Economía

Banco Central sube a 9% crecimiento para 2021 por impulso fiscal y retiros

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El presidente del Banco Central y el ministro de Hacienda. Crédito: Min. Hacienda
POR Marcela Gómez |

El mayor gasto impulsará la inflación y llevaría a subir la tasa de interés este año. El presidente de la entidad planteó la necesidad de reducir el impulso fiscal en 2022.

El mercado y los organismos internacionales han venido ajustando la alza las estimaciones de expansión del PIB 2021 para Chile en los meses recientes, pero el optimismo del Banco Central está por sobre todas esas estimaciones.

En el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, la entidad elevó a un rango entre 8,5% y 9,5% el crecimiento este año, dejando atrás la proyección de marzo situada entre 6% y 7%. El presidente del Banco Central, Mario Marcel, descartó que esto se deba  aun mayor optimismo respecto de la visión que hoy tienen los organismos como el FMI o la OCDE, sino más bien a que esas entidades están “mirando un cuadro de hace meses que no incorpora factores recientes”.

Dos tercios de la diferencia con la proyección de marzo en las expectativas de crecimiento “se explica por la acumulación de medidas de impulso al gasto, y el tercio restante, principalmente por el mejor inicio del año y adaptación de la economía”, explicó.

El mayor peso se lo llevan las masivas transferencias fiscales (el IFE universal y las medidas para las pymes suman recursos por poco más de US$11 mil millones), pero también se agrega el tercer retiro de ahorros previsionales (con US$12 mil millones ya retirados). Esta mayor liquidez lleva al Banco Central a proyectar que este año el consumo privado crecerá casi 15%. Además refleja un fuerte crecimiento del gasto fiscal, pasando del 5% previsto en marzo a una cifra en torno a 25% nominal, “significativamente mayor que el del 2020”, acota.

Este mayor impulso fiscal y al consumo, junto con aumentos de las presiones de costos, también eleva las proyecciones de inflación, que cerraría en 4,4% en diciembre pero registraría valores incluso superiores en el segundo semestre.

“Estamos en una recuperación liderada por el consumo, apoyada por la política fiscal. Eso no es algo necesariamente malo en respuesta a una crisis que ha tenido un impacto directo en tantas familias”, dijo Marcel. Pero advirtió que una reactivación “que se sostenga permanentemente sobre la base del consumo va a encontrar límites en la capacidad productiva y va a repercutir sobre los precios”.

Coordinación monetaria-fiscal

El mayor crecimiento previsto para el gasto y la actividad “harán menos necesario que el impulso monetario apoye la recuperación de la economía con la intensidad actual”. Por esto anticipa que la Tasa de Política Monetaria (TPM) – que se mantiene en su mínimo técnico de 0,5% desde comienzo de la pandemia- podría comenzar a subir antes de lo previsto. Esto sería durante el tercer trimestre, según agentes de mercado.

Marcel ratificó que la política monetaria “continuará acompañando la recuperación de la economía” y se mantendrá “expansiva” en los próximos dos años. Esto porque la TPM estará por debajo de su valor neutral en ese periodo, indicador que se actualizó en este IPoM y ahora se ubica en un rango entre 3,25 y 3,75% en términos nominales.

Pero ante la expansividad fiscal, el economista alertó que espera que las cuentas públicas asuman una trayectoria de convergencia y hacia una relación sostenible de deuda pública a PIB, en línea con las recomendaciones del Consejo Fiscal Autónomo. Así, prevé que la mayor parte del gasto se retire en 2022 y las ayudas se concentren solo en grupos rezagados

“Cuando la política fiscal y monetaria se mueven en direcciones opuestas, el impacto sobre la economía no es positivo. Esa no es la situación actual porque estamos saliendo de una crisis de enorme profundidad y estamos todos empujando la reactivación de la economía. Si lo hubiéramos hecho solo con política monetaria habría sido insuficiente”, sostuvo. Pero añadió que hacia delante, a medida que la economía se recupera, “es importante que la política monetaria vaya asumiendo un rol más proactivo en el corto plazo y la política fiscal se vaya adecuando a los desafíos de más largo plazo”.