Economía

Rodrigo Vergara por el proceso constituyente: “No soy tan pesimista como algunos”

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El expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El expresidente del Banco Central revisa el estado de la economía y pide pragmatismo a la hora de revisar cómo hacer más progresivo el régimen tributario.

Como investigador del CEP, el expresidente del Banco Central Rodrigo Vergara ha estado aportando sustento técnico a las decisiones económicas debatidas para afrontar la crisis sanitaria. Y aunque advierte que aún hay mucha incertidumbre sobre el desempeño de la actividad, cree que la economía ya tocó fondo y que el año próximo Chile podría crecer un saludable 4%.

Más allá de la macroeconomía, y con el pragmatismo que lo caracteriza, cree que el proceso constituyente abre una oportunidad de cerrar diferencias históricas y le enmienda la plana al constitucionalista Fernando Atria, quien dijo que el Banco Central solo responde “ante Dios” por decisiones que dañen a la economía. Y aunque estima que la actual propuesta de gravar a los altos patrimonios no funciona porque no recauda, cree que podría estudiarse cómo hacer más progresiva la tributación del segmento que está en el tope de la riqueza.

-En su análisis de agosto ve un cambio de dirección en distintos indicadores. ¿Ya tocó fondo la economía?

“Vemos un cambio de dirección en una serie de indicadores, como industria, manufactura y comercio. Recién está empezando dicho cambio desde una posición bastante negativa, por lo que hablar de recuperación o algo por el estilo puede ser prematuro”.

“Pareciera que la economía tocó fondo en el segundo trimestre, pero es difícil hacer afirmaciones tajantes en las actuales circunstancias, con tanta incertidumbre y riesgos. El más evidente de estos riesgos es un rebrote, no solo en Chile sino global, que nos vuelva a una situación de confinamiento más aguda. Hoy vemos que a partir del tercer trimestre deberíamos empezar a ver cifras no tan negativas. Julio aún va a ser un mes malo, pero a partir de eso veremos números algo mejores”.

-¿Habrá algún efecto estadístico por los Imacec negativos de octubre y noviembre de 2019?

“Hay alguna probabilidad de que en el cuarto tengamos algunas cifras en azul, pero todavía es temprano para decir eso”.

-¿Cuáles son sus proyecciones para el PIB este año y en 2021?

“Tengamos claro que hoy es tremendamente difícil hacer proyecciones: de hecho, el Banco Central tiene un rango bastante amplio, de dos puntos (-7,5 a -5,5). Creo que este año nos encaminamos a caída del PIB entre 5% y 6% y, en la medida en que no haya rebrotes significativos, para 2021 podríamos tener una recuperación entre 4% y 5%”.

-El mercado laboral muestra gran debilidad. ¿Existe el riesgo de una recuperación sin empleo?

“Una parte del empleo puede mostrar una recuperación bastante rápida cuando se abra la economía. Por ejemplo, el sector construcción, que depende mucho de poder movilizar a trabajadores desde distintas comunas”.

“Pero más allá de un salto inicial, la recuperación del empleo será más lenta que la de la economía. Cuando el nivel de empleo se contrae producto de una recesión de este tamaño, las empresas tienden a aumentar su eficiencia y por eso la recontratación es más lenta. Ese rezago del empleo es un problema serio, porque genera tensiones sociales y no es algo que se vaya a resolver tan rápido”.

-BCI bajó su expectativa de crecimiento para 2021 a 3,2% por el rezago del empleo. ¿Será un lastre para la recuperación?

“Es muy difícil decir cuánto va a ser el rebote de la economía, pero creo que el factor más relevante va a ser el sanitario. Hoy muchos sectores están cerrados, pero en 2021 esperamos cierta normalización en la actividad, que el confinamiento sea muchísimo más limitado y ojalá contemos ya con la vacuna. Además, tenemos un impulso fiscal y monetario muy fuerte. Se suma el impacto del retiro de fondos desde las AFP”.

-Para apuntalar la economía, ¿es más importante el retiro desde las AFP que los planes del Gobierno por US$ 12 mil millones en dos años?

“El retiro desde los fondos de pensiones es un estímulo macroeconómico importante, pero el impulso macro que han producido el Gobierno y el Banco Central es muy significativo. De hecho, es uno de los mayores entre las economías emergentes”.

“Hoy no sabemos cuánto del retiro, que se estima que sumará unos US$ 14 mil millones, irá directamente a consumo, a ahorro y en qué plazos. Lo veo como un impulso por una vez, concentrado entre los últimos meses de este año y los primeros del próximo. Espero que en la medida en que se vaya desvaneciendo, la economía empiece a surgir con motores propios para ir sustituyendo ese efecto”.

Debate constitucional y el Banco Central

-¿Qué tan preocupado está por el efecto económico del proceso constituyente?

“No soy tan pesimista como algunos. Existe evidencia comparada que nos dice que estos procesos pueden producir efectos negativos en la economía en un primer momento, pero no soy pesimista respecto del mediano plazo”.

“Prefiero mirar el vaso medio lleno. Creo que es una oportunidad para dejar de lado ciertas diferencias históricas y tratar de buscar elementos comunes. Evidentemente puedo ser acusado de ingenuo, pero tiendo a creer que finalmente va a primar la racionalidad. Se van a discutir muchas cosas, probablemente se debatirán muchas locuras y propuestas poco responsables, pero al final deberíamos llegar a algo razonable y cerrar un capítulo”.

-En El Mercurio, Fernando Atria planteó que el debate constituyente debería sumar la responsabilidad política de los consejeros del Banco Central.

“Me sorprende un poco lo que dice Fernando Atria porque no menciona, a lo mejor ignora, que la Ley Orgánica Constitucional (LOC) del Banco Central sí contempla mecanismos de remoción de los consejeros en los casos que él menciona, en que las decisiones que se adopten provoquen un grave daño al país”.

“Él dice irónicamente que en esos casos los consejeros solo responden ‘ante Dios’. Pero no es así. El Presidente de la República, con acuerdo del Senado, puede remover a alguno o a todos los consejeros, por grave incumplimiento del objeto del banco y que esto produzca un manifiesto daño a la economía. Debe mencionarse, además, que la ley orgánica establece que el consejo debe informar al Senado al menos una vez al año de sus políticas, proyecciones, normativas, etcétera. En la práctica lo hace con más frecuencia”.

“Tal vez no le guste este mecanismo y prefiera otro, pero sí existe”.

Pragmatismo e impuestos

-Economistas y tributaristas han criticado el llamado “impuesto a los súper ricos”.  ¿Cómo debería conducirse el debate tributario en general

“Es un tema de debate no solo en Chile. Lo vimos en la primaria del Partido Demócrata de Estados Unidos. Pero los impuestos a la riqueza en el mundo están de vuelta. Como se recoge en un paper que hicimos en el CEP, países que tenían estos impuestos los han eliminado por razones prácticas: los patrimonios son móviles, es muy difícil medir patrimonio neto y por esa misma razón es muy difícil recaudar y las recaudaciones efectivas son muy bajas. Si se llegara a recaudar lo que dice la reforma presentada, seríamos récord mundial por lejos”.

“Dicho eso, creo que la discusión conceptual tiene mérito. Gravar a los patrimonios más altos iría en la dirección de aumentar la progresividad en ese tramo. Pero lo que se propuso es difícil de implementar, recauda poco, no funciona. Creo que en esto hay que ser pragmático y buscar otras fórmulas”.

-¿Como la revisión de exenciones que plantea Hacienda?

“Por ejemplo. Y también se podría revisar el impuesto al ingreso de las personas y darle más progresividad. No me refiero a subir la tasa marginal máxima, más bien a acortar los tramos”.

Los economistas fueron escuchados para el acuerdo Covid del 14 de julio, pero no en el retiro de fondos desde las AFP. ¿Por qué esta diferencia? 

“Los acuerdos políticos tienen que tomarlos las instancia políticas. Los técnicos podemos apoyar la discusión, pero las definiciones finales tienen que venir del mundo político, como corresponde en toda democracia”.

“Si uno mira la historia reciente de Chile, más allá de que sea necesario cambiar ciertas cosas, es difícil decir que no ha sido exitosa. Creo que una de las razones para ello es que en general se tomaron decisiones basadas en análisis técnicos. Es cierto que en el último tiempo ha habido distanciamiento entre la parte técnica y la política. Puede responder a que la crisis sanitaria es de magnitudes mayores, a que venimos de una crisis social importante y a un debate político fuerte. Si ese distanciamiento se mantiene hacia adelante, no es una buena noticia para el país”.