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Las protestas en Irán por el derribo del avión se tornan violentas

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POR Maria del |

El sábado, los líderes de Irán admitieron que fueron sus militares quienes derribaron el avión de Ukraine Airlines con 176 pasajeros, tras confundirlo con un misil.

Irán presenció una segunda noche de protestas, violentas en algunos casos, después de que el gobierno admitiera haber derribado por error un avión de pasajeros ucraniano.

Los videos publicados en las redes sociales, que Bloomberg News no pudo verificar de inmediato, mostraban enfrentamientos entre manifestantes y la policía antidisturbios, rastros de sangre en una calle principal, cánticos en oposición al líder supremo —el ayatola Ali Jamenei— y llamados a librar al país de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Los manifestantes en los videos dijeron que se realizaron arrestos y lanzaron gases lacrimógenos contra las multitudes.

La indignación se extendió por todo el mundo después de que los líderes de Irán admitieran el sábado que sus militares derribaron el avión ucraniano tras confundirlo con un misil de crucero, y que cobró las vidas de las 176 personas a bordo.

Cambio radical

El anuncio marcó un cambio radical después de que el régimen pasó días acusando a los gobiernos occidentales de una “guerra psicológica”. El domingo, el gobierno de Irán dijo que estaba formando un grupo de trabajo para investigar el accidente y compensar a las víctimas.

El presidente Donald Trump, que hace una semana amenazó con bombardear sitios culturales iraníes, envió una serie de tuits en farsi durante el fin de semana para expresar su apoyo a los manifestantes y advertir a los líderes de Irán a no intervenir. “NO MATEN A SUS MANIFESTANTES”, dijo Trump.

Los asistentes a las protestas, muchos de ellos estudiantes, entraron a la fuerza en la histórica plaza Azadi de Teherán y en la Universidad Shahid Beheshti, así como en varias ciudades regionales. Los videos mostraban a las fuerzas de seguridad montadas en motocicletas con camuflaje verde y armadura antimotines estacionadas en la céntrica plaza Valiasr de Teherán. También hubo fuerte presencia policial en las afueras de la Universidad de Teherán.

El sábado, una gran multitud de estudiantes se manifestó frente a la Universidad Amir Kabir en el centro de Teherán para realizar una vigilia a la luz de las velas, según testigos, antes de comenzar a cantar “muerte al dictador” y “la renuncia no es suficiente, ¡se necesita un juicio!”. Las fuerzas de seguridad intervinieron para dispersar a los manifestantes. El embajador del Reino Unido en Irán, Rob Macaire, fue detenido brevemente después de asistir a la vigilia, un hecho que provocó un incidente internacional.

La aceptación del gobierno de que las fuerzas de seguridad de Irán tienen la responsabilidad final del derribo del avión —a pesar de presentarse en un momento de conflicto con su mayor enemigo— representa un nuevo golpe para los gobernantes del país en un período en que la economía ha sido devastada por las sanciones de Estados Unidos. Parece haber socavado el sentido de unidad nacional forjado tras el asesinato del 3 de enero por parte de EE.UU. del general Qassem Soleimani, un héroe para muchos iraníes por su trabajo en Irak y Siria en su lucha contra el Estado Islámico.