Economía

¿Inflación en 4%? Sí, pero transitoriamente

Imagen principal
Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Desde julio de 2016 que la variación anual del IPC no llega a esa cifra, que además no es habitual en periodos de debilidad económica y crisis en el mercado laboral, como el actual.

La última vez que el registro anual de inflación estuvo sobre 4% fue entre diciembre de 2015 y julio de 2016. Analistas de mercado proyectan que esto volvería a ocurrir, pero sin que intranquilice al Banco Central, cuyo compromiso apunta que la inflación proyectada a un horizonte de dos años se ubique en 3%.

Sí, registros sobre 4% contradicen la realidad actual de la economía, marcada por una recuperación de la actividad que no logra afianzarse (en enero el Imacec se redujo en -3,1% anual) y la debilidad del mercado laboral. Pero cifras inflacionarias en esos niveles podrían verse en los próximos meses. El economista jefe de Santander, Claudio Soto, es preciso: “En julio y agosto la variación anual del IPC sería del orden de 4,2%. Luego descendería y cerraría el año algo por sobre la meta, en 3,3%”.

Tal como ha ocurrido con la actividad, las bajas bases de comparación juegan un rol principal en estas estimaciones. Ocurre que en 2020 el IPC no tuvo variación en abril y arrojó registros negativos en mayo y junio.

“Una baja base de comparación al principio de 2020 y el hecho de que la inflación que acumularemos durante el primer trimestre sería de casi 1,5 puntos porcentuales nos lleva a proyectar inflaciones en torno al 4% durante los próximos meses, para luego moderarse hacia la segunda parte del año”, resume el economista jefe para la región andina de Itaú, Miguel Ricaurte

{{noticia: 97126 }}

Presiones contenidas

A pesar de estos altos registros puntuales, la inflación no sería un problema este año. “En general, la dinámica de las variaciones mensuales será moderada. Las holguras de capacidad de la economía y un tipo de cambio relativamente apreciado mantendrán bajas las presiones sobre los precios”, dice Claudio Soto, quien advierte que el alza en el precio del petróleo a nivel internacional impulsará el valor de las gasolinas.

Miguel Ricaurte recuerda que el año pasado factores transitorios, como la mayor liquidez de las familias por los retiros desde las AFP y las transferencias del Gobierno, presionaron al alza los precios de alimentos, vestuario y otros bienes durables, como los electrónicos. Este año, dice, la debilidad de la economía y el mercado laboral mantienen contenidas esas presiones.

“Lo que nos hace proyectar inflación en torno a la meta del 3% para el cierre de este año y el próximo es una gradual reapertura de la economía y las presiones por el lado de los combustibles, que se extenderían al menos hasta mediados de año”, explica.

¿Y el alza de la TPM?

Relacionado con lo anterior, las tasas de mercado ya apuestan a que este año, antes de lo esperado, se inicie el proceso de alza de Tasa de Política Monetaria (TPM), que se mantiene desde marzo de 2020 en su mínimo técnico de 0,5%De acuerdo con los últimos valores de las tasas swap, las tasas podrían comenzar a subir el último trimestre del año, en las reuniones de octubre o diciembre.

Sobre el tema, el economista jefe de Santander alerta que los movimientos recientes de las tasas swap “están reflejando no solo percepciones sobre la TPM futura, sino también las alzas generalizadas de tasas que se están viendo en varios países”.

Ya que la economía aún presenta brechas amplias y hay riesgos importantes para la recuperación, “estimamos que no habrá alzas este año. Prevemos que el Consejo [del BC] será cauto y mantendrá la TPM en 0,5% hasta la mitad de 2022”.