Economía

Hermann González, de Clapes UC: “Endeudarse no es gratis”

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El coordinador macro de Clapes UC, Hermann González. Crédito: PAUTA
POR Marcela Gómez |

El excoordinador macro de Hacienda pide una visión completa. “En la discusión de cómo financiamos más gasto, muchos economistas cuentan solo una parte de la historia”, acusa.

Una mirada crítica sobre la propuesta transversal de seis economistas de elevar el gasto en ayuda a los hogares, usando los recursos del Fondo de Estabilización Económico y Social (FEES), tiene el economista y coordinador del área macro de Clapes UC, Hermann González.

“Creo que al documento le falta considerar la reasignación de recursos públicos como fuente de financiamiento y también el rol que puede cumplir el sector privado en la fase de recuperación”, afirma. Otra falencia, dice, es que no se abordan los costos de un mayor endeudamiento.

El excoordinador macroeconómico de Hacienda, quien se sumó en enero al think tank donde también participan el exministro de Hacienda Felipe Larraín y el exdirector de Presupuestos Rodrigo Cerda, también cree que es necesario “contar la historia desde más atrás”. Esto, dice, porque el fuerte deterioro económico que registra Chile, primero tras la crisis social y ahora ante las necesidades de la emergencia sanitaria, hace que política fiscal esté “bastante estresada”. 

-¿Hay espacio para más gasto y más endeudamiento, como apunta el documento?

“El shock que partió el 18 de octubre de 2019 significó que las proyecciones crecimiento se ajustaron fuertemente a la baja, lo que tiene impacto en ingresos fiscales. Hubo una respuesta fiscal significativa con recursos por US$ 5.500 millones, que se financió con una combinación de deuda y uso de activos. O sea, ahí comenzó a usarse el FEES, no es que no se esté usando”.

“Este año, en mi opinión el Gobierno ha entregado una respuesta bien a amplia ante la pandemia, abarcando distintos segmentos: trabajadores, hogares, pymes. Faltan empresas más grandes. Esa repuesta es por un total de US$17 mil millones; o sea, 7% del PIB”. 

“Es una respuesta bien significativa y, como consecuencia, la política fiscal está bastante estresada. Se prevé un déficit del orden 8% del PIB este año; el endeudamiento público ha subido. Esto, en medio de una gran incertidumbre, porque no somos capaces de predecir cuánto va a durar la crisis o si tendremos más olas de contagio”. 

“Como consecuencia de la responsabilidad fiscal de los últimos 30 años, Chile tiene espacio para seguir endeudándose y también tiene ahorros. Gracias a que fuimos responsables hay espacio para reaccionar. Pero hay que mirar la foto completa”.

-¿Hay factores que no se estén considerando?

“Me parece un poco contradictorio reconocer que tenemos una gran incertidumbre con definir ex ante un monto de respuesta de la política fiscal. Como lo ha expresado el ministro de Hacienda, creo que una mejor opción es tener flexibilidad para reaccionar en la forma que sea necesario de acuerdo qué ocurra con la enfermedad. No me parece adecuado jugarse por un cifra si no sabemos cómo va evolucionando”.

“Tampoco me parece una buena recomendación usar el total del FEES, que es lo que ha quedado, aunque el documento usa esa cifra como referencia y plantea que sea una combinación de recursos del fondo y de deuda”.

-¿Falta información para una decisión más certera, entonces?

“Creo que al documento le falta considerar la reasignación de recursos públicos como fuente de financiamiento. Claramente con las restricciones y cuarentenas el Gobierno enfrenta dificultades para ejecutar el Presupuesto y las reasignaciones pueden ser muy útiles”.

“Además, es importante que parte de la recuperación venga también de la mano del sector privado. Hay que pensar alternativas diferentes para el periodo poscrisis, incluyendo rebajas transitorias de impuestos, incentivos potentes a  la inversión pública y privada, reducción de trámites”.

“El mensaje que debe reinstalarse es que la fuente primaria de los ingresos fiscales es el crecimiento económico. Sin eso, no hay política fiscal financiada en el largo plazo”.

Créditos Fogape: “No se puede pedir lo imposible”

-Se plantea que las transferencias a personas vulnerables no son suficientes y que los montos deberían ser estables y no decrecientes. ¿Cómo lo ve usted?

“La oposición ha asumido el rol de pedir más permanentemente. Pero el Gobierno debe cuidar los recursos públicos y defender su disponibilidad hacia adelante. No digo que esté todo perfecto. Varias de las críticas que se hacen a las medidas se podrían haber evitado con mayor diálogo y trabajo previo. Por ejemplo, la discusión del Ingreso Familiar de Emergencia no la considero una buena señal política de cara a la ciudadanía. Hubiera esperado conversaciones previas. Se podría haber llegado a una cifra intermedia dentro del mismo marco legal”.

“En el caso de los trabajadores independientes, se fue muy ambicioso al apuntar a un mecanismo permanente cuando se requiere una respuesta más rápida. Y en los créditos Fogape, bueno, no se puede pedir lo imposible: los bancos privados van a mantener sus criterios de evaluación de riesgo y la política no va a cambiar. Al único que se le puede pedir un rol más activo es a BancoEstado”.

-¿Cómo ve el riesgo de un alza explosiva de la deuda pública, llegando incluso a 60%, como dice el documento?

Las proyecciones oficiales es que converge a 40% del PIB en 2024, pero eso depende en gran medida de qué haga el próximo gobierno. Todavía es un número bajo, pero eso lo venimos diciendo desde que era 12% PIB”.

“Además, se proyectan holguras fiscales negativas para 2021 y 2022, lo que significa que el Gobierno tiene que hacer un ajuste para cumplir con la meta”.

“Pero lo que estamos discutiendo es que habrá necesidad de más gasto: hay compromisos sobre la mesa, se vienen elecciones y la salida de esta crisis requerirá un presupuesto reactivador. Ese es un círculo que no cierra o que podría cerrarse modificando por segunda vez el compromiso de consolidación fiscal”.

-¿No es tan fácil, entonces, decidir aumentar la deuda?

“En la discusión de cómo financiamos más gasto, muchos economistas cuentan solo una parte de la historia: hay espacio, la deuda es baja, tenemos fondos soberanos”.

“Muchas veces se les olvida el costo de endeudarse. Ese costo ha ido subiendo. Hoy pagamos US$ 2.500 millones en intereses, son recursos que podríamos usar mejor para hacer política social. Con cifras oficiales, estimo que en 2024 estaremos pagando US$ 5 mil millones en intereses”.

“Además, tenemos sobre la mesa el riesgo de un downgrade luego que Fitch y S&P bajaran la perspectiva de nuestro rating soberano”.

“Endeudarse no es gratis, hay que meterlo también en la ecuación”.

-¿Estima necesario que se genere un acuerdo al respecto, un pacto fiscal que sirva como guía? 

No soy partidario de este tipo de pactos, porque considero que es el Ejecutivo el que está a cargo de la política fiscal. Hay que conversar todo lo necesario sobre la estrategia fiscal que definan las autoridades. Y cada vez que se vaya con un proyecto al Congreso, [debe] conversar antes y conversar más. Pero se tiene que respetar la facultad del Ejecutivo en materia fiscal”.