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El profesor Mittiga y sus alumnos chilenos

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Sitio Oficial Ross Mittiga
POR Andres Sepúlveda |

Este politólogo afirma que la emergencia climática podría justificar el recorte de las libertades democráticas porque los autoritarismos son más eficaces en la protección ambiental.

“La dictadura infinita” es el título del último libro de Luis del Pino, periodista español que conduce el programa ‘Sin Complejos’ de la cadena Esradio. Leyéndolo he sabido que el pasado 6 de diciembre de 2021, la revista American Political Science Review (APSR) publicó un artículo titulado “Legitimidad política, autoritarismo y cambio climático” del estadounidense Ross Mittiga, profesor del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica. En él, su autor sostiene que si los sistemas democráticos “se muestran incapaces de dar una respuesta efectiva a la crisis climática”, podría ser necesario “adoptar un enfoque más autoritario”.

En el resumen de su artículo, Mittiga afirma: “Si bien en condiciones normales mantener la democracia y los derechos es compatible con garantizar la seguridad, en situaciones de emergencia pueden surgir -y surgen- conflictos entre estos dos aspectos de la legitimidad. Un ejemplo destacado es la pandemia de Covid-19 durante la cual severas limitaciones a la libertad de circulación y de asociación se han convertido en técnicas legítimas usadas por los gobiernos. El cambio climático plantea una amenaza aún más grave para la seguridad pública. En consecuencia, sostengo, la legitimidad puede requerir un enfoque igualmente autoritario. Si bien es inquietante, esto sugiere la importancia política de la acción climática. Porque si queremos evitar legitimar el poder autoritario, debemos actuar para evitar que surjan crisis que sólo puede resolverse por tales medios”.

Es decir, Mittiga nos dice que aquellos que no consientan la existencia del cambio climático o que no actúen eficazmente contra él, serían responsables del advenimiento de regímenes autoritarios que nos impondrían sus soluciones.

Y añade que, dada la emergencia climática, los gobiernos que actúen para preservar el medio ambiente son más legítimos que los que no actúen o que lo hagan de manera menos eficaz. Según él, esta es “una cuestión empírica”: “El gobierno autoritario es más capaz de obtener resultados ambientales deseados”. Y añade: “Los estados democráticos ricos no han respondido adecuadamente a la crisis climática. Por el contrario, varios de los regímenes autoritarios menos prósperos han tenido éxito en la implementación de políticas climáticas estrictas, y varios son ahora considerados líderes mundiales en la producción e instalación de ‘paneles solares, turbinas eólicas, baterías y vehículos eléctricos'”. 

Entre las reflexiones de Mittiga, considera que la libertad de expresión y prensa podrían ser recortadas ya que “se han utilizado de formas que han socavado (y siguen socavando) una acción climática efectiva”. Entre otras limitaciones a las instituciones y procesos democráticos, él contempla los siguiente: “imponer exámenes climáticos a los candidatos a cargos públicos”, impedir el acceso a cargos públicos “a cualquier que tenga relaciones significativas con industrias que dañen el clima”, establecer “instituciones capaces de revertir decisiones democráticas previas que choquen con “las necesarias políticas climáticas”.

El artículo de Mittiga ha provocado un pequeño escándalo entre los politólogos. Del Pino advierte que no hay que ser un genio para darse cuenta de que si Donald Trump, por ejemplo, hubiera hecho un llamamiento similar a recortar la democracia con la excusa de una “emergencia migratoria, la guerra contra la droga, la lucha contra el fundamentalismo islámico, legiones de escandalizados politólogos estarían llenando páginas y páginas de periódicos y caracteres de Twitter.

En Chile, en cambio, algunos de los alumnos de Mittiga han intervenido en la elaboración del borrador de Constitución a través de la Comisión de Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico.

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