Actualidad

Roberto Celedón: Jorge Arancibia “tiene derecho a permanecer” en la Comisión de DD.HH.

Imagen principal
Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

El abogado y convencional (Ind. en cupo FRVS) defiende la participación del exalmirante, pese a las críticas de un sector liderado por Francisca Linconao.

El pasado viernes 30 de julio, el constituyente Pedro Muñoz (PS) intervino en la Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional para compartir una carta que le llegó con un reclamo: agrupaciones de derechos humanos manifestaban su “preocupación” por la participación del exalmirante Jorge Arancibia en dicha comisión, quien fue edecán de Augusto Pinochet.

El tema se abordó ese mismo día, momento en el que Arancibia respondió públicamente, diciendo que “antecedentes democráticos de mi persona sobran” y que no renunciaría a su participación en la instancia. Este martes 3 de agosto, la convencional Francisca Linconao lo emplazó directamente. “Más vale que se retire”, dijo. 

Arancibia, en tanto, contestó nuevamente, y recordó su trayectoria como senador y su rol en una mesa de diálogo entre un grupo de civiles y de profesionales de las FF.AA, cuando fue comandante en Jefe de la Armada. “No tengo nada que ustedes puedan buscar que se asocie con violaciones a los derechos humanos”, agregó. 

La petición que impulsan varios constituyentes es que Arancibia cese su participación en dicha instancia, que es provisoria y terminará en dos semanas. No obstante, la decisión se la pasaron a la Comisión de Ética -que tampoco tiene atribuciones para determinar directamente su salida- y al Pleno.

En esta entrevista, uno de los coordinadores de la comisión, el abogado defensor de derechos humanos Roberto Celedón (Ind. en cupo FRVS), defiende la participación de Arancibia en ese grupo, pero acota: “Tienen derecho de participar, pero para recrear confianza hay la obligación de decir toda la verdad, porque esta historia que se escribió en Chile no tiene nombre. Violó completamente la tradición y la cultura patria”.

– ¿Considera que Jorge Arancibia debería permanecer en la Comisión de Derechos Humanos?

“Tiene derecho de permanecer porque es un constituyente elegido democráticamente y, respetando los procedimientos internos de la Convención Constitucional, se inscribió en esta Comisión de Derechos Humanos. Ahora, si alguien estima que hay conflicto de interés, lo debe resolver una comisión distinta a la nuestra”.

– ¿No es, entonces, la Comisión de Derechos Humanos la que debe decidir cómo proceder sobre este caso? 

“Como comisión, independiente de la opinión que individualmente puedan tener sus miembros, no tenemos facultades para tomar ninguna medida que signifique modificaciones a decisiones que ya se tomaron por la Convención Constitucional, en cuanto a quiénes pueden participar en las comisiones que se crearon. Nadie discute que el señor Arancibia está legalmente, reúne los requisitos que se pusieron para estos efectos y así lo reconoció la secretaria de la Convención. Felizmente hoy [miércoles] no hubo ningún problema, no se volvió a discutir, no hubo ningún planteamiento estando la comisión en su integridad. Y don Jorge participó normalmente, como lo ha hecho en todas las reuniones. Por mi parte debo decir que jamás ha puesto un problema, él como persona ha participado, ha votado en todo, de manera que cualquiera podría decir que ya ha tenido una lógica distinta a la de otra minoría que es hostil al proceso”.

– Pero a su juicio, ¿cómo se responde ante las críticas de las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos o de la misma Francisca Linconao? 

“Creo que es un llamado a la conciencia de él mismo, que si estimase que no tiene la suficiente independencia y objetividad para estar en una comisión transitoria que tiene por objeto preparar material para la comisión permanente en materia de derechos humanos, es algo que él debe resolver. Él se ha pronunciado en términos de que tiene voluntad de colaborar con la comisión, con el trabajo. Nosotros como comisión lo único que podemos hacer es encauzar estas apreciaciones, que están en documentos por escrito, a la autoridad competente de la Convención“.

– Chile Vamos acusa que lo que ocurre con Arancibia es una “censura”.

“Una cosa es la manifestación, por decirlo así, de una inquietud o malestar de organizaciones de derechos humanos, diversas, que le reprochan algunas opiniones, que habría vertido según se ha expresado en 2019. Otra cosa es una censura. No procede”.

– Usted mencionaba por ejemplo que en el punto de las garantías de no repetición -uno de los principios que abordará la Comisión- sería relevante escuchar lo que un exmiembro de las Fuerzas Armadas tiene para decir. ¿La presencia de Arancibia aportaría legitimidad al proceso de la Comisión?

Las garantías de no repetición son uno de los aspectos importantes que tiene la comisión y toda la doctrina en materia de derechos humanos. En el caso de Chile, las garantías de no repetición pasan por las Fuerzas Armadas y de Orden Público. Son agentes del Estado, principalmente uniformados, los que violaron de manera masiva, sistemática e institucional los derechos humanos. La nueva Constitución no puede dejar de regular esta situación y en ese sentido, el señor Arancibia, como los 154 otros constituyentes, van a tener que tomar decisiones, en lo que es el texto definitivo de la Constitución y eso pensando en el bien de Chile para que nunca más sea, nunca más. Creo que un miembro relevante dentro de las jerarquías militares tendría mucho que aportar para conocer toda la verdad”.

“Don Jorge Arancibia, quien dijo ayer (martes 3 de agosto) que había nacido en 1939, para el año 1973 no era un joven oficial de la Armada. Tenía a lo menos 34 años. Nadie puede desconocer que el golpe militar partió en Valparaíso, con la Armada. Una cosa es ser elegido popularmente y otra es tener conciencia democrática. Creo que cualquier miembro honesto de las FF.AA tiene mucho que explicar y mucho que contar, porque como bien se ha dicho, este fue un golpe cívico-militar; de lo cívico se sabe poco. Tienen derecho de participar, pero para que nos generemos confianza y recrear confianza hay la obligación de decir toda la verdad, porque esta historia que se escribió en Chile no tiene nombre. Violó completamente la tradición y la cultura patria”.