Economía

Asesora de Boric: “Sin estabilidad macroeconómica es más difícil hacer reformas”

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Canva / Fernanda Monasterio Blanco
POR Marcela Gómez |

Stephany Griffith-Jones asegura que las reformas del Presidente electo preservarán el mercado de capitales y no buscan competir ni desplazar la inversión privada.

“Quiero muchísimo a Chile, mi país, y me gustaría que prospere más y sea más equitativo. Estoy disponible para continuar aportando donde sea si el Presidente electo y su equipo me necesitan”, dice desde su casa en Inglaterra la doctora en economía por Cambridge Stephany Griffith-Jones

La también directora de Mercados Financieros de la Iniciativa para el Diálogo de Políticas de la Universidad de Columbia es parte del equipo económico de Gabriel Boric, aportando especialmente en materias financieras y de desarrollo. Ha representado esa visión en algunos eventos, como en el Chile Day 2021. En forma telemática, se ha reunido con empresarios locales e inversionistas extranjeros, “lo que nos permite tanto explicar lo que vamos a hacer como recoger buenas ideas”.

Su respaldo al entonces candidato fue conocido cuando el diario británico Financial Times le publicó una carta en que argumentó que él es “un socialdemócrata” y no “un izquierdista extremo”. 

Destaca que dentro de la campaña se ha vivido “una aceptación de que los cambios no se pueden hacer todos a la vez, que hay que priorizar y ver con cuidado con qué medidas partir”. Pero añade que hay fuertes convergencias con el mundo de centroizquierda en varios ámbitos, como el tributario y en politicas industriales modernas.

También enfatiza el compromiso de Boric y su equipo con la estabilidad fiscal y el Presupuesto 2022, “que es bien apretado, lo que no es lo ideal, pero es justamente lo que hay que hacer para darle estabilidad al peso y apoyar las medidas que tomó el Banco Central para controlar la inflación”.

En esta entrevista con PAUTA, Griffith-Jones cuenta cuáles son esas necesidades de la realidad fiscal y las prioridades que el Presidente entrante deberá afrontar.

El Estado en la economía

-¿Qué les diría a quienes les preocupa la preponderancia del Estado como agente económico y las políticas industriales? 

“Que la idea es hacer un diálogo con el sector privado, el mundo científico, las universidades, para entender dónde están las oportunidades para Chile. Y diseñar una estrategia nacional para lograr objetivos país, como una economía más verde e inclusiva. Esto exige, por ejemplo, aumentar el gasto en I+D: hoy está en 0,4% PIB, el más bajo de la OCDE. Queremos duplicarlo en cuatro años”.

“En países que me parecen exitosos, como Alemania y los escandinavos, el sector público genera oportunidades para la empresa privada y para la generación de empleos. No se trata que un funcionario público decida ‘sectores ganadores’, como creen algunos. Es combinar lo mejor de lo privado y lo mejor de lo público, en una colaboracion estrecha”.

-Proponen crear muchas empresas estatales (litio, hidrógeno verde, telecomunicaciones, vivienda, entre otras). ¿Se busca un Estado que compita con los privados?

 “No, ciertamente no competir. La idea central es que la actividad estatal ayude a catalizar una mayor inversión privada en los sectores donde Chile tiene más ventajas comparativas, como el litio, el cobre, el hidrógeno verde y muchos otros. Es lo que los economistas como Joseph Stiglitz llaman el crowding in; es decir, que la inversión publica complemente y estimule a la privada, no que la desplace como cree la derecha”.

La asesora económica de Boric Stephany Griffith-Jones. Crédito: Stephany Griffith-Jones

-En Chile cada gobierno adopta su propia estrategia de desarrollo e incentivos públicos.  ¿Será ahora la excepción?

“En Alemania, bajo gobiernos de distinta inclinación, no hay grandes cambios, sino sutilezas. Esta política de continuidad de su banco de desarrollo, KfW, da estabilidad, incluso a los mismos empresarios. Puede haber cambios por las prioridades del país y su economía, pero no por el signo de los gobiernos”.

“Eso no ha pasado en Chile. En el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet se avanzó en la idea de clusters, pero luego [el Presidente Sebastián] Piñera interrumpió esos programas. Lo mismo pasó y con mayor énfasis con los proyectos estratégicos de Bachelet 2. Esa falta de continuidad es una desventaja enorme. Creo que puede ayudar tener un consejo autónomo para estas tareas, que no se renueve completo cada cuatro años y que las políticas no estén tan sujetas a los cambios de gobierno. Se necesita más certeza”.

 Banco de Desarrollo en dos etapas

-Proponen un nuevo Banco de Desarrollo. ¿Cómo se haría?

“Mi visión particular es pensar en dos etapas: una primera a dos años, en que se mejore fuertemente a la Corfo buscando ampliar su escala, idealmente con mayor aporte fiscal. También permitir que se fondee en el mercado de capitales, idealmente nacional, como hacen este tipo de entidades en países avanzados. Eso le permitiría apalancarse y con los mismos recursos públicos hacer más, lo que es muy bueno en situaciones de estrechez fiscal”.

“A Corfo también le faltan algunos instrumentos y aquí puede haber restricciones legales y de otro tipo. Ahora no da créditos directos: los créditos se canalizan vía intermediarios financieros, lo que es muy útil para el financiamiento de las pymes. Pero es importante darles créditos directos a empresas más grandes, especialmente las que nacen en nuevos sectores”.

“Los primeros dos años deben ser de tener logros económicos, usar las entidades que hay, mejorarlas y echarlas a andar a una escala importante para crear empresas nuevas y empleos nuevos”.

-¿Y la segunda etapa?

“Se debe pensar en una institucionalidad como un Banco de Desarrollo, muy basado en el presupuesto y las capacidades de Corfo, pero que por ejemplo pueda aumentar el capital de riesgo, que es algo que ya hace, pero a menor escala. Para hacer esto se debe crear una unidad nueva que pueda evaluar este tipo de proyectos y que sea distinta de aquella que otorga créditos y garantías”.

“Fundamentalmente se requieren más recursos, pero también más expertos que puedan evaluar ideas nacientes en rubros diversos. Además es muy necesario un aporte conjunto de inversiones publico-privadas, porque muchas de estas inversiones son muy grandes”.

Mercado de capitales

-Chile tiene uno de los mercados de capitales más dinámicos de la región. ¿Qué rol tendrá en este esquema de transformación productiva?

“Mucho de esto debería ser fondeado justamente en el mercado de capitales, que tiene la gran ventaja de que es grande, profundo y de bastante largo plazo. Lo que pasa es que es más difícil financiar sectores nuevos o proyectos sin historia solo con financiamiento privado”.

“Por ejemplo, los paneles solares se deben adaptar en Chile por el alto nivel de radiación, pero desarrollar una nueva tecnología para eso es caro y su resultado es incierto. Si el sector financiero no quiere asumir ese riesgo, ahí entra el Banco de Desarrollo, a veces solo o idealmente con el sector privado. Si los resultados son positivos, el retorno está más asegurado y los privados no tienen problema en financiarlo. El Estado puede catalizar la inversión privada especialmente al inicio”. 

-En el mercado se teme el impacto financiero de eliminar las AFP y reemplazarlas por un ente público, como proponen.

“Creo que se exageran mucho los riesgos. Lo que se propone es que los ahorros para pensiones irían a un fondo público, que licitaría las decisiones de inversión y su manejo a instituciones privadas especialistas en inversión, de una forma parecida a como lo hacen hoy las AFP, o como ocurre en Australia”.

“La reforma tendrá que ser consensuada para que pase por el Congreso. Nuestra propuesta de sumar la cotización del empleador también hará que se incremente el ahorro y también buscamos apoyar nuevas oportunidades de inversión en empresas privadas y nuevos instrumentos como bonos verdes. Todo esto es positivo para profundizar el mercado de capitales, que nos parece un activo muy valioso para la economía”.

-¿No es que se vaya a pasar de siete AFP a un solo actor estatal sin competidores y con gran poder de mercado?

“Tener un solo organismo gestionando directamente las inversiones no sería eficiente. No contribuiría a generar diversidad y competencia. La inversión de los ahorros se licita a un conjunto de agentes, no estará en una sola mano. Todo se hará con gradualidad, además”.

-Usted enfatiza que los cambios se harán cuidando la estabilidad macroeconómica.

“Sin estabilidad macroeconómica es más difícil hacer reformas, es una precondición. La inflación afecta mucho a la gente pobre y a quienes no tienen ingresos indexados. Para ser progresista se necesita estabilidad fiscal, monetaria y financiera”.

“En 2020 el Gobierno gastó poco, este año gastó demasiado, por lo que tenemos un déficit alto y una economía sobrecalentada. Entonces, el compromiso es muy claro: solamente aumentaremos el gasto público en la medida que recibamos ingresos. Eso debería darles mucha tranquilidad a los inversionistas y a los propios chilenos, para que no conviertan sus pesos a dólares o se lleven sus dineros al extranjero“.