Economía

La percepción de estancamiento económico es mayoritaria incluso en la derecha

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Palacio de La Moneda. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Especialistas como Ricardo González, Magdalena Browne, Cristóbal Huneeus y Cristián Valdivieso analizan un dato relevante de la Encuesta CEP.

Aunque este año la economía crecerá menos que el 4% del año anterior, se prevé que también lo hará por sobre los tres años previos cuando avanzó 2,3% (2015), 1,7% (2016) y 1,3% (2017). Sin embargo, según reveló la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), el pesimismo sobre la economía sigue creciendo. No solo subió desde el 57% en octubre 2018 a 61% en junio 2019, sino que no se limita a los grupos vulnerables o a la oposición.

Al evaluar los cruces de las preguntas económicas del último sondeo, provistos por el CEP, se refleja que la visión de que la economía no muestra progreso es prácticamente igual entre hombres y mujeres, en los diferentes tramos de edad (aunque levemente mayor entre los 25-34 años), entre quienes viven en Santiago y regiones, entre personas con distinto nivel socioeconómico y entre quienes tienen diferentes preferencias políticas o simplemente no adscriben a ningún sector.

Según la propia CEP, este último grupo representa a la mayoría de la población, ya que apenas un 19% se identifica con algun sector político.

Los datos reflejan que el 51,3% de quienes se identifican con la derecha y el 41,7% de quienes integran el nivel socioeconómico alto, segmentos asociados históricamente al electorado piñerista, coinciden en que la economía no está progresando.

Segun explicó el coordinador del Programa de Opinión Pública del CEP, Ricardo González, en general la percepción de estancamiento es transversal, salvo hacia el final de los mandatos, momento en que la percepción de progreso tiende a subir. “Como quienes votan esperan que su candidato traiga progreso para el país, entonces las percepciones en ese momento son más optimistas, de progreso en ese caso”, afirma.

Añade que luego, cuando el nuevo gobierno empieza, los problemas comienzan a aparecer, lo que profundiza la percepción de estancamiento. “Quienes más se exponen a flujos de información son los que primero tienen opiniones más negativas (clase media y personas con nivel educativo alto). Si las malas noticias se siguen sucediendo, entonces quienes menos se informan también desarrollan percepciones negativas y la opinión negativa se ve generalizada”, añade.

Promesas y expectativas

La decana de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Magdalena Browne, recuerda que durante el segundo gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet este indicador subió, pero en septiembre de 2017, previo a la elección, comenzó a bajar “acorde con la idea de que el entonces candidato Sebastián Piñera tenía el manejo de la economía como su atributo principal”.

Plantea que es complejo que no se lograra mantener ese cambio. “Hubo expectativas altas asociadas a un candidato y ahora Presidente al que se le exige más en el terreno económico”, señala. Además, advierte que cuando la ciudadanía percibe que no está cumpliendo lo que esperaba, en este caso una buena gestión económica, eso permea a otras áreas. “Es probable que haya cierto ‘contagio’ hacia la evaluación de otros atributos y áreas de gestión que también se ven castigadas”, comenta.

Para el economista y director de Data Science en Unholster, Cristóbal Huneeus, durante la campaña el Presidente “prometió tiempos mejores y mucha gente votó por él por eso. Pero hoy hay una percepción mayoritaria de que la economía está mal”. Añade que la receta ahora es “volver a hablarles a los que lo llevaron a La Moneda y no al grupo tradicional de la derecha ni a los empresarios. El desafío del Gobierno es hablarle a la gran mayoría que considera que el país esta estancado”.

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El director y fundador de Criteria Research, Cristián Valdivieso, precisa que, con todo, la visión que la CEP revela sobre el estancamiento económico “es todavía mejor que lo que tuvo Bachelet durante su segundo gobierno, que llegó a un peak de 69%. La gente percibe que aunque el país está mal, todavía está mejor que con Bachelet”.

Lo que más ha cambiado, explica, es la percepción de la situación personal: “En eso se está volviendo a fojas cero. Las personas perciben que está bien parecida a lo que estaba con Bachelet y en su visión de lo que pasará en los próximos 12 meses es más negativa para su propia realidad que para el país”.


Valdivieso añade que de esta percepción emergen lecturas complementarias, “como que los que están mejor son los empresarios y la clase alta y a nosotros no nos están llegando los beneficios de la promesa original de Piñera de los tiempos mejores”. Detalla que lo fundamental es la realidad económica, a partir de la cual se leen otras noticias, como el viaje de los hijos del Presidente a China, “que son insumos que exacerban la promesa no cumplida. Si el país estuviera creciendo y la gente tuviera con mejores expectativas, todos los conflictos interés pasarían a segundo plano”, concluye.