Economía

El crédito blando Covid del Estado será condonable

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Agencia Uno
POR Eduardo Olivares |

Cristián Monckeberg, ministro de Desarrollo Social, cuenta en PAUTA que el préstamo por hasta $2,6 millones podría pagarse desde 2022. Trabajadores dependientes con reducción salarial también son elegibles.

Los anuncios del Presidente Sebastián Piñera para ir en apoyo de la clase media abre una nueva fase en las negociaciones entre el Gobierno y el Congreso. Se trata de un conjunto de iniciativas, algunas de las cuales requieren iniciativas de ley, que en general apuntan a conceder créditos sin interés real a un universo de hasta 605 mil personas con ingresos de $500 mil o más, y otras que proporcionan un aval o subsidio en materia de vivienda y de educación superior.

En esta Entrevista en PAUTA, el ministro de Desarrollo Social, Cristián Monckeberg, se detiene en las tres primeras propuestas: el crédito blando, la garantía estatal a los dividendos hipotecarios y el nuevo subsidio al arriendo.

Esta batería de medidas está pensada para “personas que se estaban quedando sin ayuda del Estado, que son familias que habitualmente no la requieren mayormente, porque tienen mayores ingresos. Por lo tanto, pueden enfrentar sus dificultades, sus complicaciones y sus desafíos muchas veces de manera individual y gracias a su esfuerzo”, comenta el ministro.

El costo del plan completo provendrá de los recursos acordados entre el oficialismo y la mayoría de la oposición por una suma de US$ 12 mil millones en una partida extrapresupuestaria, dice.

Crédito blando del Estado

Se piensa en familias cuyos ingresos han mermado y que no tienen cómo enfrentar gastos apremiantes en medio de la crisis sanitaria y económica, plantea el Gobierno. Para ese propósito se entiende el mayor endeudamiento que el propio Fisco asumirá como parte de sus mecanismos de financiamiento.

El préstamo que ofrece el Estado es al 0% real (solo se reajuste por IPC), con un año de gracia. “Es decir, si se otorga este año, por tres meses, no se paga en 2021; todo se empieza a pagar el año 2022”, dice la autoridad. “Se paga en cuatro cuotas: si al cabo de esas cuatro cuotas no se ha podido pagar, se condona”, asegura.

Aunque en el anuncio se planteó que estas medidas se dirigen a los empresarios individuales y a las personas que estén ya sea desocupadas acogidas al Seguro de Cesantía, o bien incorporadas a la Ley de Protección del Empleo, el ministro Monckeberg afirma que se extenderá a otros grupos. El principio orientador es uno: caída significativa de los ingresos. “Hay empresas que han reducido los ingresos a los trabajadores sin recurrir a la Ley de Protección del Empleo, entonces hay una situación especial porque ‘he visto reducidos mis ingresos’. Todo esto va a ir al Congreso de manera rápida […] Estos requisitos que estamos estableciendo pueden variar un poquito”.

No está claro si la deuda que asuma la persona quedará expuesta en los registros bancarios o en los boletines comerciales. “Es un tema que hay que resolver”, acota.

“Esto es una entrega de recursos a las familias para solventar los gastos más inmediatos”, responde a quienes critican que el Estado está solo ofreciendo endeudamiento a las familias cuyo destino podría terminar saldando los créditos que ellas tengan con bancos: “Yo no me puedo meter en la decisión de las familias de qué hará con sus recursos, como también sucedería si, por ejemplo, se hicieran retiros de los fondos de pensiones, o qué van a hacer las familias con el Ingreso Familiar de Emergencia. ¡Viva la libertad!”.

Agrega con una arenga: “Nosotros tenemos que apañar, y estamos apañando en lo más complicado”.

-El Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central revela que la deuda de los hogares equivale al 52% del PIB. Es un riesgo hoy día que exista en tal tamaño. Cuando el Estado es ahora el que ofrece créditos, más allá de condiciones ventajosas, estaría sumando más deuda a los hogares en vez de disminuir esa carga. 

“Frente a un planteamiento así, la alternativa sería que el Estado empiece a pagar la deuda de los hogares, pero ¿qué hacen las familias hoy día? ¿Cómo pagan el pan? ¿Cómo pagan la luz? ¿Cómo pagan los gastos comunes de su departamento? Lo que necesitan las familias hoy día es liquidez y tenemos que buscar, en esta situación de emergencia, de apoyar en eso”, contesta. 

Aval del Estado en la postergación del pago de dividendos

La propuesta implica que las personas puedan postergar el pago de hasta seis dividendos, que se trasladarán hacia el final del crédito hipotecario, en una iniciativa que se acordó con los bancos. Se aplicaría a préstamos entregados para viviendas de hasta unos UF 10 mil (según la tasación bancaria original), y habrá una garantía estatal de hasta 60 meses contra el eventual incumplimiento del pago respectivo.

“Hay un apoyo directo para que lo que estaba pensado pagarse dentro de los próximos seis meses, y veo disminuido mis ingresos, los pueda pagar al final, cuando termina el crédito, sin un costo extra ni nada”, cuenta el ministro Monckeberg. La garantía permite que los bancos no deban provisionar ante la postergación del pago de los dividendos. De ese modo, agrega, las familias puedan mantenerse en su vivienda sin la inquietud de que los notifiquen por un juicio de no pago de crédito hipotecario que termine con el remate.

Se aplica para créditos hipotecarios sobre una primera vivienda.

“Si yo estoy con trabajo y sigo recibiendo mi sueldo y puedo pagar mi dividendo, claro, no va a operar. Pero si no lo estoy pagando porque disminuí mis ingresos, o no me da y lo postulo, no habrá problemas”, promete. 

La morosidad máxima permitida, en esta propuesta, es de 29 días, lo que se vincula con un límite que se negoció en el Ministerio de Hacienda con la banca, cuenta el ministro. Sin embargo, “todos estos temas tienen que volver al Congreso para poder discutir la garantía estatal. Si temas como estos pueden revisarse o no… nunca está dicha la última palabra. Siempre intentaremos buscar la mayor flexibilidad”.

-Esto está pensado para créditos hipotecarios de viviendas ya compradas. ¿Nadie hoy podría pensar en comprar ahora una vivienda, asumir un crédito y que esta medida se aplique desde ahora?

“Claro, son viviendas adquiridas; es respecto de créditos hipotecarios que estén vigentes…”

-Ya, no está pensado para viviendas nuevas.

“La arista que usted plantea es especial… podría a lo mejor enmarcarse dentro de la situación, si es primera vivienda… Pero claro, para poderla comprar, para acceder a este beneficio tuve que haber visto disminuidos mis ingresos. Entonces, si yo compro, no tengo los ingresos finalmente. Por ahí no podría calificar”.

Subsidio al arriendo

Se trata de un subsidio corto de hasta $150 mil para arriendos que no superen los $400 mil, aproximadamente, dice el ministro.

Quienes tienen la posibilidad de postular “son familias de ingresos medios”, cuyos requisitos se establecerán con más detalle en los próximos días. No requiere un cambio legal.

Es el Serviu el que paga al dueño del inmueble, y el objetivo es solo para vivienda habitacional.

Revise la opinión del ministro Cristián Monckeberg acerca de los espacios para flexibilizar esta propuesta en la discusión parlamentaria a continuación: