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Moody’s: “Chile está padeciendo un daño estructural en su economía”

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Agencia Uno
POR Maria del |

Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytic, analiza el IPoM y dice que la recuperación chilena se verá muy afectada por la caída de la inversión.

Una corrección a la baja en sus estimaciones de crecimiento es la que deberá hacer Moody’s Analytic tras la publicación de este jueves, por parte del Banco Central, de su Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a diciembre. Según comenta Alfredo Coutiñodirector para América Latina de Moody’s Analytic, hasta antes de que el Central entregase sus nuevas proyecciones, ellos estaban previendo que la economía chilena lograría crecer entre un 1,5% y un 2% durante 2019. Sin embargo, la cifra planteada hoy por el instituto emisor muestra que el país solo lograría crecer un 1% este año, producto de una caída en la actividad del cuarto trimestre de -2,5%.

“Definitivamente la foto que el Banco Central nos está pintando, no solamente para este año sino que para el próximo, es más negativa de lo que realmente estábamos esperando”, comenta Coutiño en conversación con PAUTA Bloomberg. Para 2020 el Central recortó su previsión anterior y ahora proyecta que la economía crecerá entre un 0,5% y un 1%, eso siempre que las disrupciones que están afectando ahora a la economía vayan desapareciendo en los próximos trimestres. 

“Nosotros todavía consideramos el hecho de que el programa de recuperación implementado por el Gobierno, más el mantenimiento de la política monetaria expansiva, podrían ayudarle al mercado interno durante el 2020 y eso podría agregar unas tres o cuatro décimas al crecimiento que está esperando el Banco Central. Por lo tanto, podríamos quedarnos aún ligeramente por encima del 1% estimado que tiene el Banco Central para el 2020”, sostiene Coutiño respecto de sus estimaciones para el próximo año. 

Daño estructural

Una de las lecturas que el analista comparte respecto de lo planteado en el IPoM entregado este jueves 5, es que la debilidad de la economía chilena no parece ser solo una situación transitoria. “Nosotros habíamos hecho ya un análisis de cuál era la causa importante de la debilidad que se estaba presentando en la economía chilena. Por supuesto, uno de los detonadores importantes fue el conflicto social, que paralizó muchas actividades, y por supuesto eso tuvo un efecto sobre la actividad en octubre. Lo va a tener en noviembre y todavía esperamos que en diciembre haya algún efecto”, explica. Y agrega que si bien el Banco Central está considerando que puede haber cierta recuperación en la economía durante el último mes del año, en su opinión la contracción durante el último trimestre del año parece a todas luces inevitable.

“Definitivamente yo creo que la economía chilena no escapa a una contracción trimestral en el último trimestre de este año y también el próximo año”, asegura. En ese sentido, una de las preocupaciones que manifiesta Coutiño es la proyección recogida por el IPoM de que la inversión bruta fija caerá un 4% el 2020. “Eso no solamente tiene consecuencias para el crecimiento del próximo año, sino que también para la recuperación en los siguientes años. Porque hay que recordar que la fuente fundamental del crecimiento económico es la inversión, la cual genera productividad y mayor crecimiento económico. En ese sentido, definitivamente yo creo que Chile está padeciendo un daño estructural en su economía”, dice categórico

El cobre como sostén

Cuando el Banco Central dio a conocer la caída de 3,4% del Imacec durante octubre, también mostró que la actividad minera no se vio tan fuertemente afectada por los disturbios y protestas. De hecho, el Imacec minero creció un 2% en el período. Es por esto que Coutiño considera que la minería es un elemento fundamental en este escenario de crisis. “Efectivamente la minería es uno de los sectores menos afectados. Hasta ahora no sabemos si el conflicto social pudiera llegar a extenderse y eso pudiera contaminar incluso a los trabajadores mineros más adelante. Pero sí, efectivamente la minería es un eslabón muy importante, que puede mantener a la economía con cierta recuperación en el próximo año”, comenta.

Es por esto que lo que ocurra en la negociación por el fin de la guerra comercial entre EE.UU. y China se vuelve ahora un tema aun más relevante para la economía del país.

En ese sentido, si la guerra comercial, la guerra tarifaria, de EE.UU. con China y con otros países llega a un resultado positivo en los próximos meses y eso impulsa el precio del cobre, y eso impulsa los mercados financieros, esa sería una muy buena noticia para la economía chilena y por supuesto tendría un efecto positivo sobre la actividad económica el próximo año. Desafortunadamente, hasta ahora se ve que ese podría ser el único factor positivo que podría ayudar a la economía chilena”, sostiene. 

El dilema del paquete fiscal

Tras la publicación del Imacec de octubre, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, salió a hacer frente a la situación anunciado un paquete de medidas para apuntalar el crecimiento por US$ 5.500 millones. Sin embargo, estos anuncios tienen, según Coutiño, de dulce y agraz. “Es un elemento positivo, porque el Gobierno está reaccionando al conflicto social, está reaccionando a las presiones y a las demandas de las sociedad chilena”, plantea el analista. En esa línea, destaca que los anuncios van en la dirección de atacar las presiones a través a un gasto fiscal que ayude a los sectores más vulnerables. 

Sin embargo, las medidas inevitablemente afectarán las cuentas fiscales. “Ya el Gobierno ha establecido que el financiamiento se va a lograr a través de diferentes fuentes. Una de ellas es a través de la redistribución del presupuesto, otra de ellas es a través de mayor deuda pública y otra de echar mano a los fondos soberanos que ha acumulado el país en los años anteriores. La combinación de todo esto hace que las cuentas fiscales de Chile se vean presionadas”, sostiene.

“El punto negativo de este paquete fiscal está ahí precisamente: en la percepción que tienen los inversionistas y los mercados con respecto a las cuentas fiscales en el país. Y por supuesto, ahí es donde van a poner los ojos y ahí es donde van a tener precaución para decidir si efectivamente continúan invirtiendo en Chile o detienen sus inversiones. O incluso habrá quienes decidan retirarse del país. Ahí está el gran dilema del paquete fiscal, que por un lado sí apoya para acomodar las presiones socailes, pero por otro lado aumenta la vulnerabilidad del país ante los mercados financieros internacionales”, argumenta. 

Política monetaria: decisión correcta

El economista se refirió también a la decisión anunciada la tarde del miércoles, por parte del Banco Central, de mantener la tasa de política monetaria (TPM) en un nivel de 1,75%, en parte para evitar una mayor devaluación del peso.

“El Banco Central lo mejor que podía hacer era no seguir reduciendo la TPM en un ambiente de incertidumbre, en un ambiente de volatilidad financiera”, afirma el analista. 

“En el IPoM el Banco Central plantea que la política monetaria continuará siendo expansiva en los próximos meses, lo cual también es consistente. Pero hay que considerar que si la incertidumbre no se reduce, o incluso se agrava, la volatilidad financiera también se va a agravar y ahí es donde existe el riesgo de que el Banco Central tenga que ser forzado a revertir el relajamiento monetario. En términos prácticos sería empezar a subir la tasa de interés”, concluye el experto. 

Escuche la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: