Economía

¿Y la fijación de precios? Inflación sube 0,1% en los meses de pandemia

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POR Cristián Rodríguez |

El pan, el alimento con mayor ponderación de la canasta del IPC, ha subido 1,6% en el primer semestre, una variación menor a la del mismo período del año pasado.

“Los precios han ido en una escalada alcista. Frente a eso, [hago] un llamado al Gobierno, en este período de excepción constitucional, a decretar una fijación de precios”. La frase del alcalde de Santiago, Felipe Alessandri (RN), de mediados de mayo pasado, fue secundada con opiniones similares de varios jefes comunales de distintos sectores políticos: Carlos Cuadrado (PPD) de Huechuraba y Rodolfo Carter (UDI) de La Florida estuvieron entre ellos.

La solicitud se centraba específicamente en la fijación de precios para algunos alimentos, debido a que denunciaban una espiral que limitaba el poder de compra de cajas para entregarlos a los vecinos. 

Sin embargo, desde que comenzó la pandemia de Covid-19 en Chile (el 3 de marzo se detectó el primer caso), la inflación acumula un aumento cuatrimestral de 0,1%. Esto significa que los precios de los bienes y servicios que mide el INE se han incrementado apenas 0,1% en la suma de los meses de marzo, abril, mayo y junio. De hecho, en los últimos tres meses no ha habido inflación mensual positiva: abril (0%), mayo (-0,1%) y junio (-0,1%).

El economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, agrega que el bajo nivel de inflación del último tiempo se grafica muy bien con un dato: en junio el 24% de los productos medidos por el INE no mostró variación en sus precios, en circunstancias de que el promedio bordea el 16%.

Los alimentos

Los alimentos son la división más importante en la construcción del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Su ponderación bordea el 20% en la nueva canasta, que tiene base 2018. En la serie inflacionaria, eso sí, los precios de los alimentos están por encima de los otros sectores: acumulan un alza de 2,1% en los últimos cuatro meses y 3,9% en el semestre.

Según Pincheira, un factor importante que explica este aumento es la mayor sequía producto del cambio climático. “El estallido social y la pandemia nos hizo olvidar que estamos en sequía, y eso hace que se produzca menos o se produzca más caro”, explica, en referencia principal a los productos vegetales.

Si se considera la evolución de los precios de los 76 alimentos medidos por el INE en el IPC en el primer semestre, se tiene que 59 muestran alzas, uno no registra variación y 16 tuvieron bajas. 

Un ejemplo significativo es el pan, el alimento más masivo de país, y el que tiene por distancia la mayor ponderación en la canasta de alimentos: representa el 2% del listado de bienes y servicios con que se construye el IPC. En este primer semestre -y contrario a las polémicas surgidas por productores y fabricantes en marzo, que anticipaban una brusca alza por la pandemia-, su precio ha subido 1,6%, menos que el aumento de 2% del período enero-junio de 2019. De hecho, en junio cayó 2,7%.

Por el contrario, la carne de vacuno es uno de los productos más importantes que exhibe un mayor reajuste en sus precios (7,8%), especialmente por su subida de junio, al igual como la leche (4,1%).

Los casos de las legumbres (12,5%) y la harina (10%) son muy interesantes, ya que su aumento de precios se vincula principalmente con una mayor demanda de parte de la población y no una subida artificial decretada por el comercio. “Uno nunca puede descartar factores, pero la construcción de precios es un equilibrio entre la oferta y la demanda de un producto”, recalca Pincheira. 

La pregunta es qué hubiera ocurrido si se hubiera congelado el precio de algún producto. La experiencia española puede ser reveladora, con la fijación del precio del alcohol gel: muchas importaciones se desviaron hacia terceros mercados, reduciendo la oferta de este producto y presionando sus precios. El problema es que como el precio se deja, se incentiva la aparición del mercado negro.

Problemas en cuarentena

Más allá de esto, existen problemas concretos con la medición de los precios de productos y servicios en períodos anormales como los de una pandemia. “El IPC es una canasta fija de bienes y servicios. Y durante la pandemia se produce mucha sustitución. Hay muchas cosas que no se están comprando o se están sustituyendo. Y eso no se refleja en el indicador”, comentó el economista Igal Magendzo, socio fundador de Pacífico Research, en el programa PAUTA Bloomberg, de Radio Pauta. En el caso del pan, graficó, puede que más personas estén haciéndolo en sus casas.

Asimismo, el especialista advirtió sobre el desafío metodológico de calcular el IPC en meses como los que estamos viviendo. “Empezamos a tener volatilidades dentro del índice”, aseguró. “No es un buen indicador del costo de la vida durante épocas como estas”.