suprema declaró admisible el recurso presentado por parte del FA.

Parte del FA junto a Beatriz Sánchez presentan ante la Corte Suprema un recurso para remover al fiscal nacional, Jorge Abbott. Crédito: Agencia Uno.

La decisión, celebrada con alegría por los que respaldaron la moción, generó otro quiebre visible en la coalición. Incluso, la diputada del Partido Poder, Claudia Mix, publicó un tuit, que luego borró, tildando de cobardes a sus aliados del RD. Las esquirlas saltaron incluso dentro del partido, cuando parte de la militancia de RD criticó abiertamente a la directiva de la tienda por no apoyar el recurso contra Abbott.

Pero quizás la polémica más fuerte fue la vivida a mediados de junio entre el Movimiento Autonomista y Revolución Democrática por la suspensión de Alfonso Mohor (MA) como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) por tres meses. La decisión fue tomada luego de que se culpara a Mohor de actuar negligentemente ante una situación de acoso laboral. El informe que inculpaba al líder universitario fue respaldado por dos militantes de RD. El conflicto escaló hasta las más altas esferas y terminó con el congelamiento de las relaciones entre ambas fuerzas políticas. El jueves pasado, finalmente Mohor oficializó su renuncia al cargo.

Tras varios “dimes y diretes” públicos, finalmente los líderes frenteamplistas han depuesto sus diferencias y los mea culpa de algunos de ellos han apuntado a la falta de madurez del bloque. Así, el diputado de RD Miguel Crispi dijo a El Mercurio que creía que (como conglomerado) les faltaba mucho por madurar. En la misma línea, Juan Ignacio Latorre, el único senador del grupo y también militante de RD, afirmó en La Tercera que “si queremos ser gobierno tenemos que madurar”. En TVN, Boric manifestó que no había un quiebre en el FA y que vivían un periodo de aprendizaje para poder resolver la diferencias y convivir con la diversidad presente en la colectividad.

La aguas parecen más calmas por estos días, pero como la adolescencia es un periodo de crecimiento, desarrollo y sobre todo de cambios, es difícil decir si el FA se apresta ya a la adultez.